REFUTANDO A UN AGNOSTICO

¿POR QUÉ YA NO SOY CRISTIANO?

“Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca” Apocalipsis 3:16

Este escrito va dirigido a aquellas personas “tibias” en su fe cristiana, el lector evaluará cada uno de los puntos expuestos para cuestionar sus creencias y finalmente decidir ser un cristiano real o mejor apartase en su totalidad.

Mi intención para cada persona es que logre una vida plena, satisfecha y sin carencias. Primeramente quiero recalcar que fui cristiano (evangélico) de nacimiento hasta los 17 años, fui bautizado, y conozco lo que es tener una “relación personal con Dios”. Por esto sé que un verdadero cristiano encuentra un total significado a su vida cuando hace y es lo que debe ser. Yo pude haber sido uno de ellos, pero la vida me jugó otras cartas.

Así que si tú eres cristiano sólo porque tus padres te lo inculcaron, o por alguna emoción pasajera y no por convicción, o tal vez tomes el cristianismo como un club social, esto es para ti.

Estos son los tres puntos que considero irrefutables, por los que he dejado el cristianismo:

1. EL PROBLEMA DE BASARSE EN UNA FE

Considero que el ser humano es un ente dual, con una parte racional, y una espiritual. Esto lo prueba nuestra propia composición cerebral: el hemisferio izquierdo controla los procesamientos lógicos, matemáticas, el habla, la razón; y el derecho controla los sentimientos, el arte, fe, religión, etc. Es necesario satisfacer esos dos extremos para desarrollar al máximo nuestra capacidad humana.

Este es el argumento para los que creen que el cristianismo es una verdad universal o absoluta: ES ABSURDO BASAR MI VIDA SÓLO EN FE. Por fe los católicos creen en las apariciones de la virgen María, por fe los budistas creen en la reencarnación, o los mormones en que Jesús vino a América a continuar el evangelio; así que por fe las personas creen en infinidad de cosas, y en general lo hacen en lo primero que se les enseña o presenta. Es ilógico basarnos en ella para dirigir nuestra vida debido a que sólo satisface una parte existencial del ser humano, no podemos abrazar algo con “el corazón” que la mente no comprende. Por esto los que quieran una base sólida y fuerte de sus convicciones deberían utilizar la razón.

Y de hecho este es un problema para muchos cristianos tibios: por un lado tienen fe en su dios y piensan que es real, pero por otra parte su ente racional cuestiona, analiza y reclama explicaciones a decenas de interrogantes. Esta es la complicación que se da por no tener una religión que vaya de la mano con la razón. Tomemos en cuenta que es hasta impreciso hablar de un Jesucristo histórico, pues las fuentes no cristianas (fuera de la Biblia) de su existencia son carentes y ninguna aporta información sustancial sobre la vida o mensaje de Jesús.

2. EL TEMA DEL INFIERNO

Parece increíble pero en el cristianismo se habla de un fuego eterno destinado a todo aquel que no acepte el plan de salvación que Dios ideó para la humanidad. Me gustaría preguntar ¿de qué sirve un Dios con un amor eterno, si también tiene una venganza eterna? Esto es lo que responderían los entusiastas defensores de la fe cristiana:

• La naturaleza santa de Dios no puede tolerar el pecado, El es eterno y se necesita de un castigo eterno para satisfacer Su justicia santa.

Bien, esto lo dejo a juicio del lector, el que quiera creer en semejantes disparates que acepte una vida basada en el temor. Se necesita ser lo suficientemente racional para desligarse de este miedo.

• Dios proveyó el medio para nuestra salvación, pero si rechazamos Su regalo de vida eterna, enfrentaremos las consecuencias eternas de esa decisión.

Ojalá fuera así de sencillo, pero ese plan de salvación lamentablemente carece de convicción como para que una mente pensante lo crea, más adelante trataremos este punto. Podría imaginarse que Dios no pretende hacer un plan claro, sencillo y convincente para la salvación de sus creaturas, y prefiere que vayan a ese lugar de sufrimiento en lugar de elaborarlo.

Además es ilógico que una persona que vivió 70-80 años sea castigada eternamente por sus “pecados”, es perfectamente observable que en este mundo se paga lo que se hace, para cada exceso en la vida existe una respectiva enfermedad o consecuencia que equilibra cada acto; llámese justicia divina, karma, o como sea, la misma biblia lo menciona: “todo lo que el hombre coseche, eso también segara”. Para terminar este punto recalco que el tema del infierno es predicado en el cristianismo y otras religiones para mantener vivo el miedo del creyente, miedo a lo desconocido, a la muerte; es algo gracioso, o crees por amor, o por temor, ¡vaya que no hay opción!

3. LOS INCONVENIENTES DE LA BIBLIA

Encontramos dos problemas principales en este gran libro.

CONTRADICCIONES

Comparando los libros de Samuel, Reyes y Crónicas, así como Nehemías y Esther encontramos varias contradicciones referentes a fechas, números y edades. Aquí dos ejemplos:

* ¿Qué edad tenía Ocozías cuando comenzó a reinar en Judá?

• 22 años de edad (2 de Reyes 8:26)

• 42 años de edad (2 de Crónicas 22:2)

* Cuando David derrotó al rey Soba, ¿Cuántos hombres de a caballo capturó?

• 1, 700 (2 de Samuel 8:4)

• 7, 000 (1 de Crónicas 18:4)

Debido a su carácter cuantitativo y por lo tanto innegable, a los defensores de la Biblia no les queda más que aceptar estos errores, pero demos un vistazo a este otro tipo de contradicciones:

* ¿Cambia Dios de parecer?

• No. Dios “…no mentirá, ni se arrepentirá, porque no es hombre para que se arrepienta” (1 Samuel 15:29)

• Si. “Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón” (Génesis 6:6).

“Entonces Jehová se arrepintió del mal que dijo que había de hacer a su pueblo” (Éxodo 32:14)

* ¿Quién incitó a David contra Israel y Judá y le envió para hacer un Censo?

• Dios lo hizo (2 Samuel 24:1)

• Satanás lo hizo (1 de Crónicas 21:1)

Estas son las “supuestas contradicciones” de las que hablan los cristianos, es un hecho que tienen una explicación para estas y otras varias, pero dejan mucho que desear, pues su respuesta está muy rebuscada y carece de sentido en muchas de ellas. El punto aquí, es que todas se pueden refutar con este sencillo argumento:

“Si el plan supremo de Dios es establecer su gobierno en el cielo, ¿porqué no hace un plan de salvación claro, sencillo y directo en lugar de utilizar este libro ambiguo?”, como bien ya mencione anteriormente, y se deja de problemas como estos inmersos en la Biblia. Si “El” es todo poderoso

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