CAMBIOS EN LAS DINÁMICAS FAMILIARESY SU RELACIÓN “CON” Y “A TRAVÉS DE” LAS TECNOLOGÍAS EN CONTEXTO DE PANDEMIA COVID-19

Universidad de la Patagonia Austral[pic 1]

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Introducción

Durante el año 2020, el mundo entero está siendo protagonista de un suceso histórico inédito: La pandemia mundial de Covid-19. Este virus que hasta el momento no cuenta con una cura, ha sacudido estructuralmente la vida cotidiana de todas las personas, sin distinción de países, clases o géneros. Nos ha llevado a repensar y reorganizar formas de convivencia, de vincularnos, de trabajar, de cuidarnos y de cuidar al otro también. Es en el marco de la pandemia, que el gobierno nacional ha decretado el “aislamiento social preventivo obligatorio”, el cual en su artículo 2 aclara: “Durante la vigencia del “aislamiento social, preventivo y obligatorio”, las personas deberán permanecer en sus residencias habituales o en la residencia en que se encuentren a las 00:00 horas del día 20 de marzo de 2020, momento de inicio de la medida dispuesta. Deberán abstenerse de concurrir a sus lugares de trabajo y no podrán desplazarse por rutas, vías y espacios públicos, todo ello con el fin de prevenir la circulación y el contagio del virus COVID-19 y la consiguiente afectación a la salud pública y los demás derechos subjetivos derivados, tales como la vida y la integridad física de las personas.” (Art. 2 del DSCNU 297/2020 publicado por el gobierno nacional el 19/03/2020).^[1]

Independientemente de las modificaciones que surgieron en cuanto a la mayor o menor restricción de actividades que dependen de cada provincia, dicha situación interpela desde las bases las formas tradicionales de relacionarse y obliga a repensar nuevas formas de dar respuestas a situaciones problemáticas que se resignifican en el transcurso de los nuevos acontecimientos.

En este sentido, este trabajo tiene como objetivo el análisis de los “cambios en las dinámicas familiares y su relación “con” y “a través de” las tecnologías en contexto de Pandemia Covid-19”, relación que será retomada en cada uno de los ejemplos analizados. Esta elección encuentra sustento en la importancia y el protagonismo de las tecnologías de la información y la información (TIC) en la vida de todas las personas y en los efectos -ya sea por tener acceso a ellos como por no tenerlo-, que se producen en la cotidianeidad. Si bien es cierto que el debate en torno al uso de los mismos continúa ganando terreno en estos tiempos, este escrito pretende tomar algunas situaciones familiares cotidianas y dar cuenta de las modificaciones y de las nuevas particularidades adquiridas en el nuevo escenario actual:

• Relaciones familiares “con” y “a través de la tecnología”. Familia Global.
• Educación: Inequidad virtual y las relaciones sociales.
• Mujer, vida familiar, trabajo y tecnología.

Estos temas serán analizados desde el enfoque de los Estudios Sociales de la Tecnología, entendiendo que la tecnología es social y la sociedad es tecnológica.

Relaciones familiares “con” y “a través de” la tecnología. Familia Global.

Al analizar las relaciones de las personas con la tecnología, es necesario realizar la siguiente diferenciación:

Se hace referencia a las relaciones sociales “con” las tecnologías para explicar las relaciones que una persona o grupo de personas establecen con un artefacto o conjunto de artefactos (Haraway, 1995). Por otro lado, las relaciones sociales “a través de” la tecnología, son aquellas que hacen referencia a las relaciones sociales que son posibles sólo con la tecnología como intermediaria, también llamadas “mediadas” (Texto base Unidad 2, 2020: 5).

En el caso de las familias, puede afirmarse que su rutina diaria se encuentra atravesada por ambas formas, es decir, que desarrollan sus relaciones sociales “con” y “a través de” las tecnologías. Este contexto de pandemia, y debido a la imposibilidad de mantener relaciones “cara a cara” con otras personas más allá del núcleo familiar que convive bajo el mismo techo, ha llevado a reconfigurar las formas de mantener y alimentar los vínculos afectivos. En este sentido, las relaciones mediadas por las tecnologías se han convertido en la forma de comunicación por excelencia, avanzando -aún más- en el terreno de las prácticas cotidianas. Algunos autores señalan que se trata de “relaciones que ocurren en “ámbitos múltiples” apoyadas en nuevas configuraciones de lo que se considera como afecto/afectividad, con otras características y con otras cargas valorativas y significantes (Duarte de Souza, 2011)”.^[2]

En el actual contexto puede afirmarse que las familias mantienen sus relaciones socio-afectivas a través de las TIC. Pensemos en un niño llamando a su abuela, a un amigo, a un padre o madre haciendo video llamadas con equipos de trabajo o con hermanos, novios, etc. Todas prácticas que intentan “sustituir” -al menos momentáneamente- un conjunto de interacciones que hace apenas unos meses se daban en forma personal. En este sentido, se fortalece el concepto de “familias globales”, el cual hace referencia a “grupos sociales que viven separados geográficamente, que comparten la vida cotidiana a distancia, reconfigurando la distancia física mediante el uso de tecnologías digitales en comunicación (Beck y Beck -Gernsheim, 2012)”^[3].

Sin embargo, experiencias personales y de allegados y/o conocidos, invitan a pensar una nueva dimensión dentro de las dinámicas familiares: Incluso bajo el mismo techo, y cada vez con más frecuencia, la comunicación verbal de los integrantes es remplazada por un mensaje de texto, un audio, o se comparte material audiovisual de un dispositivo hacia otro estando sentados uno frente a otro. Será interesante profundizar la investigación de este nuevo comportamiento que, debido a las características propias del aislamiento social, es cada vez más frecuente.

Educación: Inequidad virtual y las relaciones sociales

Con la suspensión de las clases presenciales, como medida preventiva, para evitar la propagación del coronavirus, la virtualidad se volvió el canal para que los chicos continúen el ciclo lectivo. La educación es un derecho de todos los niños, niñas y adolescentes independientemente de la contingencia del COVID-19. Los edificios se encuentran cerrados, pero no la Institución Educativa. Los maestros, maestras y profesores han tenido que cambiar sus clases presenciales a una modalidad en línea. Así, se apeló a diversas plataformas y redes sociales, como por ejemplo “Google Meet”, “Figaro”, “Zoom”, entre otras, para enviar materiales como fotos, videos y trabajos, y el dictado de las clases virtuales. Sin embargo, esto trajo otras problemáticas, ya que no todos tienen los recursos necesarios para llevar a cabo la educación virtual, como la conectividad a internet, teléfono y/o computadora. Y entre quienes cuentan con ello, a veces es de manera eventual, o compartido con otros integrantes de la familia, a veces no se cuenta con la cantidad de dispositivos tecnológicos necesarios para llevar a cabo todos los compromisos en simultáneo. Reflejando de esta manera como las relaciones laborales y educativas de todos los integrantes también están siendo mediadas por la tecnología.

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