Amor De Verano
Enviado por Emmanuell8 • 6 de Febrero de 2013 • 341 Palabras (2 Páginas) • 362 Visitas
ciencia en cuanto que ambas descansan en la misma función del espíritu humano, en el
pensamiento. Pero ambas se distinguen, como ya se ha indicado, por su objeto. Mientras que las ciencias
especiales tienen por objeto parcelas de la realidad, la filosofía se dirige al conjunto de ésta. Cabría, no
obstante, pensar en aplicar el concepto de la ciencia a la filosofía. Bastaría distinguir entre ciencia
particular y ciencia universal y llamar a esta última, filosofía. Pero no es lícito subordinar la filosofía a la
ciencia, como a un género más alto, y considerarla de esta suerte como una determinada especie de
ciencia. La filosofía se distingue de toda ciencia, no sólo gradual, sino esencialmente, por su objeto. La
totalidad de lo existente es más que una adición de las distintas parcelas de la realidad, que constituyen
el objeto de las ciencias especiales. Es frente a éstas un objeto nuevo, heterogéneo. Supone, pues, una
nueva función por parte del sujeto. El conocimiento filosófico, dirigido a la totalidad de las cosas, y el
científico, orientado hacia las parcelas de la realidad, son esencialmente distintos, de suerte que entre la
filosofía y la ciencia impera la diversidad, no sólo en sentido objetivo, sino también subjetivo.
¿Qué relación guarda ahora la filosofía con las dos restantes esferas de la cultura, con el arte y la
religión? La respuesta es: existe una honda afinidad entre estas tres esferas de la cultura. Todas ellas
están entrelazadas por un vínculo común, que reside en su objeto. El mismo enigma del universo y de la
vida se halla frente a la poesía, la religión y la filosofía. Todas ellas quieren en el fondo resolver este
enigma, dar una interpretación de la realidad, forjar una concepción del universo. Lo que las diferencia
es el origen de esta concepción. Mientras la concepción filosófica del universo brota del conocimiento
racional, el origen de la concepción religiosa del mismo está en la fe religiosa. El principio de que
procede y que define su espíritu es la vivencia de los valores religiosos, la experiencia de Dios. Por eso,
mientras la concepción filosófica del universo pretende tener una validez universal y ser susceptible d
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