La naturaleza, los símbolos y las consecuencias de las maravillas de Jánuca
Enviado por abraham267 • 25 de Octubre de 2013 • Tutorial • 8.836 Palabras (36 Páginas) • 304 Visitas
Jánuca III
Todo Depende de Nosotros – Difundir la Luz
La primera clase de Morashá sobre Jánuca analizó la naturaleza del conflicto con los griegos y los decretos que ellos nos impusieron. La segunda clase se refirió a la naturaleza, el simbolismo y las implicaciones de los milagros de Jánuca. Este tercer y último shiur intentará entender por qué D’os quiso que la re-dedicación del Templo se lograra a través de un milagro en el encendido de la Menorá, y también aquello que la misma Menorá del Templo representa. Esta clase también se referirá a por qué y de qué manera conmemoramos Jánuca en la actualidad encendiendo una menorá y expresando Hodaá y Halel –agradeciendo y alabando a D’os en nuestras plegarias. Finalmente, analizaremos las costumbres de comer comidas que contengan aceite y queso y de jugar con el sevivón (el trompo).
Esta clase intentará entender:
• Si los milagros de Jánuca tuvieron lugar como respuesta a un pequeño número de líderes judíos, entonces ¿por qué la mitzvá de conmemorar Jánuca es obligatoria para toda persona judía?
• ¿Por qué D’os eligió la Menorá como la fuente para el milagro de Jánuca en la re-dedicación del Templo?
• ¿Qué es lo que simboliza la Menorá?
• ¿De qué manera nuestra observancia de Jánuca demuestra el papel esencial de la autoridad rabínica?
• ¿De qué manera conmemoramos los milagros de Jánuca?
• ¿Qué se oculta detrás de las costumbres de comer latkes y hacer girar el sevivón (trompo)?
Esquema de la Clase:
Introducción. Todo Depende de Nosotros – Difundir la Luz
Sección I. El Simbolismo de la Menorá y Su Luz
Parte A. La Relación Entre D’os y el Pueblo Judío
Parte B. La Luz de la Torá
Parte C. La Ley Oral y la Autoridad Rabínica
Sección II. Encender la Menorá en Jánuca
Parte A. Cómo Encender la Menorá
Parte B. Publicitar el Milagro
Parte C. La Recitación de las Bendiciones
Sección III. Hodaá y Halel – Agradecimiento y Alabanza
Sección IV. Tradiciones Adicionales de Jánuca
Parte A. Las Delicias de Jánuca
Parte B. Sevivón sov sov sov
Introducción. Todo Depende de Nosotros – Difundir la Luz
En las primeras dos clases de Morashá estudiamos del Rab Jaim Friedlander que el grado en el cual nos preparamos para Jánuca determina nuestra capacidad para aprovechar la tremenda energía espiritual que se encuentra disponible en ese momento. Del Rab Itzjak Yitzchak Berkovits aprendimos que la lucha entre los antiguos griegos y los judíos en la época del Segundo Templo es la misma batalla que mantenemos en la actualidad. Las fuerzas del estricto intelectualismo académico, sin ninguna conexión Divina, socavan la capacidad de conectarse con D’os y desarrollarse espiritualmente como un ser humano completo. La confrontación en la actualidad es entre aquellos que consideran al judaísmo como una “tradición”, algo con un valor sentimental que contribuye un poco de significado a la vida, pero que en última instancia no es “real”; y en contraste, aquellos que ven al judaísmo como una realidad en la cual cada acto tiene implicancias cósmicas.
El Rab Eliahu Dessler nos enseñó que los milagros de Jánuca de la guerra y del aceite fueron provocados por la férrea determinación de un pequeño grupo de líderes. Y gracias a ellos, el pueblo judío logró superar el desafío sirio-griego y Jánuca quedó establecida como una festividad para todas las generaciones. Sin embargo, cuando pasó la tormenta, nos quedamos con una pregunta fundamental: Si los milagros de Jánuca se debieron a un grupo relativamente pequeño de judíos que actuaban como líderes luchando por la supervivencia misma del judaísmo, entonces, ¿por qué se ordenó la mitzvá de conmemorar Jánuca a toda persona judía, hombres, mujeres y niños? ¿Por qué no requerir que solamente los líderes de cada comunidad enciendan una menorá, representando simbólicamente a nuestros ancestros?
Como veremos en esta clase, Jánuca –tal como ocurre con todas las mitzvot en el judaísmo- se refiere a la capacidad y a la importancia de cada persona judía, independientemente de su estatus, de participar de manera activa en la vida judía, Durante Jánuca, al encender la menorá, hacemos públicos los milagros de la guerra y del aceite. Al agradecer y alabar a D’os, reconocemos y expresamos nuestra sincera valoración respecto a que nuestra existencia y nuestro éxito dependen completamente de Él. Iluminamos un planeta oscurecido por la falta de claridad, y llevamos los mensajes de Jánuca de los milagros de la naturaleza y de la vida diaria; de la Providencia Divina; la gratitud a D’os y el extraordinario potencial que cada uno tiene para consigo mismo, para nuestras familias, nuestra comunidad y para con todo el mundo.
Sección I. El Simbolismo de la Menorá y Su Luz
La Menorá era uno de los utensilios sagrados del Templo. Si bien en la actualidad se convirtió en el símbolo de Jánuca, ¿qué es lo que simbolizaba la Menorá del Templo? Al responder a esta pregunta descubriremos que la Menorá tiene mucho más relación con Jánuca que la que podemos ver a simple vista.
Parte A. La Relación Entre D’os y el Pueblo Judío
De acuerdo con el tema desarrollado en la clase previa de Morashá sobre Jánuca, es decir, que los griegos intentaban negar toda trascendencia y cualquier posibilidad de relación con D’os, la Menorá es un símbolo apto para todo aquello que defendían los macabeos.
1. Talmud Bavli (Talmud de Babilonia), Shabat 22b – La Menorá representa la Presencia de D’os.
Aharón debe acomodar (la Menorá) fuera de la cortina de la Tienda del Encuentro. [Vaikrá/Levítico 24:3]
¿Acaso D’os necesita la luz de la Menorá? Durante cuarenta años los hijos de Israel viajaron con Su luz. Más bien la Menorá es un testimonio para todo el mundo respecto a que la Presencia Divina reside en el pueblo judío. מחוץ לפרכת העדת באהל מועד יערך אתו אהרן...
[ויקרא כד:ג]
וכי לאורה הוא צריך והלא כל ארבעים שנה שהלכו בני ישראל במדבר לא הלכו אלא לאורו; אלא עדות היא לבאי עולם שהשכינה שורה בישראל.
En consecuencia, es la Menorá, que representa a la Presencia Divina, lo que D’os eligió como el vehículo para demostrar milagrosamente Su Providencia Divina. Todavía
...