Su dedicación

Su dedicación

Narrador: San Alberto Hurtado, dedico su vida a los pobres, Fue un gran educador de juventudes, hizo muchas cosas por el prójimo. Esta tarde dramatizaremos una de sus tantas dedicaciones a los demás…

Una noche el Padre Hurtado encontró un pobre, enfermo y miserable…

Pobre: ayúdeme por favor, no tengo nada y no eh comido en todo el día, regáleme un pedazo de pan que tengo mucha hambre.

Padre Hurtado: cada pobre es Cristo y como a Cristo, debemos amarlo y ampararlo.

Narrador: otra noche vio a un grupo de niños abandonados que dormían bajo los puentes del río

Padre Hurtado: ¿Cómo es posible que haya tanta pobreza, tanto niño desamparado? Señor, cuida de tus hijos, ampáralos en tu gran misericordia y dales de tu gran amor divino.

Niño: señor, eh oído hablar mucho de usted, por favor dígale a Dios que nos ayude a salir de aquí. Tenemos mucho frio y con una sábana caliente nos conformamos. Dígale a Dios que nos ayude.

Padre Hurtado: entiendo tu necesidad, y mi fin es amar y servir a Dios, soy cosa por completo de Él y para lo que El quiera. Y aquí estoy para ayudarte, pues en su palabra dice: lo que hagan al más pequeño de mis hermanos, me lo hacen a mí.

Narrador: un día reunió personas generosas que dieron lo que tenían: dinero, joyas, terrenos, etc...

Y así fundó lo que sería y es su gran obra: "El Hogar de Cristo".

Con incansable amor, él salía a recoger a los pobres y a los niños para llevarlos al Hogar.

Padre Hurtado: si hay un pobre que sufre injusticias tengo una obligación con él. ¿Qué haría Cristo en mi lugar? ¡Todos estos hombres son mis hermanos queridos! ¡Cómo no estar contento, como no estar agradecido de Dios!

(Les da leche, les sirve de comer)

Narrador: les dio leche caliente y donde dormir en una verdadera cama... En cada necesitado veía a Cristo sufriente.

Más tarde fundaría talleres para darles educación y capacitarlos en un trabajo digno. Entre sus muchas actividades también están sus publicaciones y conferencias sobre el sacerdocio, los problemas de la adolescencia, el catolicismo, la educación y el orden social, fue, además fundador de la Revista Mensaje y de las Acción Sindical Chilena.

Padre Hurtado: ¡hay que darse siempre hasta que se caigan los brazos de cansancio! La vida nos ah sido dada para buscar a Dios, la muerte para encontrarlo y la eternidad para poseerlo. ¡Contento Señor, contento!

Narrador: ¡Padre Alberto Hurtado, un ejemplo digno a Seguir!

Fin (todos se abrazan)

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