SERVICIO DE DESHUMANIZACIÓN Y DISCRIMINACIÓN MILITAR OBLIGATORIA.

En Colombia el Servicio Militar es obligatorio para todos los hombres cuando llegan a su mayoría de edad. Sin embargo la Corte Constitucional de Colombia en la Sentencia C-728 de 2009 establece que la objeción de conciencia al servicio militar obligatorio es un derecho fundamental, atendiendo a las normas y tratados internacionales sobre el tema. Pese a esto las Fuerzas Militares en Colombia no respetan y no garantizan que los jóvenes puedan ejercer este derecho.

Como es de saber La objeción de conciencia es el derecho que tenemos los individuos de no acatar, rechazar o rehusarnos a mandatos que entran en contradicción con nuestras creencias por considerarlas contrarias a nuestra conciencia. Este ensayo muestra y enfatiza que en general los jóvenes varones en Colombia se enfrentan a amplias y serias violaciones de sus derechos humanos y a una inminente discriminación en relación con su reclutamiento militar: las “batidas” que conducen al reclutamiento forzoso con gran número de detenciones arbitrarias, estas son un método extendido de reclutamiento para las Fuerzas Armadas de Colombia. Quienes ponen en tela de juicio nuestras bases éticas, morales, humanitarias y religiosas a no ser violentos y permitir exponer nuestras razones de argumentar nuestra imposibilidad de cumplir con la obligación de prestar el servicio militar o participar en cualquier tipo de ejército.

Los jóvenes hombres en su mayoría de edad se enfrentan a más riesgos, y más violaciones de sus derechos humanos. No sólo no se reconoce su derecho a la objeción de conciencia, sino que también sufren la discriminación como consecuencia de su objeción de conciencia y su rechazo a “definir su situación militar” para obtener la “libreta militar” que necesaria para su graduación en la universidad o para casi cualquier forma de empleo legal. Por otro lado esta discriminación no para ahí ya que El servicio militar en Colombia afecta principalmente a las clases medias y bajas, quienes no tienen derecho a declararse objetores de conciencia y tampoco tienen cómo pagar para no prestar el servicio. Esto evidencia claramente una discriminación de estratos sociales donde ocurre que cuando se les llama a prestar el servicio militar la mayoría de los prestantes provienen de los estratos más bajos de la sociedad. Los más ricos tienen cómo evitarlo. Como la ley colombiana no reconoce el derecho a la objeción de conciencia al servicio militar, los objetores de conciencia se arriesgan a ser reclutados o detenidos.

Discriminación a tal punto de no poder acceder a:

1) un trabajo digno.

2) nuestro derecho a la educación superior.

3) garantizar el derecho a la libre expresión

4) un respaldo masivo por parte de la sociedad colombiana

Colombia es un país con una amplia serie de problemas de derechos humanos, muchos de ellos resultado de más de 50 años de conflicto armado. Por este motivo señalo un aspecto en particular: los derechos humanos en relación con el reclutamiento para las Fuerzas Armadas (regulares e irregulares), y el derecho a objetar ser reclutado (objeción de conciencia al servicio militar). Esto es por dos motivos:

1. apoyo a la acción no violenta contra la guerra, y por la desaparición de todas las causas de la guerra. Creo que la objeción al servicio militar, el rechazo a tomar parte en el conflicto armado en Colombia en cualquier bando, es una contribución importante a la finalización del viejo conflicto de décadas. Sin embargo, los derechos humanos de los objetores de conciencia al servicio militar en Colombia se violan continuamente.

2. A menudo, el reclutamiento para las Fuerzas Armadas es visto como legítimo, como normal a no ser que este reclutamiento implique el reclutamiento de menores, de niños. Sin embargo, todo lo manifestado en este ensayo muestra que la práctica del reclutamiento en Colombia contribuye a la violación de los derechos humanos de los reclutados y a una total discriminación social, no sólo en el caso de objetores de conciencia al servicio militar. De hecho, la extendida práctica de las “batidas” para reclutar para las Fuerzas Armadas conduce a la violación de los derechos humanos de decenas de miles de jóvenes cada año.

La objeción de conciencia

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