DELITO CIBERNETICO

El delito cibernético es uno de los delitos que presenta mayor complejidad para su investigación y persecución, ya que no se requiere estar físicamente en el mismo lugar donde se comete el delito, inclusive, se puede cometer desde un país diferente al que se encuentre la víctima sobre la que recae la acción. Además de que también, como es el caso de los virus, el delincuente ni si quiera tiene que estar presente en el momento para concretar su acción, puesto que utilizando la misma tecnología, el virus puede ser programado para transferirse en automático de ordenador en ordenador, o de dispositivo electrónico a dispositivo electrónico, sin que ni si quiera los usuarios tengan conocimiento o estén conscientes de que ellos mismos están propagando el virus.

La inexistente necesidad de que la persona que comete un delito cibernético tenga que estar físicamente en contacto o presente en el mismo sito en el que se encuentra su víctima, genera que el delito sea de gran complejidad en su investigación y persecución para las autoridades. Esto aunado a que en muchos casos, el delito es cometido desde un país diferente al de la víctima, por lo que para poder perseguirlo y sancionarlo, se requiere la cooperación de los órganos de investigación de otros países, pero sobre todo, que en dichos países su legislación sancione ese tipo de delito, porque de lo contrario, las autoridades de un solo país, trabajando solas, están limitadas y condenadas a no obtener ningún resultado favorable que permita castigar a los culpables.

Por otra parte, otro factor importante a considerar y que facilita la comisión de los delitos cibernéticos, deriva de que muchas veces, las personas que están siendo víctimas de un delito, no se percatan de que esto les está sucediendo. Tal es el caso del ciberespionaje, en el que la persona que es víctima de dicho delito, no tiene la menor idea de que le están robando información o que la están monitoreando para conocer todo lo que hace en su ordenador o dispositivo electrónico. Dicho desconocimiento por parte de la víctima, repercute en el que delito no sea denunciado, y por lo mismo, no se inicie una investigación que desencadene en la detención y sanción para el delincuente.

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