Mi Vida En Cristo

2- Llegar a conocer a Cristo, para muchas personas puede ser muy fácil, pues el mundo constantemente nos está ofreciendo diferentes religiones y doctrinas por las cuales tratan de vender más una imagen, un prototipo, un medio por el cual solo buscan vender y explotar a una población, más que promover su fe y crear grandes personas para el mundo. Pero es muy diferente cuando por primera vez conoces una comunidad donde no suelen llamarse religiosos, sino personas de Cristo, seguidores de Él, y experimentas el gran gozo de su presencia, y el maravilloso amor que Dios tiene para nosotros. Conocer de Alfa y Omega para muchos, puede haber sido por medio de una evangelización, o por un redil, o por una encuesta o cartas evangelísticas, en fin hay varios medios, pero mi caso fue muy especial porque una amiga me invito a una de las reuniones y casualmente era a la de acción de gracias, que a mi parecer es la mejor de cada mes, sin explicarme a donde me iba a llevar ni cómo era la experiencia que iba a vivir ese día. Mi alma estaba turbada por la depresión y no le encontraba sentido a muchas cosas que tenía alrededor, especialmente a la vida, y fue muy duro reconocer que estaba sola, fue muy duro saber que llevaba muchos años de mi vida desperdiciados tratando de llenar ese vacío que me dejaba la depresión con cosas que solo me daban felicidad espontanea. Pero el día en el que recibí a Jesucristo en mi corazón las cosas cambiaron totalmente, mi vida dio un giro completo de 180°, mi depresión se desapareció, y no fue fácil porque es una lucha constante contra la debilidad del alma que todos los días tengo que enfrentar, pero de algo estoy tranquila y segura, Jesús nunca me abandona y siempre está conmigo, sin permitir que mi pie tropiece con piedra alguna, consolando mi tristeza y convirtiendo mi llanto en alegría, dándome cuenta que tengo un propósito de vida. Mi familia en la fe ha actuado de una forma maravillosa, y creo plenamente en ellos, porque sé que son enviados de Dios para la salvación de personas, que como yo, buscamos llenar ese vacío pero que no sabemos que está en frente de nosotros y que lo único que debemos hacer es quitarnos la venda de nuestros ojos y seguir su camino. Mi paso y mi continuidad por Alfa y Omega es una experiencia que a veces se vuelve inexplicable, que me llena de amor, de felicidad, de paz, de salvación, de bendiciones, y fue la mejor decisión de mi vida seguir este camino, el camino que muchos conocen, pero pocos tenemos la valentía de seguir en él y enfrentarnos al mundo como grandes luchadores que somos, gracias al infinito poder de nuestro Padre Celestial. Por eso nos llamamos LOS POCOS, LOS DE FE, LOS MARINES.

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