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La Vivencia de la Teología


Enviado por   •  14 de Marzo de 2018  •  Tarea  •  3.797 Palabras (16 Páginas)  •  198 Visitas

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Contenido                                                                                        Pagina

Introducción                                                                                        3

La Vivencia de la Teología                                                                        4

La Condición Espiritual del Teólogo                                                        5

Los grados académicos del teólogo                                                        6

El testimonio del Teólogo                                                                        6

El Sufrimiento del Teólogo                                                                        7

El Compromiso del Teólogo                                                                8

La Misión del Teólogo                                                                        8

La Limitación del Teólogo                                                                        9

Comentarios Personales                                                                        10

Conclusiones                                                                                        11

Bibliografía                                                                                        12

                                                                        

La Vivencia de la Teología

Teología es existencia y vivencia cristianas en el mundo: La teología evangélica es siempre una historia; que tiene lugar en la carne y en la sangre, en la existencia y en la acción de un ser humano, del teólogo en el sentido estricto y amplio del término.

La teología no puede separarse del teólogo, ni el teólogo puede separarse de su teología. Sería contradictorio, su vida, su conducta, su carácter están permeados y dirigidos por los postulados de su teología, a diferencia del filósofo, del medio y cualquier otro profesional que pueden hacer una separación entre lo que saben, lo que dicen y la forma en que se comportan, viviendo en un dualismo. El teólogo verdadero vive lo que cree y enseña lo que vive.

El teólogo es un testigo viviente que influencia donde quiera que se encuentre no importando la diversidad de escenarios.

La vivencia teológica cristiana está ligada indefectiblemente a la vida en comunidad: Los teólogos son los herederos de los doctores del Nuevo Testamento que desempeñaban su don dentro de la iglesia, hace comprensible la doctrina de la fe.

Con la posibilidad que dentro de ese ámbito sirva como maestro o doctor, quizás participe ocasionalmente en la predicación o en otra función de la teología práctica, pero que desarrolla su santo llamamiento en un seminario, escuela o facultad teológica. El punto es que no se de una separación entre su vocación teológica, su vivencia cristiana privada y en la iglesia local, nadie puede ser teólogo sin participar totalmente, en algún punto en los aspectos problemáticos de la comunidad de los cristianos. El teólogo es cristiano y es un miembro.

La vivencia teológica está ligada a la vocación del teólogo esta se cristaliza en el estudio profundo, el trabajo continuado y la disposición de escuchar al Espíritu.

El teólogo no puede quedarse de brazos cruzados, conformándose con lo que ha obtenido, no puede aspirar a una jubilación vocacional en la continua búsqueda de la verdad.

La verdad en Dios revela no se agota en dos mil o tres mil años de estudio, en cuatro generaciones o en una generación, mucho menos en la corta y frágil vida de un hombre que puede llegar a vivir como media, setenta años u ochenta. Los teólogos debemos mantener el hacha afilada una fe inquebrantable, el corazón encendido, la mente clara y una disposición férrea para trabajar y gastarnos hasta el último suspiro.

Hoy los desafíos que tiene que enfrentar el teólogo son los de un mundo globalizado: la cultura de masas, el pluralismo religioso, el posmodernismo, la confusión, la pérdida de valores, la búsqueda constante del placer, el consumismo, el desencanto, la desestabilización política y social, el híper-modernismo, las quiebras económicas, la concentración de la riqueza, el deterioro del medio ambiente, la inseguridad, la violencia, la pobreza, la desnutrición, las adicciones, la corrupción, el narcotráfico y otros.

  1. La condición espiritual del teólogo

No es fácil definir cabalmente al teólogo, su figura, su talante, pero si es certero afirmar que su vida, su condición, su figura, van unidades a su mismo quehacer teológico, a la historia de la teología. El teólogo es por vocación un maestro un doctor, está capacitado por el Espíritu Santo y por su disposición, entrega, definición, y cabalidad moral para profundizar en la palabra de Dios, según los métodos propios de la teología y que está capacitado para transmitir la enseñanza vía oral y vía escrita.

Otra definición: el teólogo es fundamentalmente un hombre de fe y de ciencia, con una vocación y un servicio específico y originales en virtud de la competencia dada por un saber o una cultura de la fe personalmente adquirida y poseída. También está llamado a intensificar su vida de fe y a unir siempre la investigación científica y la oración. La idónea condición espiritual del teólogo es un requisito indispensable para la teología de altura, el teólogo espiritual es aquel que es guiado por El Espíritu, manifiesta el fruto del Espíritu en su vida diaria y sirve en el nuevo régimen del Espíritu. A esta condición espiritual le suma el estudio. El estudio sin la oración es ciego y la oración sin estudio es vacía.

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