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Viernes Santo


Enviado por   •  9 de Octubre de 2012  •  2.624 Palabras (11 Páginas)  •  422 Visitas

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Viernes Santo

Los Símbolos de la Pasión

1. La cruz

La cruz fue, en la época de Jesús, el instrumento de muerte más humillante. Por eso, la imagen del Cristo crucificado se convierte en "escándalo para los judíos y locura para los paganos" (1 Cor 1,23). Debió pasar mucho tiempo para que los cristianos se identificaran con ese símbolo y lo asumieran como instrumento de salvación, entronizado en los templos y presidiendo las casas y habitaciones sólo, pendiendo del cuello como expresión de fe.

Esto lo demuestran las pinturas catacumbales de los primeros siglos, donde los cristianos, perseguidos por su fe, representaron a Cristo como el Buen Pastor por el cual "no temeré ningún mal" (Sal 22,4); o bien hacen referencia a la resurrección en imágenes bíblicas como Jonás saliendo del pez después de tres días; o bien ilustran los sacramentos del Bautismo y la Eucaristía, anticipo y alimento de vida eterna. La cruz aparece sólo velada, en los cortes de los panes eucarísticos o en el ancla invertida.

Podríamos pensar que la cruz era ya la que ellos estaban soportando, en los travesaños de la inseguridad y la persecución. Sin embargo, Jesús nos invita a seguirlo negándonos a nosotros mismos y tomando nuestra cruz cada día (cf Mt 10,38; Mc 8,34; Lc 9,23).

Expresión de ese martirio cotidiano son las cosas que más nos cuestan y nos duelen, pero que pueden ser iluminadas y vividas de otra manera precisamente desde Su cruz.Sólo así la cruz ya no es un instrumento de muerte sino de vida y al "por qué a mi" expresado como protesta ante cada experiencia dolorosa, lo reemplazamos por el "quién soy yo" de quien se siente demasiado pequeño e indigno para poder participar de la Cruz de Cristo, incluso en las pequeñas "astillas" cotidianas.

2. La corona de espinas, el látigo, los clavos, la lanza, la caña con vinagre...

Estos "accesorios" de la Pasión muchas veces aparecen gráficamente apoyados o superpuestos a la cruz.

Son la expresión de todos los sufrimientos que, como piezas de un rompecabezas, conformaron el mosaico de la Pasión de Jesús.Ellos materialmente nos recuerdan otros signos o elementos igualmente dolorosos: el abandono de los apóstoles y discípulos, las burlas, los salivazos, la desnudez, los empujones, el aparente silencio de Dios.

La Pasión revistió los tres niveles de dolor que todo ser humano puede soportar: físico, psicológico y espiritual. A todos ellos Jesús respondió perdonando y abandonándose en las manos del Padre.

3. Conmemoración de la Pasión de Cristo

Una fiesta puesta el Martes luego de sexagésima (sexagésimo día antes de las Pascuas). Su objeto es la remembranza devota y el honor de los sufrimientos de Cristo para la redención de la humanidad. Mientras la fiesta en honor de los instrumentos de la Pasión de Cristo – la Santa Cruz, la Lanza, Clavos, y la Corona de Espinas – llamados “Arma Cristiana”, se origino durante la Edad Media, esta conmemoración es de mas reciente origen. Aparece por primera vez en el Breviario de Meissen (1517) como una fiesta simple para el 15 de Noviembre. El mismo breviario tiene una fiesta de la Cara Santa para el 15 de Enero y del Nombre Sagrado para el 15 de Marzo. [Grotefend, "Zeitrechnung" (Hanover, 1892), II, 118 sqq.]; estas fiestas desaparecieron con la introducción del Luteranismo. Como se encuentra en el apéndice del Breviario Romano, fue iniciado por San Pablo de la Cruz (muerto en 1775). El Oficio fue compuesto por Tomas Struzzieri, Obispo de Todi, y fiel asociado a San Pablo.

4. Pasión

Del latín patior, passus, que significa experimentar, soportar, padecer, se forma el sustantivo passio (acus. pl. Passiones). Es sintomático que nos hayamos decantado con preferencia por los aspectos positivos de la palabra "pasión".

5. Ecce Homo

Imagen de Jesucristo tal como Pilato la presentó al pueblo (del latín “ecce”, he aquí, y “homo”, el hombre).

6. Gólgota

Calvario. Colina de Jerusalén en Palestina, donde fue crucificado Jesús.

7. Vía Crucis (en latín: El camino de la cruz)

Ejercicio piadoso que consiste en meditar el camino de la cruz por medio de lecturas bíblicas y oraciones. Esta meditación se divide en 14 o 15 momentos o estaciones. San Leopoldo de Porto Mauricio dio origen a esta devoción en el siglo XIV en el Coliseo de Roma, pensando en los cristianos que se veían imposibilitados de peregrinar a Tierra Santa para visitar los santos lugares de la pasión y muerte de Jesucristo. Tiene un carácter penitencial y suele rezarse los días viernes, sobre todo en Cuaresma. En muchos templos están expuestos cuadros o bajorrelieves con ilustraciones que ayudan a los fieles a realizar este ejercicio.

Los Símbolos de la luz

1. La luz y el fuego

Desde siempre, la luz existe en estrecha relación con la oscuridad: en la historia personal o social, una época sombría va seguida de una época luminosa; en la naturaleza es de las oscuridades de la tierra de donde brota a la luz la nueva planta, así como a la noche le sucede el día.

La luz también se asocia al conocimiento, al tomar conciencia de algo nuevo, frente a la oscuridad de la ignorancia. Y porque sin luz no podríamos vivir, la luz, desde siempre, pero sobre todo en las Escrituras, simboliza la vida, la salvación, que es Él mismo (Sal 27,1; Is 60, 19-20).

La luz de Dios es una luz en el camino de los hombres (Sal 119, 105), así como su Palabra (Is 2,3-5). El Mesías trae también la luz y Él mismo es luz (Is 42.6; Lc 2,32).

Las tinieblas, entonces. son símbolo del mal, la desgracia, el castigo, la perdición y la muerte (Job 18, 6. 18; Am 5. 18). Pero es Dios quien penetra y disipa las tinieblas (Is 60, 1-2) y llama a los hombres a la luz (Is 42,7).

Jesús es la luz del mundo (Jn 8, 12; 9,5) y, por ello, sus discípulos también deben serlo para los demás (Mt 5.14), convirtiéndose en reflejos de la luz de Cristo (2 Cor 4,6). Una conducta inspirada en el amor es el signo de que se está en la luz (1 Jn 2,8-11).

Durante la primera parte de la Vigilia Pascual, llamada "lucernario", la fuente de luz es el fuego. Este, además de iluminar quema y, al quemar, purifica. Como el sol por sus rayos, el fuego simboliza la acción fecundante, purificadora e iluminadora. Por eso. en la liturgia, los simbolismos de la luz-llama e iluminar-arder se encuentran casi siempre juntos.

2. El cirio pascual

Entre todos los simbolismos derivados de la luz y del fuego, el cirio pascual es la expresión más fuerte, porque los reúne a ambos.

El cirio pascual representa a Cristo resucitado, vencedor

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