Yugo

Ya hace trece años que Álibert descubrió la cuna en la que Yugo fue abandonado, no muy lejos de un albergue en ruinas. Yugo no sabe nada de su auténtica familia, pero hay que decir que hasta que descubrió sus poderes no tenía ninguna pista que le ayudase a resolver el enigma. Además, la vida era tan tranquila en Emelka, con la agradable calidez del albergue de Álibert, su papá...

Quizás sea por eso por lo que Yugo tiene un corazón tan grande como el mundo entero. No puede presenciar una injusticia sin querer remediarla... ¡Así que tiene trabajo para largo! Optimista, locuelo y bromista, Yugo nunca duda a la hora de aceptar un desafío; lo que a veces puede plantear problemas... como cuando intentó experimentar nuevas y espectaculares formas de servir los platos a los clientes del albergue de su papa adoptivo ¡Ruel Stroud todavía se acuerda de ésta!

En la primera temporada de WAKFU, el viaje de llugo le lleva a descubrir que es un hijo del pueblo selatrop, una antigua civilzación actualmente desaparecida. Las leyendas dicen que los selatrops estaban ligados a dragones... cuando vemos los poderes de Grougaloragrán, el misterioso viejete que le confio Yugo a Álibert al principio del episodio 1 de la primera temporada, ¡no queda lugar a dudas!

El maravilloso universo de WAKFU guarda aún tantos misterios...

Az, el Tofu amaestrado

Az conoce a Yugo desde que salió del cascarón. Ambos se han vuelto tan inseparables como el mar y las olas. Aunque Az sea un tofu, un pájaro algo rellenito, miedica y torpe, no dudará en arriesgar su vida para salvar la de su amigo.

Az es el único que puede pasar por los portales de teleportación creados por Yugo ¡sin riesgo alguno! Hasta tristepín, cada vez que ha usado uno ha salido mareado..

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