NO TE METAS EN MI VIDA
Enviado por javiladl • 30 de Noviembre de 2013 • 1.480 Palabras (6 Páginas) • 461 Visitas
¡¡NO TE METAS EN MI VIDA !!
Recordaba una ocasión en que escuché a un joven decirle a su Padre: ¡¡¡NO TE METAS EN MI VIDA!!!
Ésta frase caló hondamente en mí, tanto, que muy frecuentemente la recuerdo en la relación de padres e hijos y me imaginaba yo siendo aquel Padre y lo que le Respondería a Mi Hijo:
HIJO, YO NO ME METO EN TU VIDA: TÚ, TE HAS METIDO A LA MÍA !!
Hace 17 años, gracias a Dios, y por el amor que mamá y yo nos teníamos, llegaste a nuestras vidas, ocupaste nuestro tiempo, durante casi tres meses, mamá se sintió mal, no podía comer, todo lo que comía lo devolvía, y tenía que guardar reposo.
Yo tuve que repartirme entre las tareas de mi trabajo y las de la casa para ayudarla.
Ya no podíamos ir a todas las reuniones, no frecuentábamos tanto a los amigos. De hecho, de muchos de ellos nos separamos por ti...
Los últimos meses, antes de que llegaras a casa, mamá no dormía y no me dejaba dormir; yo tenía que despertar temprano para ir a trabajar, mas sin embargo me tenía que esforzar por ser paciente y ayudar a mamá a que se sintiera mejor, para que tú estuvieras bien.
Los gastos aumentaron increíblemente, tanto que gran parte de lo nuestro se gastaba en ti: en un buen medico que atendiera a mamá y la ayudara a llevar un embarazo saludable, en medicamentos, en la maternidad, en comprarte todo un guardarropa. Mamá no veía algo de bebé que no lo quisiera para ti, una cuna, un moisés, una carreola, todo lo que se pudiera con tal de que tú estuvieras lo mejor posible. Ni siquiera me di cuenta cuando deje de comprarme cosas para mi, y tú sabes que los equipos de sonido y PC´s son mi delirio.
. . ¿NO TE METAS EN MI VIDA?
Llegó el día en que naciste, hay que comprar algo para darles de recuerdo a los que te vinieran a conocer, ( DIJO MAMÁ), hay que adaptar un cuarto para el bebé.
Desde la primera noche no dormimos. Cada tres horas, como si fueras una alarma de reloj, nos despertabas para que te diéramos de comer. Otras te sentías mal y llorabas y llorabas, sin que nosotros nos sintiéramos tranquilos, pues a veces no sabíamos que te sucedía y hasta llorábamos contigo
. . . ¿NO TE METAS EN MI VIDA?
Todas las enfermedades te dieron y nosotros tuvimos que suspender muchas de nuestras salidas: Mamá ya estaba muy bien arreglada para ir a alguna reunión (después de meses de no salir) , yo estaba a punto de pasar por ella y me llamaba: cambio de planes, el niño tiene temperatura, no podremos ir. . .
...¿NO TE METAS EN MI VIDA?
Empezaste a caminar, yo no sé cuando he tenido que estar más detrás de ti, si cuando empezaste a caminar o cuando creíste que ya sabías. Ya no podía sentarme tranquilo a leer el periódico o a ver el partido de mi equipo favorito, porque para cuando acordaba, te perdías de mi vista y tenía que salir tras de ti para evitar que te lastimaras.
. . ¿NO TE METAS EN MI VIDA?
Todavía recuerdo el primer día de clases, cuando tuve que llamar al trabajo y decir que no podría ir, ya que tú en la puerta del colegio no querías soltarme y entrar, llorabas y me pedías que no me fuera; tuve que entrar contigo a la escuela, tuve que pedirle a la maestra que me dejara
estar a tu lado ese día en el salón para que fueras tomando confianza;, después de tanta confianza que tomaste, hasta te olvidaste de mi. La mayoría de las veces no sólo ya no me pedías que no me fuera, te olvidabas de despedirte cuando bajabas del auto corriendo para encontrarte con tus nuevos amiguitos.
. . ¿NO TE METAS EN MI VIDA? Del colegio, recibía muy seguido notas: no hace caso, es indisciplinado, platica mucho, pelea con los demás, no quiere hacer sus tareas, se la pasa en los sanitarios, rayó la libreta de su compañerito, se lastimó un pié, se rompió una mano... y aparte tengo que pagar para que asistas?
Fuiste creciendo y contigo fueron creciendo las aventuras, al grado que un día tuve que suplicar al director que no te expulsara.
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