Padre perdónales porque no saben lo que hacen
Enviado por Betsabe Velásquez • 6 de Junio de 2023 • Documentos de Investigación • 4.232 Palabras (17 Páginas) • 40 Visitas
Primera palabra:
“Padre perdónales porque no saben lo que hacen “
No encuentro en él ningún delito que merezca la muerte; así que le castigaré y le soltaré. Pero ellos insistían pidiendo a grandes voces que fuera crucificado y sus gritos eran cada vez más fuertes.
Jesús dijo en esta primera palabra Lucas 23,24. “Padre perdónales porque no saben lo que hacen”, entender esta palabra nos ayuda a entender el contexto, imagínense a Jesús hay en la cruz, todos lo abandonan, lo insultan, lo niegan, lo traicionan, lo están matando y ahí en este contexto pronuncia esta palabra, pronuncia su perdón, esto nos enseña algo, que el perdón no es color de rosa, el perdón cuesta, el perdón duele, pero precisamente porque duele, por eso debo perdonar, el perdón es efecto cuando alguien ha tenido la culpa, ahí yo le otorgo el perdón, porque me duele, porque me siento ofendido , hay cabe el perdón, el perdón no es fácil. Jesús nos enseña a perdonar en el acto, Jesús no espera , en el mismo momento que está sufriendo, muriendo, abandonado, pronuncia su palabra de perdón, “Padre perdónales porque no saben lo que hacen”, muchas veces nosotros posponemos el perdón , posponemos la reconciliación y es ahí el problema, es ahí donde empieza los resentimiento, es ahí donde empieza el rencor, porque no perdonamos en el momento, no es fácil pero si no lo hacemos en el momento vamos a ir guardando rencor tras rencor en nuestra vida.
Esta palabra también agrega esto “ No saben lo que hacen” y lo podemos relacionar este texto con el de Mateo 25: aquel donde dice Jesús, “Todo aquello que hicieron con uno de mis más pequeños conmigo lo hicieron y todo aquello que dejaron de hacer con unos de mis más pequeños conmigo lo dejaron de hacer”, a cuantos hoy Jesús nos reprocharía esto, no saben lo que hacen, por ejemplo cuantos de nosotros, hemos despreciado y no sabemos que estamos depreciando al mismo Cristo, a cuantos nosotros hemos insultado y no nos damos cuenta que estamos insultado al mismo Cristo , a cuantos hemos asesinado, hemos calumniado, ofendido, hemos echado de menos, sin saber que estamos despreciando, insultando, matando al mismo Cristo: por eso Jesús pronuncia, padre perdónales, muchas veces si sabemos lo que estamos haciendo y me atrevo a decir cuantas veces hemos pecado, pero como voy a ir confesarme el fin de semana voy a seguir pecando, hay ya seria Padre Perdónales porque si saben lo que hacen , eso es estar clavando nuevamente a Jesús, abusando de su misericordia, cuantas veces aun sabiendo que hacemos mal seguimos haciéndolo, aun sabiendo que hacemos daño a alguien nos empecinamos en hacer el mal,por eso hoy Jesús nos pide que meditemos , estamos en un tiempo de mucho egocentrismo, de insensibilidad, estamos perdiendo la Fe y nos dejamos llevar por el orgullo, no escuchamos, somos sordos a lo que Dios nos pide. En esta primera palabra diríamos “Padre perdónanos porque si sabemos lo que hacemos “.
Señor Peque ten misericordia de nosotros.
SEGUNDA palabra:
“Hoy estarás conmigo en el paraíso “
Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino, entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso. Y cuando era como la hora sexta, hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.
