LA OBSOLESCENCIA TECNOLÓGICA PROGRAMADA, MAS DAÑOS AMBIENTALES QUE DESARROLLO CIENTÍFICO
Enviado por alejopensayo2014 • 22 de Noviembre de 2020 • Ensayo • 2.178 Palabras (9 Páginas) • 111 Visitas
LA OBSOLESCENCIA TECNOLÓGICA PROGRAMADA, MAS DAÑOS AMBIENTALES QUE DESARROLLO CIENTÍFICO.
(RESPONSABILIDADES)
Alejandro Prado Hoyos[1]
En economía, las “expectativas racionales”, son el aprendizaje de su experiencia, por parte de los agentes económicos, con el fin de no cometer errores sistemáticos en el futuro (George y Oxley 2005), esta teoría se puede aplicar tanto en el cuidado del medio ambiente, como en el desarrollo de legislaciones proteccionistas aplicables a la producción, comercio, consumo y disposición de bienes y servicios ambientales.
Este es un tema muy importante, al que se le debe aplicar la teoría de las expectativas racionales, debido a la degradación alarmante del medio ambiente, por el consumismo exagerado y el consecuente productivismo, debido a la obsolescencia de los bienes manufacturados con una programación de vida útil baja.
Aunque la falla, en esencia es económica, se aprovechan los fabricantes, de temas sociológicos y de marketing como el esnobismo, el manejo de estándares (mínimos) de calidad y en general una irresponsabilidad frente al medio ambiente, para ganar ingentes cantidades de dinero, a cambio de un consumismo exagerado de bienes que en poco tiempo serán inservibles.
Es un problema fundamentalmente económico, desde que se busca la generación de riqueza, a partir de ciclos cada vez más cortos de productividad, es decir se invierte cada vez menos en la economía real (maquinaria y equipos, empleos, transporte etc), y mucho más en la economía financiera. En la primera, el inversor debe esperar mucho tiempo entre la inversión y la obtención de utilidades (por ejemplo, compra de materia prima y maquinaria, transformación, comercialización, transporte y obtención de utilidades), ciclo en el que pueden pasar varios días e incluso meses; mientras que, con la economía financiera, se coloca en la bolsa de valores, un capital que puede ser recuperado minutos después, con rendimientos, los cuales se pueden colocar de nuevo indefinidamente las veinticuatro horas.
Adicionalmente la economía financiera, ha generado un fenómeno anexo, se trata de crear empresas anónimas (con régimen accionario), en las cuales se nombran directivos con la única función de generar dividendos que distribuir entre los accionistas, lo cual se logra con mayor productividad y venta. Estas empresas, contratan científicos, economistas, abogados e ingenieros altamente capacitados, para lograr los objetivos misionales, en los cuales no esta incluido el equilibrio medio ambiental (solamente como marketing). Es la producción de riqueza, a costa del medio ambiente, del empleo, la salud e incluso la paz.
Es un tema mas profundo que lo que hasta ahora se ha propuesto, y va desde la industria farmacéutica, pasando por la alimenticia, la producción y consumo tecnológico de todo tipo, llegando a la moda, dejando consecuencias por el uso excesivo de los recursos naturales (Anón s. f.), muchos de ellos no renovables. Efectos como la basura, la toxicidad, la explotación de recursos no renovables, la desaparición de especies biológicas, los conflictos geopolíticos, el uso del derecho para “legalizar” prácticas como la explotación laboral, o la explotación minera en áreas prohibidas, son apenas los de inmediata recordación.
YA
Igualmente, existen caminos como reutilizar los bienes a través del alquiler, lo que obliga a fabrícalos con altos niveles de calidad, para mejorar su durabilidad, el reciclaje, la reparación, la fidelización en el consumo del mismo producto o si se quiere el pago por “reiniciar” el objeto que ya se tiene, pero sin tener que cambiarlo.
Por parte del consumidor, acciones como limitar las cantidades que compre, exigir calidad ligada a la duración. No comprar bienes que vengan programados para ser obsoletos. No dar segunda oportunidad a esas marcas. Valorar lo perdurable y estar atento frente al márquetin de consumo. Exigir al fabricante las garantías de calidad, el reciclaje de sus productos y mantener la compatibilidad sucesiva de componentes. Es decir, tomar conciencia del consumo.
Con el fin de problematizar el presente tema, es decir en el caso de continuar la obsolescencia programada, y los perjuicios medio ambientales que se generan, se proponen las siguientes preguntas:
¿Se podría alegar perjuicios a derechos subjetivos procedentes de la producción de bienes diseñados con obsolescencia programada dañinos del medio ambiente?
¿Cuál es el título de dicha acción?
¿Y si éste depende de normas que obliguen al estado o al fabricante a la protección medioambiental?
¿Tiene mayor prosperidad una acción colectiva, frente a los perjuicios causados por la producción obsoleta programada?
Se pretende identificar como y porque esta ocurriendo el productivismo y el consumismo, para de esta forma determinar posibles soluciones.
Describir las potenciales soluciones frente al productivismo y el consumismo (El alquiler)
¿El medio ambiente puede llegar a ser actor en esta causa?
Y finalmente: ¿frenar la obsolescencia programada es también frenar el desarrollo progresivo de la tecnología?
En apariencia son muchas las preguntas sobre un tema principal, tal vez algunas de ellas ya contestadas y otras aun no propuestas. Pero muy seguramente, con el desarrollo investigativo que se de para rebatirlas se pueden encontrar soluciones favorables para toda forma de vida en el planeta (Anón s. f.).
El presente estudio se desarrolla mediante una metodología cualitativa con enfoque descriptivo-hermenéutico, sirviéndose de la jurisprudencia comparada y la doctrina, e irradiado interdisciplinariamente con la economía, las ciencias biológicas y el propio derecho, para la reconstrucción de los parámetros necesarios para controlar la obsolescencia programada y el procedimiento de examen de las afectaciones producidas, con el fin de hallar las posibles soluciones sin que estas impliquen un freno en los avances tecnológicos.
Los países tercermundistas tienen una tradición de proveedores de materias primas, por estar situados en territorios ricos en recursos naturales tanto biológicos como minerales, necesarios para la producción de tecnologías de consumo masivo. ¿Qué harían países como Japón, Alemania, China o los propios Estados Unidos, sin el Cobre Chileno, el Litio Boliviano, el Coltán de Ruanda o el oro, las esmeraldas y el carbón colombiano?
La solución principal, está en la ética, tanto del productor como del consumidor.
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