Introduccion al adobe

1. Introducción

Los materiales empleados en la construcción no siempre son fabricados y utilizados de una forma responsable con el medioambiente, siendo esta industria un gran generador de agentes contaminantes.  Durante todo su ciclo de vida, provocan grandes consumos de recursos no renovables y energía. Por lo tanto, hoy es inminente la necesidad de encontrar alternativas sustentables que implementen en todo el proceso la optimización de recursos y eficiencia energética.

A lo largo de este trabajo analizaremos la utilización del ladrillo de adobe en la construcción, abordando sus características principales, fabricación y armado de muros

1. Adobe

La palabra adobe tiene origen en el idioma árabe al-tub que se traduce como ladrillo crudo. El término adobe en castellano, aparece por primera vez en 1139-1149 en el llamado “Fuero de Pozuelo de Campos” hoy Pozuelo de la orden, municipio de la provincia de Valladolid, España.

Una de las ciudades más antiguas con presencia de adobe es Çatalhöyük, en Anatolia, del VII milenio antes de Cristo. También fue muy utilizado en el antiguo Egipto para la construcción de casas, mastabas, fortalezas y palacios. Dentro de América, en Perú, existe la ciudad de barro más grande el mundo, la ciudadela de Chan Chan (1200-1480) perteneciente a la cultura Chimú y el asentamiento humano más antiguo de América también fue construido sobre adobe la “Ciudad Sagrada de Caral” (3000 a.C. – 1800 a.C.). En México, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina y Chile se mantiene viva esta tradición, aunque amenazada por las imposiciones del mercado formal y la mala fama por su conexión con sismos y la enfermedad del mal de Chagas.

Materiales:

Casi todos los tipos de tierra sirven para la elaboración de adobes, pero las proporciones entre tierra y arena varían según el tipo de suelo que tenemos disponible. Por lo tanto, muchas veces se deben adicionar otros materiales al mortero de tierra. 

Las proporciones ideales de la tierra para hacer adobes son:

• Arena: 55% a 75%
• Limo: 10% a 28%
• Arcilla: 15% a 18%

La arcilla funciona como conglomerante y el limo y la arena como relleno. Es importante que la tierra esté libre de materia orgánica y humus.

En algunos casos los morteros pueden contener excremento de ganado y paja. La paja otorga una mayor elasticidad y resistencia evitando que se quiebren o rompan los adobes por el efecto de las condiciones ambientales. Mientras que el excremento actúa como un aglutinante natural, proporcionando cohesión a la mezcla, aumentando su plasticidad y mejorando la resistencia.

Fabricación artesanal:

Este tipo de fabricación es el más utilizado, aunque también existe otra industrializada. En este caso, la extracción de la arcilla, muy probablemente, se hará en cercanía al lugar de la obra, o podremos implementar el excedente de tierra de otro proceso, por ejemplo, la nivelación de algún sector del terreno. 

Selección y preparación del suelo: 

En este paso se seleccionará una tierra adecuada teniendo en cuenta las indicaciones del punto anterior. Si la extracción de la tierra se realiza in-situ se pueden recurrir a diferentes pruebas para comprobar que tipo de tierra se está utilizando.

Tipos de ensayos para adobes:

Ensayo de resistencia a flexión: Se pone un adobe sobre otros dos separados la mitad de su longitud. Se pisa con fuerza. Debe aguantar y no romperse.

Ensayo de absorción de agua. Se mantiene un adobe bajo agua durante cuatro horas. Se rompe y se comprueba que la parte mojada no supere un centímetro de profundidad.

Ensayo de resistencia a flexión en condiciones de humedad: Se mantiene un adobe bajo agua durante cuatro horas y se coloca encima de otros dos separados entre si la mitad de su longitud. Enseguida se colocan encima 6 adobes más. Deberá aguantar el peso por lo menos un minuto antes de romperse.

Mezcla y amasado: 

Antes de proceder a la mezcla, la arcilla en seco, debe tamizarse con el objetivo de retirar piedras y desperdicios. Luego se deben mezclar los ingredientes con agua hasta obtener una consistencia adecuada, la misma no debe estar ni muy líquida ni muy seca. En esta etapa también es recomendable dejar descansar la mezcla para que las partículas de tierra se compacten y se adhieran entre sí, alcanzando en la mezcla la humedad óptima para dar forma a los adobes.

Moldeado de ladrillos: 

Una vez lista la mezcla, se utilizan moldes de metal, madera o plástico, comúnmente de madera, con las dimensiones y forma deseada para el adobe. Estos se espolvorean con arena para favorecer al desmolde y se procede a verter la mezcla. Es importante que en este proceso no quede aire adentro, ya que puede perjudicar a su resistencia. 

Secado al sol:

Una vez desmoldados, los adobes se colocan al aire libre para ser secados al sol, este procedimiento puede durar varios días dependiendo de las condiciones climáticas del lugar de fabricación. Durante este proceso, se deben ir cambiando las posiciones de los adobes para lograr un secado uniforme de todas las caras.

...