No Renuncies A Causa De Los Gigantes.

Comencemos con una pequeña línea de tiempo:

Promesa a Abraham, su nieto Jacob entra a Egipto como invitados por la sequía y después los hicieron esclavos, luego el Señor prepara un libertador para el pueblo “Moisés”, saca al pueblo de Egipto y el propósito es conducirlos a la tierra prometida, tiempo después están cerca de esta y envían a 12 espías, entre ellos Josué y Caleb; estos 12 espías fueron enviados a reconocer la tierra por 40 días, todos ellos vieron lo que había en la tierra, que era una tierra de abundancia, en la que ciertamente fluía leche y miel; pero en esta tierra también había gigantes, gigantes que tenían que ser vencidos y expulsados de la tierra prometida.

Todos los espías vieron aquellos gigantes, sin embargo no todos pensaban igual, El 80 % de los espías, dijeron: “Son gigantes, son mucho más fuertes que nosotros, no podremos en contra de ellos”; pero había un 20% que dijeron: “nosotros podremos más que ellos, y les fue entregada la tierra prometida”.

Características inquebrantables en Caleb.

Fe. (Números 14:1) a pesar de que la mayoría de los espías pensaba lo contrario, el sostuvo su fe y le creyó al Señor.

Obediencia. (Números 14: 8-9), por el contrario de la gente que quería designar otro líder en lugar de moisés y volver a Egipto.

Valentía (Josué 14:6,12), fue valiente al enfrentarse a la multitud de joven, pero su valentía no menguo con el tiempo pues el mismo se encargaría de echar a los habitantes de Hebrón la tierra que le dieron por heredad cuando tenía 85 años.

Nosotros, como el pueblo de Israel, en nuestra vida también tenemos batallas que librar, gigantes que derrotar, antes de poder poseer la tierra donde fluye leche y miel. Antes de llegar a esa tierra donde no abra más llanto ni dolor.

En nuestra vida, en algún tiempo determinado, siempre nos encontraremos con gigantes. Ya sean estos vida anterior, enfermedad, escasez, pobreza, etc.

El propósito, de estos gigantes, es que tú renuncies a la tierra prometida, abandones y vuelvas a Egipto, pero no te rindas, satanás quiere que renuncies, pero has ahora un alto y piensa, donde estaba yo, hace 2 meses, 1 año, 2, 3, 4, 5, no se hace cuanto hayas iniciado el camino, lo que si se, es que la condición en la que estábamos en Egipto, no es la misma, a la que disfrutamos ahora, porque ahora aunque se nos enfrenten los gigantes, podemos tener la paz del Señor.

En varias ocasiones, he platicado con algunos hermanos, en crisis, los cuales en ese momento lidian con gigantes. Has un alto, mira tu vida anterior, y la vida de hoy, vale la pena luchar como Caleb en contra de los gigantes para llegar a la tierra prometida.

Pero de cualquier manera, los que estamos aquí, podemos decir de alguna manera: “Ebenezer: hasta aquí nos ayudo Jehová”.

Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado;

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