El modelo de E-learning Constructivista Colaborativo (MEC) del Instituto de Educación Superior Max Weber (Buenos Aires- Argentina)
Enviado por hipolitovalero • 26 de Mayo de 2017 • Síntesis • 5.820 Palabras (24 Páginas) • 392 Visitas
El modelo de E-learning Constructivista Colaborativo (MEC) del Instituto de Educación Superior Max Weber (Buenos Aires- Argentina)
Dr. José Luis Lens Fernández
D.N.I. 18706131
Director Académico del Instituto de Educación Superior Max Weber (IMW)
Buenos Aires –Argenitna-
www.imwonline.org
Resumen
El Instituto de Educación Superior Max Weber (www.imwonline.org), dependiente de la Fundación Educación para el Progreso, está reconocido por la Dirección General de Educación de Gestión Privada del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Su objetivo es la formación y el perfeccionamiento de docentes, profesionales y todas aquellas personas que deseen reciclarse laboralmente. En esta oportunidad, nos complacemos en socializar nuestro modelo de e-learning, que es el resultado de nuestros conocimientos y experiencias en el campo de la formación online. A tono con la concepción gnoseológica de la Web 2.0, nuestra idea y práctica del e-learning se fundamenta en la teoría constructivista y en los principios de una pedagogía dialógica y colaborativa. Reinventando el precepto freireano: “Nadie educa a nadie, nadie se educa solo, los hombres y mujeres se educan entre sí mediatizados por el mundo”[1], elaboramos una pedagogía, instrumentada mediante TIC, que hace centro en la colaboración entre pares, por supuesto con la conducción y coordinación de docentes competentes para ponerla en práctica efectivamente. En esta ponencia desarrollamos los fundamentos teórico-operativos del Modelo de E-learning Constructivista Colaborativo (MEC) del IMW.
Palabras clave:
e-learning, formación y perfeccionamiento, constructivismo, aprendizaje entre pares
La evolución del e-learning
El e-learning como toda modalidad educativa depende de la calidad del modelo pedagógico en el que se sustenta y de la competencia de los educadores para ponerlo efectivamente en práctica.
Desde esta perspectiva podemos señalar sin temor a equivocarnos que, desconociendo los fundamentos anteriores, existieron y existen modas que, desde el Management, intentaron e intentan hacer descansar la calidad del e-learning en la estructuración de los contenidos y la potencialidad de la Web 2.0.
En el primer caso se pensó que con contenidos con una fuerte estructuración didáctica de tipo conductista era posible lograr instancias de formación de calidad. La idea subyacente estaba en la ventaja de prescindir de los capacitadores, la parte más cara de los procesos educativos. Es así como aparecieron los cursos de sesgo instruccional, fuertemente conductistas. En una primera etapa en la modalidad de instrucción por computadora, más tarde con los cursos enlatados, luego la idea de los Objetivos Pedagógicos Reutilizables (OPR) y las grageas o pastillas de conocimiento. La moda de los enlatados, como sabemos pasó. Los enlatados fracasaron, aunque todavía existen quienes siguen apostando por ellos, principalmente porque realizaron importantes inversiones y deben recuperarlas.
Lo mismo ocurrió con la idea de los OPR que derivó en las grageas de conocimiento. Simplemente fracasaron. Pero ¿por qué? Sencillamente, porque desconocían y desconocen los fundamentos de los procesos de enseñanza-aprendizaje realmente efectivos. No es posible aprender solamente con contenidos. Para aprender realmente, es cierto, se requieren contenidos, pero también un modelo pedagógico bien fundamentado y educadores competentes.
En el segundo caso, con el advenimiento de la Web 2.0, volvieron las modas. Ahora le tocó el turno al “aprendizaje informal”, la gente aprende en las redes sociales, en las comunidades de práctica y aprendizaje, en los blogs interactivos, en los foros temáticos, y demás. Pero la verdad no está en las modas, sino en la comprensión profunda de cómo aprenden las personas. ¿Y cómo aprenden las personas?
Constructivismo dialógico colaborativo
No es posible transmitir ni donar conocimientos, los conocimientos los construyen los sujetos de aprendizaje, en un marco de diálogo y colaboración entre pares, mediados por una realidad común y bajo la conducción experta de formadores competentes.
He aquí los fundamentos de lo que denominamos “constructivismo dialógico colaborativo”:
- El conocimiento no se transmite, sino que se construye. Para que se produzca conocimiento debe existir un sujeto que actualice significativamente la información.
- Esta construcción requiere de una conducción educativa competente y realmente democrática, esto es, superadora de los contextos de enseñanza verticalizados y conductistas.
- Si bien son los sujetos quienes construyen el conocimiento, nunca lo hacen en soledad y aisladamente, sino en el marco de una conducción educativa dialógica y democrática y en su interacción con otras personas, mediados por la realidad compartida.
En síntesis, sin conducción, diálogo y colaboración, no hay verdadera construcción de conocimientos.
Las condiciones para un verdadero aprendizaje
Para que exista un verdadero aprendizaje, esto es, se produzcan auténticos conocimientos en las personas, orientados al cambio de actitudes, habilidades, conductas, competencias, desempeños y resultados en sus contextos de actuación, es necesario que:
- Las personas sean realmente autónomas en la apropiación y actualización significativa de la información. Esto quiere decir que debe existir una construcción personal y original de conocimientos.
- Exista una conducción a cargo de un formador con sólidos conocimientos sobre el tema dictado y verdadera competencia pedagógica en la forma de un liderazgo dialógico, capaz de estimular y promover la autonomía y el espíritu crítico de los alumnos.
- Se produzca una interacción con otras personas, colegas, pares, compañeros de trabajo, compañeros de curso, mediada por la realidad compartida.
- La instancia de formación se realice a partir de contenidos problematizadores y estructurados con una orientación constructivista, dialógica y colaborativa, capaces de promover la producción efectiva de los puntos 1,2 y 3.
En nuestro modelo educativo el alumno es el centro del proceso de enseñanza-aprendizaje, ya que es el constructor personal y original de los conocimientos en el marco de la conducción experta y dialógica del formador y en el contexto de interacción socio-colaborativa de colegas, pares, compañeros de trabajo, compañeros de curso, etc., mediado por la realidad compartida.
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