Todo comienza con Dios
Enviado por Vidal Calvillo • 26 de Septiembre de 2018 • Apuntes • 1.530 Palabras (7 Páginas) • 487 Visitas
Todo comienza con Dios
En él Dios creó todo lo que hay en el cielo y en la tierra, tanto lo visible como lo invisible… Todo fue creado por medio de él y para él. Colosenses 1:16 (DHH)
A menos que se dé por hecho la existencia de Dios, la búsqueda del Propósito de vivir no tiene sentido. Bertrand Russell, ateo.
No se trata de ti, se trata de Dios.
El propósito de tu vida excede en mucho a tus propios logros, a tu tranquilidad o incluso a tu felicidad. Es mucho más grande que tu familia, tu carrera o aun tus sueños y anhelos más vehementes. Si deseas saber por qué te pusieron en este planeta, debes empezar con Dios. Naciste por su voluntad y para su propósito.
La búsqueda del propósito de vivir ha intrigado a la gente por miles de años. Eso ocurre porque sucede porque empezamos por el punto de partida equivocado: nosotros mismos. Nos hacemos preguntas egoístas como: ¿Qué quiero ser?, ¿Qué debo hacer con mi vida?, ¿Cuáles son mis metas, mis anhelos, mis sueños con el futuro? Enfocarnos en nosotros mismos nunca podrá revelarnos el propósito de nuestra vida. Job 12.10 PDT dice: La vida de todo ser viviente está en manos de Dios.
Contrario a lo que te dictan muchos libros conocidos, películas y seminarios, no encontrarás el sentido de tu vida buscando en tu interior. Es muy probable que ya lo hayas intentado. No te creaste a ti mismo, por lo tanto, no hay manera de que puedas decirte para qué fuiste creado. Si yo te entregara un invento que nunca has visto, no sabrías para qué sirve ni tampoco tu chispa te lo podría decir. Sólo el inventor, o el manual de instrucciones, podría revelarte el propósito para ese invento.
En una ocasión me perdí en las montañas. Me detuve a pregunta cómo llegar al campamento y la respuesta fue:” No puedes llegar hasta allí desde este lugar: ¡Tienes que empezar por el otro lado de la montaña!”. De igual manera, no puedes llegar a la conclusión de tu existencia centrándote en ti mismo. Dios es tu punto de partida, tu creador. Existes tan sólo porque Él desea que existas. Fuiste creado por Dios y para Dios, y hasta que lo entiendas, tu vida no tendrá ningún sentido. Sólo en Él encontramos nuestro origen, nuestra identidad, nuestro sentido, nuestro propósito, nuestro significado y nuestro destino.
Cualquier otra ruta termina en un callejón sin salida.
Muchos tratan de usar a Dios para su propio beneficio, pero eso es antinatural y está condenado al fracaso. Fuiste creado para Dios, no al contrario; la vida consiste en permitir que él te use para sus propósitos y no que tú lo uses a Él para los tuyos. Romanos 8.6 dice: “La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz”.
He leído muchos libros que me ofrecen diferentes maneras de descubrir el propósito de mi vida. La mayoría se puedes clasificar como libros de “autoayuda”, porque abordan el tema desde una perspectiva egoísta. Los libros de autoayuda, incluidos los cristianos, ofrecen por lo general los mismos pasos a seguir para que logres encontrar el propósito de la vida: Piensa en tus sueños; Define tus valores;
Trázate metas; Averigua cuál es tu fuerte; Apunta a la cima, ¡alcánzala!; Sé disciplinado; Cree en ti mismo para lograr tus metas; Involucra a otros; Nunca te des por vencido.
Muchas veces estas recomendaciones llevan al éxito. Por lo general puedes lograr alcanzar una meta si pones todo tu empeño. ¡Pero tener éxito y cumplir el propósito de tu vida son dos temas muy distintos! Podrías alcanzar todas tus metas y ser un triunfador de acuerdo con los estándares del mundo, y aun así no saber la razón para la cual Dios te creó. Por eso necesitas más que un asesoramiento de autoayuda. Mateo 16.25 TLA dice: “Si sólo les preocupa salvar su vida, la van a perder. Pero si deciden dar su vida por mi causa, entonces se salvarán”.
Esta no es una enseñanza de autoayuda. Tampoco es una guía para buscar la carrera adecuada, ni para hacer tus sueños realidad o planificar tu vida. No se trata tampoco de cómo meter a la fuerza más actividades en una agenda ya sobrecargada. En realidad, te enseñará cómo puedes hacer menos en la vida, concentrándote en lo más importante. Trata sobre el tema de llegar a ser aquello para lo que Dios te creó.
¿Cómo descubres, entonces el propósito para el que fuiste creado? Tienes sólo dos opciones. La primera es especular. La mayoría prefiere ésta. Hacen conjeturas, adivinan, teorizan. Cuando la gente dice: “Yo siempre he pensado que la vida es…”, en realidad quiere decir: “Esta es la mejor suposición que se me ocurre”.
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