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Adminsitracion


Enviado por   •  14 de Abril de 2015  •  10.911 Palabras (44 Páginas)  •  536 Visitas

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APUNTE DE ADMINISTRACIÓN

HISTORIA DE LA ADMINISTRACIÓN

Las organizaciones y las ideas concernientes a la manera de dirigir se conocen desde la antigüedad. Los documentos de la antigua China y Grecia muestran interés por una buena coordinación y dirección de las empresas publicas. Ni la Muralla ni el Partenón se habrían construido sin planeación, organización, dirección y control. Los griegos y los romanos también lograron dirigir adecuadamente una amplia gama de actividades colectivas.

Como las aventuras militares, las obras públicas y los sistemas de tribunales.

La revolución industrial en la Inglaterra de los siglos XVIII y XIX ofrece un testimonio más reciente del ejercicio de la administración. También esa época ha dejado documentos sobre el interés por la administración. Charles Babbage, por ejemplo, escribió en torno a la necesidad de realizar un estu¬dio sistemático y una estandarización (normalización) de las operaciones de trabajo a fin de mejorar la productividad.

Pero antes del siglo XX, el legado del ejercicio de la administración es mucho más abundante que el del pensamiento administrativo. Un histo¬riador señala que la falta de obras dedicadas al tema durante la Revolución industrial refleja que la administración no se reconocía como una "tecnolo¬gía" o un conjunto de habilidades comunicables y aprendibles. No obstan¬te, un conjunto de obras dedicadas a la administración empezó a tomar for¬ma a principios del siglo XX. Nuestra introducción a los diversos enfoques de la administración comenzará con una reseña de algunos de esos primeros pioneros. También hablaremos de las perspectivas más recientes.

ADMINISTRACIÓN CIENTIFICA

Conviene comenzar con los primeros expertos en eficiencia orientados a la ingeniería industrial, quienes analizaron microscópicamente la forma en que se efectuaba el trabajo. Aunque hubo muchos de ellos, la obra de Fre¬derick W. Taylor y de Frank Gilbreth y Lillian Gilbreth mostrará que el in¬terés primordial se centraba en descubrir la mejor manera de ejecutar cada tipo de tarea.

Si usted hubiera visitado la Midvale Steel Company o la Bethlehem Steel Company en los primeros años del siglo XX, seguramente se habría en¬contrado con un hombre serio y de anteojos que observaba atentamente a los trabajadores. Su nombre era Frederick W. Taylor. Veía a los trabajado¬res realizar varias tareas, cortar metales, dar paladas, manejar el hierro en bruto. Taylor observó los movimientos o elementos individuales de cada ta¬rea y apuntó el tiempo que tardaban en realizar cada uno. No solamente era un trabajo para Taylor, según algunas fuentes biográficas poco favorables,sino que constituía una pasión rayando en la obsesión.

Taylor dividía su mundo en partes muy pequeñas. Cuando jugaba croquet, sus amigos se preocupaban a verlo trazar los ángulos de sus golpes. Cuando caminaba, contaba los pasos para aprender el paso más eficiente. Nervioso y tenso, aunque nunca fumé ni ingirió bebidas alcohólicas y ni siquiera bebía café o té, durante toda su vida sufrió insomnio y pesadillas; y temeroso de yacer boca arriba, dormía en paz solo cuando estaba sujeto y erguido en el lecho o en una silla. No podía soportar la vista de un batán o un hombre ocioso. Nunca holgazaneaba ni permitiría que nadie lo hiciera.

Otros biógrafos más benévolos describen a Tayior como una persona nada autoritaria y mucho más consagrada a la investigación. al razonamien¬to y a la búsqueda de hechos y no atado a la tradición o dedicado a hacer conjeturas o emitir opiniones personales.

El autoritarismo significa creer en la obediencia que se debe a la autoridad simplemente por ser la autoridad, es decir, la obediencia por amor a la obe¬diencia. Tal doctrina está en evidente contradicción con todo cuanto Taylor propugnaba. En primer lugar, sostenía la necesidad de obedecer a los hechos: a la razón, a ras pruebas, a los resultados de los experimentos. Lo que defendía no era la regla de la autoridad sino la del conocimiento. Al respecto podemos citar al biógrafo de Taylor, E. B. Copley: "No hay más que un amo, un jefe: el conocimiento. De cualquier manera, esto fue lo que Taylor luchó por introducir en la industria. Puso todas sus fuerzas y empeño por lograr que en ella el conocimiento fuera el centro de todo.

La finalidad que perseguía Taylor al reunir hechos y mediciones era proporcionar un fundamento científico u objetivo para diseñar y ejecutar los trabajos. Con ello pretendía terminar con el empiricismo e improvisa¬ción que predominaba por aquella época. En vez de hacer que cada trabaja¬dor hiciera la tarea a su manera. Taylor quería encontrar la forma óptima para todos ellos.

Primero se analizaba el trabajo o tarea y luego se rediseñaba basándose en sus componentes, con métodos, equipo y tiempos estándar, con momentos de descanso y tomando en cuenta los retrasos inevitables. El siguiente paso consistía en encontrar a personas física y mentalmente idóneas para el trabajo. Una vez que las encontraba, era preciso capacitarlas. El resultado de todo ello era una productividad más alta: un pastel económico más grande del que tanto el empleado como la compañía recibirían porciones mayores.

En cierta ocasión Taylor observó la tarea de 600 paleadores en la Bethlehem Steel Company. e hizo minuciosas observaciones cronométricas de los detalles del trabajo. Se fijó en la manera en que los paleadores metían la pala dentro de la pila de carbón, movían la pala y arrojaban la carga. Cambió el tamaño de las palas. el peso de las cargas y primero seleccionó a dos o tres paleadores de primera clase y les pagó sueldo extra por realizar un trabajo de excelente calidad; después poco a poco modificó la carga de la pala e hizo que un grupo de hombres acostumbrados a efectuar experimentos observasen todas las circunstancias del trabajo. Des¬cubrió así que un hombre de primera clase ejecutaba el mayor trabajo de la jornada con una carga de 21 libras por pala.

En otra ocasión Taylor observó la tarea del manejo de hierro en bruto. Habiendo encontrado la mejor manera de realizar la tarea, le indica a un hombre llamado Schmidt obedecer las órdenes de un ayudante muy conoce¬dor del arte del manejo del hierro en bruto. "Hombre de gran valor" es el término con que Taylor designaba a los mejores trabajadores seleccionados para recibir capacitación y también un incremento salarial.

Si eres un hombre de gran valor, harás exactamente lo que te ordene este hombre mañana: desde la mañana hasta la noche. Cuando te diga que recojas un trozo de metal y camines, lo recoges y caminas, y cuando te diga que te sientes y descanses, te sientas, y esto lo haces todo el día. y sobre todo na¬da de contestarle. ¿Me

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