EL LABORATORIO FOTOQUÍMICO

UNIDAD DIDÁCTICA 1: EL LABORATORIO FOTOQUÍMICO

1. QUÉ ES Y QUÉ TIPO DE LABORES SE REALIZAN EN UN LABORATORIO FOTOQUÍMICO

La fotografía tradicional es la combinación de un proceso óptico y un proceso químico. Esta combinación se ha de repetir en dos etapas sucesivas hasta la consecución de una copia final. La sucesión de los procesos es la siguiente:

1. PROCESO ÓPTICO

De un sujeto obtenemos una imagen reducida a través del objetivo de la cámara. Esta imagen es proyectada sobre un material sensible a la luz –película fotográfica o sensor- impresionándolo en un grado de exposición determinado.

PROCESO QUÍMICO

Para poder visualizar la información registrada en la película durante la exposición, ésta ha de pasar por un proceso químico que nos llevará a la obtención de un negativo. El negativo es una imagen en película de nuestro sujeto pero con el intervalo de tonos invertido, es decir, las zonas claras del sujeto están oscuras en el mismo y las zonas oscuras del sujeto permanecen claras.

2. PROCESO ÓPTICO

Una vez obtenido el negativo realizamos una imagen “grande” o ampliada del mismo a través del objetivo de la ampliadora. Esta imagen la proyectamos sobre un papel fotográfico –también sensible a la luz- al que aplicamos un grado de exposición.

PROCESO QUÍMICO

Después de expuesto el papel fotográfico, este ha de pasar por otro proceso químico para que podamos visualizar la imagen final, y de esta forma, obtener una copia fotográfica, o sea, una fotografía. Esta copia final será una imagen en papel de nuestro sujeto con el intervalo de tonos equiparado al intervalo de tonos del mismo, es decir, positiva.

El laboratorio es el recinto donde vamos a realizar el procesado de películas para la obtención de negativos –primer proceso químico- y el copiado de negativos para la obtención de fotografías –segundo proceso óptico y segundo proceso químico-.

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2. CARACTERÍSTICAS DEL LABORATORIO. ACONDICIONAMIENTO

Las características dependerán de nuestras necesidades, del espacio, de los medios disponibles, etc. Se recomienda que el laboratorio sea confortable y un lugar fijo.

2.1. Requisitos básicos

Los requisitos básicos que ha de cumplir un laboratorio son:

 Que se pueda hacer estanco a la luz.

 Que disponga de algún punto de toma de corriente eléctrica, de una toma de agua y desagüe.

 Es importante que exista algún sistema de regeneración del aire (ventilación) en el recinto (ya que se va a trabajar con productos químicos que van a desprender vapores).

 Que tenga un fácil acceso y salida y que su distribución permita trabajar con una secuencia lógica.

2.2. Distribución del espacio

El color de las paredes puede ser blanco, crema o gris muy claro. El color negro y en general todos los colores oscuros empequeñecen el espacio, dando sensación de agobio.

El tamaño del laboratorio depende del número de personas que lo vayan a usar conjuntamente y del tipo de trabajo que se va a realizar en él.

Para la entrada se realizan trampas de luz o laberintos de fácil acceso que se caracterizan por evitar la entrada de luz, tener un acabado interior de color negro mate, no tener puertas ni cortinas y permitir la circulación del aire para la ventilación.

La distribución del recinto en dos zonas de trabajo viene impuesta por la naturaleza de los tipos de procesos que vamos a realizar (óptico y químico).

2.2.1. La zona seca

Llamamos así al área donde llevaremos a cabo todas las operaciones secas sobre el material sensible (operaciones del proceso óptico): el análisis y la ampliación del negativo en la ampliadora. En esta zona deberemos disponer de una mesa sólida, nivelada e inmovilizada, de unos 60 cm de fondo y con superficie de melamina blanca que garantice su perfecta limpieza. Sobre ella colocaremos la ampliadora. Para determinar la altura de la mesa, tendremos en cuenta que el marginador colocado encima de la tabla de la ampliadora esté 5 cm por debajo de la altura de nuestro codo, evitándonos así dolores y lesiones de espalda. Alrededor de la ampliadora deberá quedar espacio suficiente para manipular los

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papeles fotográficos y para colocar otros utensilios necesarios, como la mesa luminosa, la cortadora rotativa, el reloj, la lupa, etc.

Es de gran utilidad tener los papeles fotográficos a mano y protegidos. Con este fin, debajo mismo de la ampliadora y en el reverso de la mesa es aconsejable instalar un cajón estanco a la luz para guardarlos. Debajo de la mesa sería conveniente instalar un armario para colocar los accesorios secos que necesitemos para trabajar en la ampliadora. Cerca de la ampliadora podemos disponer también de unos pequeños estantes o ganchos donde colocar algunos de esos útiles (lápices, pantalla para reservas, tijeras, etc.) durante la sesión de trabajo.

Es necesario que las paredes que rodean a la ampliadora estén pintadas de negro mate, por lo menos hasta un metro por encima de ésta. De este modo evitaremos las reflexiones de luces parásitas sobre el papel blanco.

La luz de seguridad de esta zona es conveniente que sea independiente de la luz de seguridad del resto del laboratorio, ya que en algunas operaciones nos convendrá trabajar sin ella. En esta zona precisaremos de tomas de corriente eléctrica.

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2.2.2. La zona húmeda

Llamamos así al área donde llevaremos a cabo todas las operaciones húmedas sobre el material sensible: procesado de la película y de la copia, y otras manipulaciones químicas.

De nuevo aquí necesitaremos una mesa sólida e inmovilizada que soporte, en este caso, una cuba provista de desagüe (una ligera inclinación del fondo de la cuba será imprescindible para que el desagüe drene adecuadamente) que alojará, a su vez, las cubetas de procesado.

Colgada del techo colocaremos una luz blanca que nos permita examinar nuestras copias y pruebas. La cantidad y calidad de esta luz debe ser parecida a la usada en las salas de exposición.

En esta zona húmeda debemos disponer de tres grifos, uno para agua caliente y dos para agua fría.

No es imprescindible que las paredes y el techo estén pintados de negro, pueden ser de color crema o de un gris muy claro, y la zona próxima a las cubetas es conveniente protegerla con azulejos, plástico o pintura plástica tipo esmalte, para repeler las salpicaduras de los productos químicos.

Debajo de la mesa

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