Los Pitufos
Enviado por ncarvaj6 • 21 de Julio de 2012 • 965 Palabras (4 Páginas) • 909 Visitas
LA PRAXEOLOGÍA: UNA TEORÍA DE LA PRÁCTICA
Carlos G. Juliao Vargas
Eudista
Vicerrector Académico
Corporación Universitaria Minuto de Dios
A modo de preámbulo
La Organización Minuto de Dios ha pretendido, desde sus inicios, formar el hombre
nuevo y crear auténticas comunidades, en lo posible autogestionarias. El facilitar que
las familias sin recursos pudiesen adquirir una vivienda fue apenas el comienzo de
un proceso que, poco a poco, centró en la educación integral del ser humano y de la
colectividad, sin descuidar la generación de empleo, la mejor utilización de los
recursos naturales y culturales y la salud física y espiritual de los integrantes del
núcleo comunitario. Todo esto, se ha realizado con el uso visionario de los medios de
comunicación. De ese modo, y de acuerdo con el papa Paulo VI, el Minuto de Dios
busca, para todo hombre y para todos los hombres, “el paso de condiciones de vida
inhumanas a condiciones más humanas”, en términos de lo que hoy llamamos
desarrollo humano y social sostenible.
Para el padre Rafael García-Herreros siempre fue claro, y lo es ahora para los
seguidores de su obra, que la educación tiene una doble función: por un lado, facilitar
el ingreso a la vida y a la humanidad mediante los aprendizajes primordiales para el
desarrollo de la persona como ser integral y, por otro, crear condiciones para la
incorporación a la sociedad por medio de la formación profesional, del sujeto social y
del ciudadano. Ésta ha sido la práctica de la Organización Minuto de Dios a lo largo
de cincuenta años.
La Corporación Universitaria Minuto de Dios nació hace diez años como fruto de
dicha experiencia (praxis) y pretende formar los profesionales integrales que el país
necesita. Además, como otra de sus funciones sustantivas, realiza un proceso de
sistematización, de producción de conocimientos (investigación), de construcción
epistemológica (praxeología) a partir de dichas prácticas sociales, comunitarias,
educativas, siempre consideradas bajo el ángulo de su pluralidad, de su
heterogeneidad y de su multireferencialidad. Obviamente, cumple una tercera
función: la proyección social para continuar la obra de interacción social y educativa
desarrollada por el Minuto de Dios. La experiencia acumulada ofrece así, en términos
de lo que podríamos llamar un pensamiento complejo, un terreno fértil de prácticas
sociales y profesionales y la ocasión de una reflexión teórica particularmente
enriquecedora.
Cuando la Corporación Universitaria Minuto de Dios comenzó esta reflexión,
inicialmente en su Facultad de Educación, indagó acerca de lo que se dio por llamar
pedagogía social. Es lógico, estábamos convencidos de que el Minuto de Dios había
trabajado por la comunidad en términos educativos y había hecho escuela; por otro
lado, fue clara su insistencia en presentar planteamientos sociales innovadores. De
ahí que habláramos de pedagogía social. Sin embargo, en Colombia se conocía
poco de ella, casi no se había escrito nada al respecto1. La búsqueda nos llevó a
España y Europa. Todos aquellos procesos educativos que se realizaban más allá de
la escuela se entendían como pedagogía social, al modo de una didáctica no formal
1 De hecho, exceptuando la reflexión y la práctica de la Fundación Universitaria Luis Amigó, con su pedagogía
reeducativa y su especialización en pedagogía social, fue muy poco lo que encontramos en Colombia, a no ser
que nos
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