En un mismo ambiente dos personas pueden actuar totalmente distinto, eso nos enseña la segunda palabra de Jesús, esta palabra es fruto de un diálogo entre Jesús y sus compañeros de suplicio, que era dos ladrones, uno de los ladrones lo defiende el otro lo acusa, uno le dice acuérdate de mí cuando estes en tu reino, y la respuesta de Jesús da lugar a la segunda palabra de Jesús que hoy meditamos: Lucas 23,43. “Hoy estarás conmigo en el paraíso”, tenemos como referencia dos ladrones uno llamado bueno por consecuencia, el otro menos bueno, en las mismas circunstancias pero ambos con reacciones distintas, podríamos decir destinos distintos. Uno de los ladrones se une al ruido, se une a las condenas del montón, se deja llevar por lo que dicen todos, no tiene identidad, no tiene criterio, repite lo que los demás repiten, cuantos nos identificamos con este ladrón, personas sin criterios que siguen simplemente una moda, que siguen lo que dice la mayoría, que vota lo que votan por la mayoría, no tiene potestad su palabra. El otro ladrón el que es llamado el buen ladrón nos enseña dos cosas, nos enseña primero que el bueno no es el que nunca se equivoca, el bueno más bien es el que nunca se da por vencido, y se reconoce como tal y no se acomoda al pecado, pide auxilio a Dios, ese es el bueno, el ladrón seguramente tenía muchos crímenes, muchos robos de hecho, el diablo querrá que tú, te des por vencido. Lo segundo que nos enseña este ladrón es que fue el primer santo que defendió a Jesús, fue el primer santo canonizado por el mismo Jesús, el no tuvo miedo de defender y ponerse de lado de Jesús, cuantos hoy en día callan las injusticias, callan cuando atacan a Jesús, callan cuando atacan a la iglesia, cuantos se quedan en silencio cuando insulta a un sacerdote, cuantos se quedan en silencio y no defienden su fé, ¿A cuál de los dos ladrones te estarás pareciendo? El primero que entro al cielo exprés, pudiéramos decir fue aquel que no se quedo callado antes las injusticias, fue aquel que defendió al justo, hoy por ejemplo tantos abortos y seguimos repitiendo lo mismo. Aquel que defendió a Jesús fue que entro al cielo, de hay viene la segunda palabra de Jesús, por haberlo defendido , por no haberse dado por vencido y por no haberse confiado solo en sus fuerzas ,sino haber clamado a Dios, Jesús le dice ” Hoy estarás conmigo en el paraíso”, no seamos cobardes de defender la Fe, de defender a Dios, de defender a la iglesia, de defender al inocente, aunque todos griten lo contrario, aunque todos griten algo que quieran que aprobemos, no tengas miedo de ser como el buen ladrón, defender eso que Cristo defiende, a esos que lo hagan, Jesús hoy les dice “Hoy estarás conmigo en el paraíso”
Señor Peque, ten misericordia de nosotros
tercera palabra:
“Mujer he ahí a tu hijo, hijo he ahí a tu madre “
Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: Mujer, ahí tienes a tu hijo. Luego dice al discípulo: Ahí tienes a tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa.
Las últimas palabras de un moribundo son sagradas, cumplir el deseo de alguien que va a morir es primordial, pues bien, uno de los últimos deseos de Jesús fue dejarnos que cuidemos a su madre y dejarnos que ella cuide de nosotros, esa es la tercera palabra que pronuncio Jesús en la Cruz. Juan 19. 26,27.” Mujer he ahí a tu hijo, hijo he ahí a tu madre” el último deseo de Jesús. Un detalle que podemos concluir, es donde esta presente María, pasan cosas muy buenas , menciono algunos ejemplos: donde está presente la madre de Dios , la madre de Jesús, ahí pasan cosas maravillosas, imagínate, María estaba al pie de la cruz y el buen ladrón se convirtió, probablemente María intercedió por este buen ladrón, en pentecostés María en oración con los discípulos de Jesús, ahí se derrama el Espíritu Santo, en Caná de Galilea los novios estaban en crisis, se les había acabado el vino, María intercedió, y la crisis desapareció. Es más estas palabras: “Hijo ahí tienes a tu madre y madre ahí tienes a tu hijo”, Jesús se las dice a Juan que fue el discípulo amado, el único que no murió mártir, sino que murió de muerte natural, Juan fue el único que se mantuvo fiel hasta la Cruz, es decir, si María nos acompaña en nuestro caminar podremos lograr grandes cosas, porque ella no es Dios, pero intercede por nosotros, ella no hace milagros, pero los consigue como en las bodas de Caná, ella me da fuerza como a Juan para mantenerme fiel hasta el final, pudiéramos decir si por defender a Cristo el buen ladrón se gano el cielo, imagínate como no por defender a María, por cuidar de ella, ¿Que hijo no agradecería que alguien le cuide a su mamá?, que hijo no agradecerá que alguien la trate bien a su madre, por lo tanto cuidar a María es tenerla como nuestra intercesora , como en Cana de Galilea, como en la cruz, como en pentecostés, pero también donde esta María ahí seguramente estará Jesús, como nuestro abogado, Esta tercera palabra es entonces cumplir ese último deseo de Jesús, es dejarnos dar como el mayor regalo, los cristiano no estamos huérfanos, tenemos a una madre que nos ama, que nos cuida y que intercede por nosotros, que jamás nos deja solos, María acompaña a la iglesia, acompaña a cada hijo que se deje cuidar por ella, María se tomó muy en serio esto que le pidió su hijo: Ahí tienes a tu hijo Juan y a tus hijos, por eso se ha aparecido en México, Francia, Brasil, Honduras, Polonia, Italia etc. , porque se tomó muy en serio la palabra ¡ Madre ahí tienes a tu hijo¡, y nosotros que tan en serio nos hemos tomado el hijo ahí tienes a tu madre. Cuidemos de nuestra madre del cielo y de la tierra.
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