TRAMPA DE SATANAS

Bueno pues me gustaría empezar este ensayo, comentando, parte por parte de este hermoso libro, basándome en lo que de manera personal pude encontrar al poder leerlo, comento que fue un libro que me gusto más que el libro de la trampa de satanás, por la forma de haberlo escrito, quizá lo pude entender más fácil que el primer libro.

El libro de Gene Edwars es un libro que deberíamos leer una vez al año, para recordarnos a nosotros mismos la actitud de que debemos tener si nos queremos graduar en la escuela de Dios. Es un libro el cual te hace agudizar y perfeccionar tu visión del evangelio. Y es un complemento narrativo muy bueno para leer la biblia, sobre todo los libros de Samuel que es donde se centra la historia.

Al leer este libro, pasas sobre las vidas de Saúl, David y Absalón, donde el autor te hace ver la historia a través de los ojos de cada personaje. Sus motivaciones, sus inseguridades, sus debilidades, sus fortalezas y una clara enseñanza de cada uno de ellos.

Saúl, el primer rey que aparece en escena reinando, se lo presenta cómo el ungido de Dios a quién David respetaba mucho tanto cómo autoridad, pero también como persona cercana a él, ya que fue su copero y mejor amigo de su hijo. Saúl, se le caracteriza como el líder que lidera en desconfianza y con el miedo de que alguien le pueda quitar su posición. Por esto cuanto se entera de que David es el nuevo escogido de Dios, se preocupó más por querer eliminar a David que recordar quién era en ese momento y para que Dios lo ungió. A partir de ahí Saúl pierde totalmente la poca cordura que le quedaba y enfocó toda la fuerza del ejercito a buscar a David y matarle.

Lo que aprendo del personaje de Saúl son dos cosas fundamentalmente: la primera, que en mi liderazgo nunca me debo olvidar de que quién me puso ahí fue Dios, y si lidero no es por mí, sino por él. Y es el quién quita y pone a su voluntad, que ningún puesto me pertenece o me lo gané, sino que soy una herramienta utilizada en un cierto tiempo para ciertas personas para guiarlas más a ser como Jesús, sirviéndoles, y ese tiempo comienza y acaba cuando Dios dice. Y lo segundo, es que la desconfianza y el temor proviene de una falta de identidad y de seguridad de quién soy en Dios, o de lo que Dios hizo/hace por mí. Por lo tanto, la confianza de mi identidad en Dios es de suma importancia y vital a la hora de liderar para impulsar a la generación que viene detrás de mí por arriba de lo que yo he hecho. Porque si no tengo claro quién soy en Dios, en lugar de ser una base para que los demás crezcan en el seré su techo, porque al igual que Saul me sentiría amenazado y que mi reinado seria destruido.

El libro comienza buscando una cualidad común en las familias en general: los hijos menores son informales y consentidos, y son los que menos ejercen liderazgo ya que al ser los últimos no tienen a alguien menor con quien ejercer su dominio. De esta manera se hace la introducción a la familia de Isai, llegando así a su hijo menor David, con las características comunes de un hijo menor; informal, consentido y con menos liderazgo que los demás, pues el no tuvo a quién liderar. Sus hermanos trabajaban en la granja, mientras que él fue enviando a las montañas para apacentar un pequeño rebaño de ovejas de la familia, para este trabajo llevaba consigo una honda y algo parecido a una guitarra. Al pasar los días en este trabajo David se sentía solo; para distraerse tocaba el arpa, cantaba y ejercitaba su puntería lanzando piedras con su honda. David también amaba a su Señor y en las noches mientras las ovejas dormían, el cantaba himnos y con un corazón quebrantado y lágrimas en sus ojos alababa a Dios.

Una vez mientras cantaba a Dios a todo pulmón, vio que se acercaba un enorme oso, y sin ningún temor se enfrentó a este que pretendía dañar a uno de sus corderitos, luego de vencer a este enorme oso recogió al corderito y le dijo: yo soy tu pastor y Dios es el mío, de esta manera pudo componer una canción que se convirtiera luego en bálsamo sanador para los quebrantados de corazón de todos

 los tiempos.

David es reconocido por Samuel, como un hombre que amaba al Señor con un corazón puro y en su casa, donde él no era tan reconocido, fue derramado aceite sobre su cabeza y él entendió que estaba siendo investido como rey, como el ungido del Señor.

Es así como empieza una vida no de realeza sino de quebrantamiento y formación para David. Luego de que Samuel se marchara de su casa, los hermanos de David se fueron a la guerra, excepto él, que seguía siendo el menor, pero ahora en lugar de pastor de ovejas sería quien regularmente llevaría alimento a sus hermanos en la línea del frente en la guerra; en una de sus visitas, mató a un gigante de tres metros tal como lo había hecho antes con el enorme oso, y esto lo convirtió en héroe popular y fue así como terminó metido en la casa del rey Saúl, donde aprendería muchas cosas indispensables.

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