Alimentos Transgénicos

BACHILLERATO A DISTANCIA

Transgénicos, un riesgoso beneficio.

Ensayo Final

Narración y exposición

Presentado por:

Ana Lilia Nieves Méndez

Gpo. 1302-0104-05

22 de marzo de 2013

Transgénicos, un riesgoso beneficio.

La producción de los alimentos transgénicos, así como su consumo, provoca una serie de consideraciones éticas sobre su manejo y utilización, unas a favor y otras en contra, que no podemos ignorar. El desarrollo en los últimos años de las técnicas de la biología molecular le ha dado herramientas al hombre que le permiten acceder y manipular el ADN de los organismos. Aunque hace 20 años pareciera imposible.

Se han realizado muchos foros internacionales para discutir sobre este tema, debido a su importancia y controversia por la existencia a nivel mundial de grupos muy bien definidos, los defensores sin cuestionamiento alguno, los que se oponen ciegamente y aquellos que ven esta nueva tecnología con un correcto enfoque bioético y científico.

No necesariamente hay que estar de un lado o del otro, hay que pensar en los beneficios que pudiéramos obtener, pero tomando en cuenta los riesgos.

Los transgénicos son plantas o animales que han sido manipulados en laboratorios. Esta manipulación consiste en agregar genes a la cadena de ADN de las plantas y animales para así cambiar o combinar características entre ellos. Son producidos por el monopolio de las grandes empresas semilleras, que son los mismos fabricantes de pesticidas y principales fabricantes de medicamentos veterinarios. Los estudios con Organismos Genéticamente Modificados (OMG) están liderados por Estados Unidos. Países como Argentina, Brasil, China, Cuba, Egipto, India, México y Sudáfrica están abriendo camino con investigaciones en este campo.

Desde la década de los 80, Cuba ha realizado inversiones significativas para las investigaciones de la biotecnología en el mundo, relacionadas con la aplicación de la Ingeniería Genética para obtener OMGs destinados a la alimentación.

La comercialización de alimentos transgénicos para consumo humano empezó el 18 de mayo de 1994, cuando la Agencia Alimentaria (Food and Drug Administration) de Estados Unidos autorizó el comercio del primer tomate “Flavr-Savr” (tomate larga vida). Obtenido por la empresa Calgene, con un proceso de maduración retardada que facilitaba su almacenamiento y transporte a grandes distancias. Me pregunto si para entonces, ¿ya se había informado a la gente sobre los riesgos que esta nueva tecnología implica?

Actualmente, en el mundo existen más de 80 productos transgénicos. El 77% de la soya que se cultiva en el mundo proviene de semillas modificadas, igual que el 49% del algodón y el 25% del maíz. ¿Y entonces? El aceite que pregona 100% puro de soya, ¿entra dentro del 23% restante o nos miente?

Transgénicos, un riesgoso beneficio.

El objetivo de esta tecnología es disminuir la mala nutrición en los seres humanos y erradicar el hambre en el mundo.

Hace 35 años, mientras la gente moría de hambre, mucha comida desapareció del mercado y había muy altos precios de los alimentos. Había sequía, preocupación sobre el futuro de la economía del petróleo y preocupación porque la crisis alimentaria tal vez se quedaría con nosotros por muchas décadas. Así que…las pequeñas empresas debían rendirse y dejarse comprar por las ambiciosas empresas pesticidas.

Y mientras en todo el mundo el sector público se marchita y se muere, lo que queda de ese pequeño sector, está casi enteramente al servicio del sector privado, otra vez las “grandes empresas”.

Los transgénicos, era la gran tecnología que propusieron las empresas hace 35 años con la que se resolverían los problemas de hambre en el mundo. Después de todo, esa gran tecnología no fue lo que esperábamos.

En 1996 había 400 millones de hambrientos en todo el mundo. El año pasado, durante la última cumbre sobre alimentación, se contabilizaban 1000 millones de hambrientos en el planeta. Las industrias han tenido éxito, pero nosotros seguimos con el problema de hambre, injusticia y la destrucción de la agricultura campesina alrededor del mundo.

Entonces, nuestro problema de hambre es, otra vez, una oportunidad para la industria. Y esa oportunidad se reduce a un simple hecho: para ellos, en la actualidad, menos de una cuarta parte de la biomasa terrestre anual es utilizada, o mejor dicho, mercantilizada, porque para ellos es objeto de compra-venta. Su tecnología no resolvió nuestros problemas pero, que buen negocio hicieron.

Existe una inmensa variedad de estudios relacionados con animales transgénicos, entre los que ya se encuentran, pollos, conejos, cerdos, vacas, ovejas, cabras y peces transgénicos, aunque hasta la fecha no han sido comercializados para el consumo humano. (FAO, 2003; Pujol 2002)

En la actualidad, la protección al consumidor ha adquirido gran importancia

...