Mi Vida Ya No Es Vida
Enviado por Mayra1385 • 26 de Septiembre de 2012 • 768 Palabras (4 Páginas) • 399 Visitas
Mi vida ya no es vida
Yo he pasado por muchas situaciones en esta vida, unas que ni te imaginas. Fue normal para mi ver como mi padre era infiel y hacia dinero fácilmente. Fue normal ver como mi hermana mayor vendía su cuerpo solo por placer. Fue normal ver a mi grandísimo ejemplo a seguir, si aja.... a mi queridísima amiga, la que nunca estuvo... irse de mi casa olvidándose de su familia, de mí, su supuesto bebe si, te hablo de mi madre. En fin, como mi casa se destruía poco a poco sin que le importara a nadie, como explotaban los sentimientos atreves de la violencia como la erupción de un volcán. Pero mejor comencemos desde el principio. Hola, mucho gusto mi nombre es Joseph Luis y te cuento mi historia. Mi padre es el velador del punto de drogas, desde pequeño nunca me atendió, siempre llegaba a mi casa en una nota hasta las nubes, me exigía mas de lo que yo podía hacer, me pegaba y me maltrataba. Rápido que sentía sus pasos por el pasillo me escondía bajo la cama a llorar, pero siempre me encontraba. Me decía que fui el peor error en su vida, quería que fuera un hombre, cuando era un niño. ¿Juguetes yo? no, tenía que acompañarlo a su supuesta profesión y cubrirlo de mi mama. En mi cuarto grado me saco de la escuela, el único sitio donde me podía sentirme libre, donde podía ser un niño, donde podía jugar y aprender, en fin donde podía ser yo. Me acuerdo que siempre en el recreo le pedía dinero a mi maestra para comprarme un limber, mi favorito el de uva y luego jugaba rescate y pillo policía con mis amigos. En las navidades ellos contaban de sus regalos lujosos y divertidos, y yo me quedaba callado, pues mi padre se emborrachaba y traía mujeres a la casa y yo la pasaba con mis abuelos haciendo nada. Mi hermana, la princesa de casa, la más buena y la reina. Los dos sufrimos mucho, pero ella siempre fue la preferida. Entre los dos tomamos nuestras decisiones, la de ella fue venderse para hacer dinero, pero por la internet. También en la escuela en la hora de almuerzo traía diferentes chicos a la casa para “jugar sin ropa” si, mi santa y hermosa hermana. Y mi mama, de ella solo te digo que se fue, nos abandono cuando le ofrecieron un trabajo en los Estados Unidos, se fue y nos dejo ¡Qué clase de madre! Dentro de mi institución de familia, no sabía qué hacer. Te cuento las opciones que tome: la primera fue el alcohol, me daba de esas borracheras que no te acuerdas de lo que hiciste, le llamaba las “Hangover nights”, el party full con el pali en la oreja. Todos me veían feliz y contento. Estaba con 3 o 4 mujeres a la semana jugando de esos juegos. Me vivía cada día de fiesta en fiesta, era lo más obvio.
Hasta que llego ella. Ella, la que me robo el corazón, ella la que me enamoro, ella la que me conquisto. Solo ella me hacía sentirme de esa manera especial, la ame, la respete, le bajaba las estrellas y amaba sus ojos de perlas. Solo ella era la que tenía el control
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