Rol de la mujer según Génesis 3:16 y el adventismo
Enviado por Diego Muñoz • 12 de Noviembre de 2018 • Monografía • 2.509 Palabras (11 Páginas) • 194 Visitas
Universidad Adventista del Plata
Facultad de Teología
¿CALLADA POR DIOS O POR LOS HOMBRES? UNA MIRADA HACIA LA TEOLOGÍA DE LA ORDENACIÓN DE LA MUJER
DESDE GÉNESIS 3:16
Anteproyecto de tesis
Presentado en cumplimiento parcial
de los requisitos para la materia de
Introducción a la investigación
Por
Muñoz Díaz Diego Misael
Junio de 2014
CAPITULO I
INTRODUCCIÓN
Tema
Es de conocerse que la ordenación de la mujer, para que esta pueda ejercer el ministerio pastoral, está actualmente siendo estudiado por la iglesia Adventista del Séptimo Día. Es un tema de crucial importancia pues el futuro de la iglesia podría verse afectado por las decisiones que se tomen en la siguiente conferencia mundial y bastante amplio por la cantidad de información que ya existe, es por eso que el contenido que este material expone no abarca todos los aspectos que dicho asunto comprende, sino que se enfocará en la problemática de la subordinación de la mujer hacia el hombre, ya que desde aquí se considera que es uno de los puntos más relevantes a dicha cuestión.
En Génesis 3:16[1] Dios menciona una frase que ha sido de constante estudio por quienes han dedicado un tiempo al análisis de este tema; dirigiéndose a la mujer Él le dice: “tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará sobre ti”. La superioridad del hombre hacia la mujer después de la caída es notable y desde aquí parte la idea de que al ser ella inferior a él, no podría llevar autoridad de ningún tipo. Parece entonces quebrantarse lo dicho por Dios al momento de crearlos “llenad la tierra y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se muevan sobre la tierra”[2] donde sin duda indica igualdad y jerarquía compartida.
Entonces desde aquí se pueden tomar distintas alternativas de interpretación. Primero, si la mujer es inferior al hombre por causa del pecado y si esta consecuencia abarca todos los ámbitos de la vida, la idea de ordenar a las mujeres es incorrecta. Segundo, si el resultado de la caída, por más catastrófica que sea, no afecta la bendición dada por Dios al principio, entonces no hay impedimento para ordenarlas como ministros.
El tema de investigación que concierne a este estudio, pertenece a la teología de la Ordenación.
Marco teórico
Nancy W. de Vyhmeister[3], analiza no sólo las cuestiones de la ordenación de mujeres al ministerio, sino también los aspectos generales del ministerio y la ordenación, con datos históricos de la iglesia adventista. Cada capítulo fue escrito por un autor diferente, incluye una sección que es calificada como supuestos argumentos que impide la ordenación de la mujer.
Beatriz S. Neall[4], enfatiza la importancia que tiene la mujer en el ministerio adventista. Recomienda la ordenación como algo urgente que la iglesia necesita. Realiza un estudio de distintas mujeres destacadas en la Biblia, tanto del antiguo como del nuevo testamento.
Patricia A. Hablada y Rebecca Frost Brillhart[5], nos brindan un estudio profundo sobre el tema de la ordenación de la mujer. Explican detalladamente como la iglesia adventista ha llevado este asunto a través de la historia, presentando documentos oficiales de la misma. Usan hechos importantes de mujeres destacadas en el ámbito eclesiástico. Argumentan que la Biblia junto con los escritos de Elena de White, apoyan el ministerio de la mujer en la iglesia.
Gilbert Bilezikian[6], nos ayuda a mirar la problemática de la subordinación de la mujer. Presenta textos bíblicos que conciernen a los roles femeninos, que son estudiados a profundidad. Con una inclinación a favor de la igualdad de jerarquía, muestra argumentos que apoyan y que se oponen a la inferioridad femenina.
Perry B. Fitzwater[7], tiene como propósito ayudar a que se reconozca la verdadera posición de la mujer, tanto en el hogar como en la iglesia. Expone en distintas áreas el rol que la mujer puede cumplir; comienza desde la creación de la misma, recorriendo que lugar tenía ella en la época bíblica, hasta que postura debería tomar en relación con la iglesia actual. Argumenta la importancia de que el hombre sea instruido en cuanto al papel de la mujer.
Horacio A. Alonso[8], investiga el rol de la mujer en la actualidad, realiza una exegesis bíblica de aquellos textos que son de controversia para la posición femenina. Argumenta que existen principios en el orden de la creación, los cuales no han variado y que debe ser respetado por la humanidad, orden que se obedeció durante toda la época bíblica y en ellos se basa Pablo para dichas prohibiciones. Explica que las diferencias entre el hombre y la mujer, en el ministerio oral y dirección de la iglesia, tienen fundamento desde el principio, en la caída, en la naturaleza y en la Escritura.
Alfredo Küen[9], examina cual era el lugar de la mujer en el Antiguo Testamento, en el mundo grecorromano del primer siglo, en los Evangelios y en la Iglesia primitiva. Estudia textos invocados por los unos y por los otros, ya sea para dar a la mujer toda libertad, o para restringirla. Intenta deducir cuales son los principios válidos para todos los tiempos, por lo tanto validos también para la iglesia de nuestros días. Declara que todo se resolvería en el contexto del amor, pues si se ama a las hermanas, se procuraría que ellas ayuden en el ministerio conforme al plan de Dios, en lo que ellas puedan realizar, ejerciendo sus dones para contribución de la iglesia.
Mario Veloso[10], en su obra, estudia la naturaleza del hombre y dentro de la misma hace una sección especial para explicar el origen de la humanidad. Rescata la igualdad entre el hombre y la mujer implantada desde el génesis. Observa que tanto en el hombre como en la mujer, Dios actuó de manera directa y personal. También explica el término “ayuda idónea” como algo que no indica inferioridad, sino más bien, destaca la capacidad del ayudador como un ser servicial, algo que para nada señala subordinación, sino igualdad, argumentando que el mismo Dios es ayudador de la humanidad.
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