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REFLEXIONES CRISTIANAS EN TORNO AL DERECHO A LA VIDA


Enviado por   •  3 de Febrero de 2016  •  Tarea  •  3.058 Palabras (13 Páginas)  •  691 Visitas

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REFLEXIONES SOBRE EL DERECHO A LA VIDA; PERSPECTIVA BIBLICA

1. Base bíblica que aboga siempre a favor del derecho a la vida de todos.

La base bíblica que aboga a favor del derecho a la vida de todos nos enseña  que la  vida humana tiene un carácter sagrado,  y que Dios el único dador y sustentador  de la vida,  es quien da y quien quita la vida, por tanto el hombre no debería incurrir en tan grave error de dar fin a una vida porque está desafiando tanto a la soberanía de Dios como a la dignidad del hombre.

Desde el principio la Biblia revela que es así porque los seres humanos son creados a la imagen de Dios (Génesis 1:27; 2:4-25), lo cual les confiere una dignidad suprema que nadie puede violar. Esa imagen divina fue estropeada, pero no destruida por la caída del hombre al pecado. Asimismo, en Génesis 4, al leer  la historia de Caín y Abel observamos el valor que Dios da a la vida humana. La verdad primordial que surge de estos versículos, es que la vida humana es sagrada, distinta en naturaleza y diseño a cualquier otra vida.

Asimismo, la Biblia revela el intenso interés de Dios acerca de cada vida humana desde la concepción. Dios dijo a Jeremías “Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué” (Jeremías 1:5).

Una mención especial merece el tema del aborto, pues  la Biblia echa por tierra el argumento principal de los proabortistas que les sirve de base para su “actividad criminal”. Ellos dicen que  el  feto no es una persona  y por tanto pueden interrumpir el embarazo si la mujer así lo desea. La enseñanza bíblica la encontramos en el Salmo 139, donde el salmista nos refiere el carácter humano del embrión desde su concepción. El Salmo 139 junto con Job 10:8 nos hablan de que fuimos creados por Dios, si bien no aportan información científica  sobre la maduración del feto, si que testifican que la formación de una nueva vida  es obra de la capacidad creativa de Dios. El salmo también nos aporta información sobre la continuidad de la persona a lo largo de las distintas etapas de desarrollo. Es decir, el salmista es consciente de ser persona  tanto en estado embrionario como en las diversas formas posnatales. Por último, el salmo nos habla de la comunión personal entre Dios y el hombre, siendo Dios el que inicia esta relación personal, dado lo cual podemos decir que somos personas porque él nos ha creado, nos ama y nos conoce desde el vientre materno. Afirmamos por tanto,  que el feto es una vida humana desde su concepción y que aunque tiene que madurar, tiene la potencialidad  de continuar su desarrollo hasta llegar a ser una persona plena.

       Hasta aquí hemos visto que la Biblia enseña que la vida es sagrada y que comienza en la concepción, por tanto podemos decir que la vida humana es un derecho que debe ser reverenciado y protegido desde la concepción. Dios exige la protección de la vida humana; el mandamiento  “no matarás” (Éxodo 20:13) pone la vida humana en manos de Dios, y no de los hombres. Sólo Dios tiene potestad para arrebatar la vida a un ser humano;  Dios aborrece las manos derramadoras de sangre inocente (Proverbios 6:16-17). En Génesis 2:7; Colosenses 1:17 vemos que Dios es el dador y sostenedor de la vida, dado lo cual entendemos que aún aquellas vidas más frágiles   (personas discapacitadas,  vidas por nacer, ancianos) son vidas humanas sagradas y que tienen el derecho de seguir viviendo, dado lo cual la Biblia demanda  reverencia hacia las mismas y no aprueba que nadie pueda atentar contra ellas.

Como cristianos tenemos la responsabilidad de  defender el derecho a  la vida de las personas porque es sagrada y  es  un regalo precioso e irremplazable de Dios. Debemos pues, oponernos a todo  intento de llevar a la práctica acciones que den fin a la vida humana alegando  argumentos que nieguen el valor sagrado  de la vida humana.

2. Frente las presiones de legislar a favor del aborto y de "un derecho a la eutanasia", cuáles serían los límites de cualquier supuesto control legal, las objeciones de fondo a tales prácticas por razones bíblicas o pragmáticas, y las alternativas públicas y particulares que deben ser ofrecidas para continuar un embarazo o cuidar a los enfermos terminales.

Aborto y eutanasia  son un “hecho” cada día más numeroso  y  normalizado (sobre todo el aborto) de la sociedad en la que vivimos, la cual da la espalda a Dios y se comporta como si en sus manos estuviese el poder de quitar la vida de los más débiles. La sociedad se comporta como si fuesen Dios, decidiendo sobre la no continuidad de la vida de las personas  y todo por seguir con su estado de bienestar donde no hay lugar para situaciones que sobrecarguen su vida de comodidad, teniendo que cuidar de hijos no deseados, hijos enfermos, o de familiares enfermos.  

ABORTO

Un acercamiento al tema del aborto, nos hace centrar nuestro interés en varias cuestiones  que el cristiano no comparte porque van en contra de la ética bíblica, por lo que expondré las objeciones de fondo a tales prácticas por razones bíblicas o pragmáticas:

- Una de las cuestiones y la más importante es determinar si  el feto  es un ser humano. Como expuse en la pregunta anterior, los proabortistas no consideran que el feto sea una persona desde el momento de la concepción y en eso basan su decisión de legalizar el aborto. La actual ley del aborto la “Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción Voluntaria del Embarazo” de 5 de julio de 2010, o Ley de plazos regula el aborto de la siguiente forma:

“14 semanas de plazo libre; hasta la semana 22 en caso de grave riesgo para la vida o salud de la embarazada (que tendrá que determinar un único médico, distinto del que practique el aborto) o graves anomalías fetales (en este caso se exige el dictamen de dos doctores); pasada la semana 22, sólo podrá interrumpirse el embarazo por anomalías fetales incompatibles con la vida (diagnosticadas por un médico) o cuando se detecte en el feto “una enfermedad extremadamente grave e incurable” y así lo “confirme un comité clínico”.

 Es decir, según ellos  la vida para el feto se le concede a partir de un cierto plazo desde la concepción, dado lo cual pueden abortar hasta la semana 14 y a partir de la 22 ( que se considera que el feto podría  tener vida independiente) lo podrán hacer en base a varios supuestos.  Para los cristianos la nueva vida, comienza en el momento mismo de la fecundación y aunque la Biblia no hace una distinción entre etapas dentro del desarrollo embrionario, sí es clara respecto a la humanidad del embrión ( ver pregunta 1) asique es imposible definir un estado pre-humano en base al cual legalizar la interrupción del embarazo.  Dado lo cual no procede legislar en relación a los plazos.

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