Los valores de la imagen de Dios
Enviado por Estefania_Be • 10 de Mayo de 2012 • Informe • 407 Palabras (2 Páginas) • 677 Visitas
Dios es el símbolo para expresar la realidad absoluta, la realidad que se presenta como la Verdad y el Bien, como el infundado ámbito objetivo que puede servir de fundamento a la existencia por encontrarse más allá de ésta y darle un sentido. Todo aquello que sirve a los hombres para dar un sentido a la vida, pero que sin embargo se pone fuera de la vida, es semejante a Dios: la Naturaleza, el Progreso, la Revolución, la Ciencia, tomadas como realidades absolutas son el análogo a Dios. Cuando Nietzsche declara que Dios ha muerto quiere indicar que los hombres viven desorientados, que ya no sirve el horizonte último en el que siempre se ha vivido, que no existe una luz que nos pueda guiar de modo pleno. Esta experiencia de la finitud, del sentirse sin remedio desorientado es necesaria para empezar un nuevo modo de vida. En este ensayo voy a explicar como se dio la muerte de Dios y explicare que para nosotros no murió, sino que todavía sigue presente en esta época.
En primer lugar la muerte de Dios comienza con el análisis de la trayectoria del pensamiento occidental, este análisis le llevará a Nietzsche a introducir la idea de la muerte de Dios. Dios había sido la brújula del hombre occidental. Pero el hombre ha ido matando a Dios sin darse cuenta, sacándolo poco a poco de su pensamiento y de su cultura. Al descubrir la muerte de Dios el hombre queda desorientado, su vida pierde totalmente el sentido. La muerte de Dios es, en realidad, la muerte del Dios, para quienes sólo hay un Dios y una verdad, y el responsable de ello es el hombre. Al cobrar conciencia de ello el hombre sustituye a ese Dios y a esa verdad única por muchos otros dioses y otras verdades, en un intento desesperado por salvar los valores de esa imagen de Dios. A pesar de ello, con la caída del Dios y los valores que tienen no pueden seguir existiendo, no encuentran justificación trascendental alguna. Nietzsche sostenía que las creencias en Dios, se ha revelado inconsistente; que su origen no se encuentra sino en el hombre, en el hombre débil y sufriente que no puede superar por sí mismo su dolor y busca consuelo en el más allá. Por eso habla de la "muerte de Dios" y propone un nuevo tipo de hombre: el superhombre.
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