Vivir Sin Religion

VIVIR SIN RELIGIÓN

¿Es necesario, suficiente, creer en “alguien”, con nombre, fecha de nacimiento, lugar de origen para entregar nuestra fe y vivir solo así en armonía? ¿En qué creyeron las personas más antiguas, diferente que ahora para poder vivir en paz? ¿Es necesario dejar en manos de alguien que no conocemos ni hemos visto, nuestro destino? ¿Dejar al azar un futuro que solo está en nuestras manos crear? ¿Pertenecer o no a una religión me hace más humilde, bondadoso, generoso, sencillo? No lo creo.

Los sentimientos básicos de amor, perdón, humildad, solidaridad, respeto, lo hemos experimentado todos porque forman parte de lo que significa ser humanos. Estos elementos para vivir plenamente, los viven igual las personas religiosas o no. La religión no es la base de tales emociones. Los fieles pueden encontrar en la religión una inspiración, pero no deberían creerla necesaria para vivir plenamente.

Se cree que las personas ateas, agnósticas o simplemente no religiosas son inmorales, más pecadoras o no se les atribuye buenas referencias como aquella que tienen creencias religiosas.

Yo creo que la integridad humana no depende de las creencias religiosas. Hay creyentes y no creyentes buenos. Hay creyentes y no creyentes malvados. No puedes predecir el carácter moral solo basándote en ese aspecto.

La necesidad de creer en algo todo poderoso, mayor que a la especie humana ha trascendido fronteras, tiempo y modo. En diversas culturas siempre hubo presente la obligación de deberle la causa de fenómenos naturales a algo o alguien. En la actualidad escuchamos muy a menudo decir “que sea lo que dios quiera” “me voy a ir al infierno por hacer tal cosa” “ésta persona irá directo al cielo por haber sufrido tanto en la tierra” “gracias señor por darnos de comer sin merecerlo” ¿Por qué no lo merecemos? Se trabaja arduamente para obtener lo que usamos, vestimos, comemos.

Vivir engañado es muy cómodo. El miedo a la muerte, el temor a lo desconocido, es lo que fomenta la aparición de las religiones. Todas nos prometen alguna forma de vida después de la muerte del cuerpo. Lo que consiguen eficazmente es matar la mente humana, crear robots, mentes amoldadas, prototipos de personas, un obstáculo para que la razón nos lleve a un mundo mejor.

La espiritualidad es algo que trasciende a nosotros, a una religión con nombre en mayúsculas que te dice qué cosas hacer y cuáles no.

El movimiento hippie nació de la idea de combatir el expansionismo económico el capitalismo y las guerras, vivían de una manera muy natural, básica y con una filosofía de vida en la que predominaba la paz, la no violencia. ¿No es a ese punto en el que toda religión existente quiere llegar? Ellos lo lograron sin necesidad de una afiliación en un templo o catedral.

La idea tampoco es ir por la vida desorientado, sin fe ni necesidad de sentirnos

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