Persecución Judía En España Siglo XIV

La principal causa por la que en España los judíos fueron perseguidos deriva de la crisis del siglo

XIV, teniendo fuertes efectos económicos y sociales. Esta crisis fue ocasionada por malas cosechas,

hambruna y la mas fuerte de todas: la peste negra, teniendo un enorme impacto ya que tuvo

devastadoras consecuencias demográficas (muriendo aproximadamente la tercera parte de la

población) socioeconómicas y hasta políticas.

En su búsqueda de una explicación a esta situación era casi normal recurrir a todo tipo de causas

alocadas, como el atribuirlo a un castigo divino a los cristianos por permitir la presencia de la raza

deicida (los judíos) entre ellos; o culpar directamente a los judíos de propagar la peste y contaminar

los pozos (en su loca idea de que los judíos tenían el propósito de destruir la cristiandad). Todo este

deterioro en la convivencia, aunado a la fama que tenían los judíos de ricos, resulto en el estallido de

las primeras revueltas antijudías, lo que conllevo a matanzas, destrucción de algunas sinagogas o su

expropiación de las mismas, conversiones forzadas e inclusive una ola de emigraciones hacia

Portugal y el norte de África. Los cristianos obligaban a los judíos a convertirse al cristianismo con

amenazas de muerte, por eso mismo muchos judíos se vieron obligados en aceptar el bautismo para

salvar sus vidas, aproximadamente doscientos mil judíos aceptaron cambiar de religión pero algunos

de estos judíos seguían practicando su fe en secreto (criptojudios), los cristianos llamaban a todos

ellos en conjunto despectivamente “marranos”. Todos estos acontecimientos lograron que varias

comunidades judías prácticamente desaparecieran por completo.

Este acontecimiento es un claro ejemplo de imposición de creencias y pensamiento, del fanatismo

descontrolado y de las consecuencias mas graves que pueden llegarse a tener. Cada persona desde

el momento en que nace y hasta que muere tiene libre elección de pensamiento y sentir, y por lo tanto

una persona no puede decir a otra lo que es justo y correcto, ni siquiera la mas sabia, porque la

verdad no se encuentra en los seres humanos. Lo único que una persona verdaderamente posee es

el libre albedrio y por lo tanto cada quien debe defender sus creencias ante cualquier atentado,

porque nadie quiere recibir las consecuencias por algo en lo que ni siquiera cree con su propio

corazón.

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