NOCIÓN Y NATURALEZA MORAL CATOLICA
Enviado por james07 • 1 de Septiembre de 2014 • 5.023 Palabras (21 Páginas) • 307 Visitas
NOCIÓN Y NATURALEZA DE LA TEOLOGÍA MORAL
1.- NOCIÓN Y OBJETO DE LA TEOLOGÍA MORAL
La ciencia teológica, además de estudiar las verdades cristianas, también se ocupa del modo de comportarse el creyente en Jesucristo, pues el cristiano no sólo cree, sino que vive. La razón última es que, al modo como la ciencia ética es una parcela del saber que acompaña siempre la reflexión del hombre, de modo semejante, cuando el cristiano reflexiona sobre su fe, inmediatamente es reclamado para que piense sobre el modo que debe orientar su vida. De ahí que, desde siempre, la existencia cristiana se considere bajo dos aspectos: las creencias que profesa y la moral que vive. Pues bien, la Moral es la parte de la Teología que estudia las costumbres que debe entrañar la vida de los que creen en Cristo.
“Teología”, según la etimología griega (lógos-Zeoú), es “la ciencia acerca de Dios”. La Teología es la “ciencia de la Fe” y tiene origen en la fe misma del creyente que quiere entender aquello que cree. De aquí que, desde San Anselmo (siglo XI), se define a la Teología como “la fe que busca una comprensión”. Por consiguiente, es la fe misma la que urge al creyente a que explique racionalmente las realidades en las que cree. La Teología es, pues, una ciencia racional, humana, que hace el creyente a partir de los datos que Dios ha revelado acerca de sí mismo y sobre todas las cosas vistas desde Dios. Esta ciencia se denomina, propiamente, Teología Dogmática, pues versa sobre las verdades -dogmas- que creemos.
Pero el cristiano no sólo cree en ciertas verdades, sino que la fe también le enseña y le impone una conducta moral concreta. Pues bien, la Teología Moral es la parte de la Teología que, a partir de la fe, reflexiona sobre cómo y por qué el cristiano debe vivir de un determinado modo, con el fin de alcanzar la bienaventuranza feliz.
El “objeto” de la Teología Moral es la vida entera del hombre, pues la eticidad es propia de la persona y no sólo de algunos aspectos de su vida. En consecuencia, la moralidad abarca la totalidad de la existencia del hombre y de la mujer. Y, dado que el hombre es social por naturaleza, la vida moral no afecta sólo a la vida personal del individuo, sino también a su actitud en la convivencia humana.
2.- RELACIÓN ENTRE LA TEOLOGÍA DOGMÁTICA Y LA TEOLOGÍA MORAL
Teología Dogmática y Teología Moral forman una sola ciencia. Tomás de Aquino afirmó que la Teología “es átoma”; es decir, que no tiene partes. Y la razón es que el cristianismo es una profunda unidad: a partir de las verdades que Dios ha revelado acerca de su ser y sobre el hombre, éste ha de configurar su vida de acuerdo con esa revelación divina. De ahí que deba aceptar una serie de realidades (cuando son conocidas se convierten en “verdades”) y un determinado modo de actuar. En este sentido, la vida del creyente está conforme con lo que cree, y sus creencias se encarnan en la vida.
Sin embargo, por necesidad de atender y diferenciar esos dos aspectos de la existencia humana: lo que se cree y cómo se vive, lentamente, la ciencia teológica se ha dividido en esos dos grandes tratados: la Dogmática y la Moral.
La Teología Moral está también íntimamente unida a la Teología Espiritual. Hasta hace poco, las dos eran ciencias muy separadas, hasta el punto que daba la impresión de que se dirigían a dos clases distintas de cristianos: La Teología Espiritual tenía a la vista a los más perfectos y la Teología Moral a los que simplemente se contentaban con no pecar. Pero, a partir del Concilio Vaticano II que subrayó la “llamada universal a la santidad” de los bautizados, la Teología Moral demanda a todos los cristianos que orienten su vida a la perfección. En consecuencia, ambas partes de la Teología apenas se diferencian. La Moral enseña que los bautizados han de vivir un estilo de vida de acuerdo con su condición de hijos de Dios, y la Espiritual señala los medios y las etapas que deben seguir para llevar a plenitud esa excelsa vocación de cristianos.
3.- BREVE HISTORIA DE LA TEOLOGÍA MORAL
Como se ha indicado, la Teología Moral se elaboró como ciencia unida a la Teología Dogmática; pero, lentamente, ambos tratados se han ido separando. Cabe señalar las siguientes etapas o períodos:
1. La predicación de Jesucristo aunaba de continuo las enseñanzas sobre Dios Padre, su forma concreta de relacionarse con el hombre, sus sentimientos hacia la humanidad, etc. y, al mismo tiempo, Jesús enseñaba acerca de la manera de comportarse el hombre con Dios, consigo mismo y con los demás. Así, Jesús hablaba de que era preciso cumplir la voluntad divina, de cómo habíamos de rezar, cómo debíamos amarnos unos a otros... En ocasiones, Jesús indica una serie de malas acciones que el hombre debe evitar y de actos que debe cumplir, etc. (Mt 15, 10-20).
2. De acuerdo con la enseñanza de Jesucristo, los demás escritos del NT recuerdan cómo los cristianos deben cumplir “los mandamientos del Señor” (1 Jn 2, 3). Igualmente, los escritores sagrados responden a los cristianos que les hacen preguntas acerca de cómo han de comportarse en tantas situaciones nuevas en las que se encuentran en medio de la sociedad pagana (1 Cor 12-15). De este modo, el mensaje moral cristiano se enriquece deduciendo de la doctrina de Jesús aspectos nuevos para la conducta de los recién bautizados.
3. Este mismo criterio se siguió en los primeros siglos de la Iglesia. Los cristianos se encontraron con situaciones bien distintas de las que observaban los judíos de Palestina en tiempo de Jesús (Hech 15,6-33). Era preciso saber cómo tenían que actuar en las variadas circunstancias en que vivían; por ejemplo, si debían o no servir en el ejército y hacer la guerra, si estaban obligados a pagar tributo, si debían obedecer a una autoridad pagana que los perseguía, cuál era la condición de los esclavos, cómo debían comportarse los esposos cristianos, etc. etc. Pues bien, los Santos Padres, a partir de las enseñanzas del NT, elaboraron una doctrina que daba respuesta a las distintas circunstancias en que se encontraban los bautizados.
4. De este modo, aparecieron algunos escritos dedicados fundamentalmente a cuestiones morales. Es el caso, por ejemplo, de la Dídaje (final siglo I), que utiliza la parábola evangélica de los “dos caminos” (Mt 7, 13), con lo que pretende destacar la importancia de las decisiones morales para nuestra salvación (cfr. CEC, 1596). Clemente Alejandrino (+ 215), que escribió El Pedagogo, obra que contiene abundante doctrina moral, pues tiene a la vista al cristiano que vive en medio de una
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