Transmitiendo La Fe A Nuestros Hijos
Enviado por nashely03 • 12 de Agosto de 2013 • 1.867 Palabras (8 Páginas) • 637 Visitas
“Transmitiendo la fe a nuestros hijos”
Algunos principio formativos acerca de la fe a nuestros hijos.
Debemos tener una perspectiva adecuada de su naturaleza espiritual:
I. Que no son salvos desde su nacimiento.1ª de Corintios 7:14.
II. Que no son salvos porque son hijos del pacto. Génesis 17-18.
III. Que son incrédulos y necesitan al Salvador. Romanos 5:12.
1. El primer hombre y la primera mujer, fueron hechos por Dios a su Imagen y Semejanza. Génesis 1:26-27.
2. Dios les dio el privilegio y el mandato de Fructificar y multiplicarse.
Génesis 1: 26. Es decir dar frutos y tener hijos de acuerdo al corazón de Dios.
3. Ellos desobedecieron a Dios y murieron espiritualmente Génesis 3:1-7.al desobedecer a Dios, automáticamente obedecieron a la serpiente=Satanás. Apocalipsis 12:9; 20:2; San Mateo 23:33; San Juan 8:41-44.
4. Después engendraron y concibieron respectivamente a los hijos, en un estado caído, separado de Dios, Muertos espiritualmente. Génesis 5:1-5.
5. Desde entonces, todos los seres que nacemos en este mundo, nacemos espiritualmente muertos. San Juan 3:1-3. Efesios 2:1-3.
6. De ahí que debemos enseñar a nuestros hijos su propia condición y traerlos a los pies de Cristo. Colosenses 1:24-28; 2ª de Timoteo 4: 1-5.
Debemos iniciar a nuestros hijos en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo, desde su más tierna edad.
I. La vida comienza desde antes del nacimiento. Salmo 139:13-16; Lucas 1:42.
II. La niñez es la etapa más formativa de la vida. Salmo 8: 1-2
Proverbios 22:6; 2ª de Timoteo 3:13-15.
III. La adolescencia y la juventud, son épocas vitales en la formación del carácter.
Salmo 119: 9; Eclesiastés 12: 1.
VI. Es necesario personalizar la instrucción.
Proverbios 22:6.
a). cada uno de nuestros hijos es un individuo.
b). cada uno de ellos tiene un temperamento y
un carácter diferente.
c). cada uno de ellos es y será responsable de
sus actos.
d). cada uno de ellos es amado por Dios
Individualmente.
e). cada uno de ellos en forma personal, llegará
o no, a ser salvo.
Debemos inculcar en nuestros hijos, por todos los medios posibles la verdad de la Palabra Divina. Deuteronomio 6:4-9.
1. Los padres somos llamados a ser ejemplos de la verdad. v.6
2. Debemos enseñar a nuestros hijos por medio de la repetición constante v.7.
3. Debemos enseñar a nuestros hijos aplicando la Palabra de Dios en toda circunstancia de la vida vv.7-9.
Debemos a “vacunar” a nuestros hijos, contra las enfermedades espirituales,
Por medio de la comparación, el desafío y la convicción 1º de Reyes 18:20-39.
Existen vacunas contra la sensualidad de la mujer ajena, contra la pereza, contra la necedad, contra la borrachera, contra la impiedad en general.
Otras vacunas espirituales son enseñadas en Proverbios5:1-23; 620-35; 7:1-27.
La televisión, el cine, las revistas, el internet, pueden ser controladas por los padres, cuando sus hijos son pequeños; en la medida que estos crecen, se hacen cada día más independientes y autónomos para escoger lo que ellos quieran ver. Si no están vacunados, seguramente contraerán un sin número de contagios y enfermedades
La vacunación espiritual es un mandato claro en la Biblia.
Romanos 12:1-2; 1ª de Tesalonicenses 5:22; 2ª de Timoteo 2:22;
He aquí algunas razones (pretextos) por las cuales nuestros hijos pueden llegar a rechazar la fe.
La atracción por las cosas mundanas.
La hipocresía dentro de la iglesia.
La presión de los amigos incrédulos.
La vergüenza de ser identificados como cristianos
Diferentes modelos de fe en los hogares.
Deficientes modelos de los padres en la familia.
Los cristianos adultos no entienden los intereses de una vida joven.
El cristianismo no se relaciona con la vida de los jóvenes.
El cristianismo tiene demasiadas reglas.
Después habrá tiempo para arrepentirse.
Muchas dudas y falta de entendimiento de las Escrituras.
Todos los caminos llevan a Dios.
Conclusión:
Nuestro creador promete incluir a los hijos de los cristianos dentro de las bendiciones de la salvación, sin embargo, no son traídos a ella automáticamente por la fe de sus padres. Ellos deben ser llamados por el espíritu de Dios a través de su palabra. Romanos 10:17.
Dios nos ha confiado a nuestros hijos y el cuidado de ellos en esta vida y espera que sea para la eternidad.
“Transmitiendo la fe a nuestros hijos”
2ª parte.
I. Debemos protegerlos de Satanás (el enemigo invisible), enseñándoles lo que significa vivir en el mundo, sin ser del mundo.
a). La Intercesión.
San Juan 17:15-16 “…No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal (de Satanás). No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo...”
b). El Mandamiento.
1ª de Juan 2:15-17 “…No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre…”
c). La Renovación.
Romanos 12:2 “…No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta…”
II. Debemos protegerlos de Satanás denunciando que este se apoderó del control del mundo desde el Edén.
a). El engaño
Génesis 3: 1-4 “…Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?
3:2 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer;
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