Lo que es el Pensamiento Social Cristiano

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Lo que es el Pensamiento Social Cristiano

Básicamente, el Pensamiento Social Cristiano es el ejercicio ético de las iglesias que aborda los dilemas morales que se presentan en nuestra convivencia social, política y económica (VER), considerando como criterio de juicio las enseñanzas de Jesús de Nazareth (JUZGAR) y teniendo como finalidad orientar la acción para el desarrollo tanto del individuo como de la sociedad (ACTUAR). Desglosemos poco a poco esta definición.

El PSC como ejercicio ético de las iglesias. Existen dos palabras griegas que nos ayudan a entender lo que significa ética: ńθος (éthos) y êθος (se pronuncia también éthos). La primera de ellas hace referencia al “gran establo” donde vivimos: nuestro país, nuestra ciudad, nuestra familia, es la morada donde nos sentimos protegidos y acogidos; y para lograr que ese espacio proporcione seguridad y calidez se construyen leyes (νóμος, nomos), límites impuestos por la sociedad (o familia), como garantía de que será el lugar adecuado para el crecimiento de todos los que viven allí. La segunda palabra griega hace referencia al “calor humano” que hace habitable un espacio, convirtiéndolo en hogar donde se alcanza la plenitud a los miembros que allí con-viven mediante la propuesta de un modelo ideal de conducta. Por tanto, a partir de esta doble etimología, cuando se habla de “ejercicio ético de las iglesias” se hace referencia a la reflexión que hacen los miembros de las comunidades cristianas sobre el modo preferible de conducirse (êθος) en un espacio determinado (ńθος), cuestionando incluso si las leyes vigentes (νóμος) son las más apropiadas para el pleno desarrollo de todos los miembros y, en su caso, modificarlas.

El segundo elemento de la definición de PSC incluye el objeto de estudio, que son los dilemas morales propios de nuestra convivencia social, política y económica. El libro primero de la “Política” de Aristóteles nos descubre al ser humano como un “animal político” o, siguiendo otras propuestas de traducción, “animal social” o “animal público”, según el discípulo más conocido de Platón somos irremediablemente con los demás; en la Atenas antigua quien tenía el estatus de ciudadano tenía el compromiso de participar y decidir sobre los problemas de la ciudad, quien no cumplía con esta obligación era llamado idiótes (ἰδιώτης), eran conocidos con ese apelativo porque sólo se ocupaban de sus propios asuntos (ἴδιος, ídios, que significa privado o particular) desairando los problemas de la ciudad. El desinterés por los asuntos políticos no era bien visto en la Grecia clásica, el idiota era el ciudadano que sólo se preocupaba por sí mismo atendiendo sus intereses privados, sin atender los intereses públicos. Lo queramos o no, los problemas sociales, políticos y económicos de la sociedad nos afectan (son nuestros), si no nos involucramos en la solución de los dilemas morales que allí aparecen, otros lo harán y tomarán la decisión que convenga a sus intereses, no necesariamente a los intereses de todos; al final, la indiferencia siempre “cobra factura” en nuestra calidad de vida.

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