ESTRATEGIAS TIC EN LAS ORGANIZACIONES LA NECESIDAD DE TENER UNA ESTRATEGIA TIC

ESTRATEGIAS TIC EN LAS ORGANIZACIONES

LA NECESIDAD DE TENER UNA ESTRATEGIA TIC

De forma progresiva ya en los años 60 y 70, las empresas trataban de utilizar la tecnología de la información para contrarrestar tanto el aumento del número de datos e información dentro de la empresa, como las fuertes alzas de costes en personal, energía y materias primas. En los últimos veinte años el ritmo de introducción de las tecnologías informática y de comunicaciones en la sociedad se ha acelerado. Lo ha facilitado mucho la aparición de miniordenadores y sobre todo los micros y sus económicos precios. Este cambio de economía hay transformado tanto la naturaleza como la repercusión de las nuevas aplicaciones.

El empleo masivo de los instrumentos informáticos y la creciente velocidad de creación y uso de datos está condicionando gran parte de los contextos profesionales. Fenómenos como la globalización de los mercados y de la competencia, la nueva economía, la transformación de las empresas, la rotación de los productos y la descentralización y flexibilidad de la organización así como el uso de nuevas formas de colaboración personal y empresarial hacen indispensables los sistemas de información (SI).

El sistema de información es un componente de la empresa del que dependen todos los demás y especialmente los procesos de planificación, control, toma de decisiones, operaciones y explotación.

El papel de la tecnología de la información en un escenario sistémico y en continua evolución resulta, por tanto, especialmente relevante y no sólo cómo soporte del cambio, sino también como elemento que proporciona calidad y eficiencia en los procesos y como desarrollo de nuevos modelos de negocios.

En términos generales la estrategia de los sistemas de información está destinada a:

• Definir las propiedades de las iniciativas TIC y de realización de sistemas.

• Gestionar de forma óptima la cartera de las aplicaciones y los estándares de la información utilizada en la toma de decisiones y en las operaciones;
• Proyectar soluciones y sistemas para cubrir las necesidades de la función administrativa y financiera;
• Gestionar los recursos físicos de equipamiento (hardware);
• Gestionar el riego, salvaguardas y emergencias;
• Proyectar instrumentos para control y mejora de la marcha de la empresa (business intelligence);
• Identificar soluciones de apoyo a las relaciones con clientes, proveedores y otros posibles socios;
• Apoyar las estrategias de marketing y creciente complejidad interna;
• Definir diversos niveles de servicio a las funciones empresariales y de distribuir la información a los usuarios finales;

Una gestión estratégica de los recursos informativos permite a la organización mejorar sus prácticas tanto en los tiempos de adquisición y elaboración de la información como de calidad ya que:

• Permite un conocimiento unificado y compartido, según unos niveles de acceso diferenciados en virtud del papel;
• Permite ofrecer respuestas en tiempo real, a la velocidad de la red;
• Permite a los colaboradores acceder a la información necesaria para su trabajo en cualquier momento y desde cualquier lugar.

Además, sus posibilidades en el manejo de la complejidad e incertidumbre aumentan mucho en tres ámbitos:

• Apoyo de la estrategia de la empresa, al asumir gran parte de la mayor complejidad e incertidumbre que se derivan de estrategias de productos y servicios cada vez más personalizados;
• Apoyo a estructuras organizativas híbridas (que rompen la dicotomía centralización descentralización) y sistemas de incentivos complejos, como los basados en segmentaciones de clientes y fuerza de ventas.
• Simplificar, integrar y sincronizar procesos operativos (como la coordinación del flujo de trabajo) y de gestión (información para el aprendizaje e innovación).

Por todo ello, la planificación estratégica de las TIC puede proporcionar a la empresa ventaja competitiva al facilitar una mayor eficacia y eficiencia en las iniciativas estratégicas en la empresa.

AUMENTO DE LA FLEXIBILIDAD POR MEDIO DE LAS TIC

La flexibilidad se refiere a la adaptabilidad sistémica de una empresa a cambios en su entorno (competencia, ciclos económicos, cambio tecnológico, cambios en la estructura y dinámica de los mercados).

La contribución favorable de las TIC al crecimiento de la productividad ya dispone de muchas evidencias: las reducciones en las estructuras organizativas, la transformación de procesos empresariales, las formas de aprendizaje e investigación o sobre la codificación de conocimiento relevante para las organizaciones. Todo ello propicia modelos más flexibles y susceptibles de aprovechar las capacidades de todos los agentes relevantes en las organizaciones y de éstas en el exterior.

Para que estos modelos funcionen la flexibilidad de las organizaciones es central. Las TIC estimulan las innovaciones de productos y de procesos al propiciar la flexibilidad organizativa, la facilidad de acceso y comunicación, las distintas formas de cooperación y coordinación entre grupos de trabajo en los procesos empresariales mejoran la eficiencia y flexibilidad. Además de permitir la participación del personal en la adaptación estratégica y en las decisiones, fortaleciendo la capacidad de reacción de las empresas.

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