SACRO ARZOBISPADO ORTODOXO EN VENEZUELA
Enviado por pantonio • 20 de Junio de 2013 • 8.585 Palabras (35 Páginas) • 580 Visitas
El Shintoísmo
El «SHINTOÍSMO» proviene del japonés Shinto (神道, shintō) que significa “el camino de los dioses (o espíritus)”. Se expresa tanto mediante la frase vernácula «Kami no michi» como por el sinónimo shinto, variación japonesa de las palabras chinas shen (espíritu) y dao (camino). También conocido como «SINTOÍSMO», se refiere el nombre a la religión nativa de Japón que supone la adoración de los kami o espíritus de la naturaleza. Los orígenes del Shintoísmo se remontan a la Edad Antigua, cuando todavía era un culto a los fenómenos o fuerzas (sobre)naturales (las tormentas, las montañas, el Sol, la Luna o los ríos), que los creyentes identificaban con las deidades llamadas kami. Algunos kami son muy locales y son conocidos como espíritus o “genios” de un lugar en particular, pero otros representan objetos naturales mayores y procesos, por ejemplo, AMATERASU, la diosa del Sol. El Shintoísmo ha sobrevivido desde tiempos remotos hasta la actualidad, pero con el transcurso de los siglos ha experimentado innumerables adaptaciones y transformaciones, especialmente gracias a las influencias provenientes desde China a través del Budismo y el Confucianismo.
Historia del Shinto
Los orígenes de esta religión se remontan a la prehistoria japonesa, aunque no está claro si la cultura Jomón (entre 11.000 y 300 a.C.) poseía un sistema de creencias basado en la reverencia hacia los kami, al menos de forma parecida a la actual. Con la llegada de la cultura Yayoi sí que aparecen ya elementos iconográficos claramente shintoístas.
La religión shintoísta surgió durante el periodo prehistórico Yayoi (entre 300 a.C. y 300 d.C.), uniendo el chamanismo nativo, el animismo y las creencias populares. Demasiado simple, desorganizada y con ideologías muy generales como para desarrollar una estructura o dogma, alcanzaron renombre sólo a fines del siglo VI de nuestra Era, para diferenciarse de las nuevas creencias budistas, taoístas y confucionistas que habían llegado desde China y Corea. Al mismo tiempo que la religión shinto tuvo que enfrentarse al desafío que significaban esas otras creencias tan sofisticadas, también se vio envuelta en la consolidación del gobierno dirigido por la familia imperial; a raíz de esto, el kami tutelar de los clanes más importantes de ujigami se transformaron en deidades nacionales, organizados en un panteón que reflejaba las relaciones políticas existentes. Alrededor del año 645 d.C. se organizó un sistema, por lo que el Estado les hizo donaciones oficiales a los santuarios más importantes (que eran alrededor de 3.000 en el siglo X). Algunos conceptos y formas de culto fueron copiados a los budistas, y los fundamentos históricos fueron extraídos de las escrituras KOJIKI y del NIHON SHOKI.
Desde la introducción del budismo en Japón en 538 d.C., se convirtió en la creencia extranjera más importante de ese país. Desde el siglo VIII en adelante, los japoneses aprendieron a conciliar ambas creencias mirando y considerando el kami como reencarnaciones de Buda o de Bodhisattva, proceso que fue ayudado por una revelación en el santuario de Ise en el año 743, revelación en la que la misma diosa AMATERASU dijo ser un aspecto del Buda cósmico. Los templos budistas fueron construidos dentro de los recintos de adoración shinto y a los sacerdotes budistas les fueron confiados algunos santuarios shintoístas. El Shinto se mantuvo puro y sin alteraciones sólo en los centros religiosos más venerables, tales como el ISE SHRINE. Pero producto de influencias extranjeras, el shinto adoptó nuevas ideas e incluso incorporó el lenguaje escrito para otorgarle más forma e identidad a la religión: la síntesis prosperó con mucho éxito. Intelectualmente fue racionalizado con esquemas teóricos generalmente arbitrarios. A nivel popular, se le representaba 1
por los yamabushi errantes (sacerdotes de las montañas), quienes atendían y guiaban al pueblo con una mezcla de ritos budistas y sintoístas.
En el siglo XIII, las más importantes familias sacerdotales de ISE y KYOTO, desarrollaron doctrinas que disociaban en forma explícita el Shinto del Budismo. El Shintoísmo y el Budismo fueron separados por un decreto en 1868, pasando el primero a ser el credo del Estado: fueron sacadas todas las efigies budistas de los santuarios shinto, y todos los vestigios del budismo fueron retirados de la casa familiar imperial. A los sacerdotes se les convirtió en empleados del Estado, y los ministros religiosos pasaron a estar bajo las detalladas instrucciones doctrinales y rituales de un nuevo sistema llamado sintoísmo estatal. Estas reformas se realizaron en los santuarios más importantes; en general las prácticas folclóricas sintoístas no fueron alteradas y se permitió a algunas de las ramificaciones religiosas marginales que databan del periodo Edo continuar con sus prácticas, pero bajo la dirección del Shinto.
La imagen presenta el claro sincretismo en Japón, con BUDA a la izquierda y AMATERASU a la derecha, en mismo santuario.
La politización del Shinto pasó a manos de un Ministerio de Educación, que empezó a regir desde 1932, y que declaró que los santuarios Shinto eran establecimientos religiosos y no estaban destinados al fomento del patriotismo. El Shinto estatal se transformó en el portavoz del régimen militar de la década de 1930. Después de la derrota de Japón en 1945, las autoridades de ocupación estadounidense, anularon por decreto la religión Shinto, acabando así el Shinto estatal. La mayoría de los santuarios shinto se reorganizaron en 1946, formando una organización autónoma, la Asociación de Santuarios Shinto, son santuarios miembros de la misma todos aquellos que cuenten con el apoyo de donaciones privadas. Los ritos que practicaba el emperador como rituales del Estado, fueron cambiados de categoría, y considerados tan sólo como ritos privados de la familia imperial. El Shinto resurgió en el periodo de postguerra, con la aparición de más de ochenta sectas repartidas tanto dentro como fuera de Japón. La religión Shinto sigue siendo parte importantísima de las tradiciones y cultura japonesas.
Los Kami y los Shrines
El SHINTOÍSMO nació de la antigua forma de vida de los japoneses que estaba muy influenciada por la naturaleza. Así el Shintoísmo puede definirse como una religión naturalista ya que se adora tanto a los espíritus como a los objetos de la naturaleza. En esta adoración también tiene cabida la veneración de los antepasados tan integrada en la cultura Japonesa. Los dioses shintoístas o kami habitan en los templos o shrines. Todos los objetos y fenómenos naturales se considera que tienen kami, lo cual implica que los dioses shintoístas son miles. Las prácticas shintoístas se van aprendiendo de padres a hijos y no existe ningún líder o libro escrito
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