Microbiologia Y Religion
Enviado por lehia_201 • 1 de Noviembre de 2013 • 683 Palabras (3 Páginas) • 438 Visitas
Éramos muy pobres y mi madre nunca aprendió a leer. Vivíamos cerca de la ciudad de Taipéi, en una zona propensa a las inundaciones. Criábamos cerdos y cultivábamos vegetales. Mis padres me enseñaron la importancia de trabajar con empeño y ayudar a la gente.
¿Su familia era religiosa?
En casa éramos taoístas. Hacíamos sacrificios al dios cielo, pero no sabíamos nada de él. Recuerdo que siempre me preguntaba: “¿Por qué sufre la gente? ¿Por qué hay tanto egoísmo?”. Leía libros de taoísmo y budismo, y de historia occidental y oriental. Incluso fui a un par de iglesias. Pero no lograba encontrar respuesta a mis preguntas.
¿Por qué decidió estudiar ciencias?
Me gustaban las matemáticas y me fascinaba la forma en que las leyes físicas y químicas gobiernan la estructura de todo lo que existe, desde los diminutos microbios hasta el vasto universo. Quería comprender esas leyes.
¿Por qué creía que la evolución era un hecho comprobado?
Porque nunca me enseñaron lo contrario. En la escuela y en la universidad no oía hablar más que de la evolución. Y, claro, como era investigadora de una de las ciencias de la vida, se suponía que la aceptara.
Como era investigadora de una de las ciencias de la vida, se suponía que aceptara la evolución
¿Por qué comenzó a leer la Biblia?
En 1996 me fui a Alemania a estudiar un posgrado. Al año de estar allí conocí a una señora llamada Simone. Era testigo de Jehová y se ofreció a contestar mis preguntas con la Biblia. Dijo que en ese libro se explica cuál es el propósito de la vida, y me picó la curiosidad. Empecé a levantarme todos los días a las cuatro y media de la mañana para leer la Biblia una hora y luego daba una caminata para meditar. La leí completa en un año. Me sorprendió la exactitud de sus profecías. Poco a poco me fui convenciendo de que venía de Dios.
¿Qué creía usted sobre el origen de la vida?
Cuando comencé a pensar seriamente en el tema, a finales de los noventa, los biólogos moleculares estaban descubriendo que la composición química de los seres vivos es mucho más compleja de lo que creían. Claro está, desde hace mucho tiempo han sabido que las proteínas de la célula son las moléculas más complejas que existen. Pero ahora estaban observando por primera vez la forma en que los compuestos proteínicos se organizan para formar máquinas elegantemente complicadas. Una máquina molecular puede constar de más de cincuenta proteínas. Y hasta la célula más simple necesita un “taller” completo para producir energía, duplicar información y controlar el acceso por las membranas, entre otras cosas.
¿A qué conclusión llegó?
Me pregunté: “¿Cómo pudieron alcanzar este grado de diseño las máquinas proteínicas?”.
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