El Hombre
Enviado por piopio4774 • 20 de Agosto de 2014 • 474 Palabras (2 Páginas) • 191 Visitas
ía, pues, que decir que en el contencioso sobre la cientificidad o no de
las ciencias humanas, sociales o del espíritu, se da cita el debate sobre la
ciencia. De aquí su gran interés. Por esta razón, algunos teóricos del debate
denominan a este problema de la fundamentación de las ciencias sociales o
humanas como tales ciencias, «la cuestión candente». Dicho de otro modo:
aquí se anudan actualmente los problemas más acuciantes que rodean a la
ciencia y las preguntas que van más a la raíz.
No es extraño que al tratar de indicar brevísimamente algo de la cuestión,
en una nota introductoria a unas lecturas de filosofía de dichas ciencias, no
tengamos más remedio que ir al encuentro de la génesis del problema. La
fuerza misma de la, disputa actual nos impele a buscar, aguas arriba, el origen
del tumulto. También aquí espera la nisdona el problema no se ve el problema
o, menos, nos ayudarlo.
A. Dos tradiciones importantes en la filosofía del método científico: la
aristotélica y la galileana
Si miramos el panorama de la filosofía de la ciencia, o de la reflexión
acerca de la ciencia y de lo que tiene que ser considerado por tal, desde la
altura de su historia, se distinguen dos tradiciones importantes: la llamada
aristotélica, y la denominada galilean1 Son dos tipos de ciencia o dos
planteamientos diferentes acerca de las condiciones que ha de satisfacer una
explicación que se quiera denominar científica. Ambas tradiciones
1 Cfr. G.H. von Wnght: Explicación y cornprensión, Madrid, Alianza, 1980, p. 18. Véase la
aceptación de esta tipología en K.O. Apel; Die Erkären-Verstehen-Kontroverse in
Transzendental-pragrnahsche Sicht, Frankfurt, Suhrlcamp, 1979, p. 56.21
tienen sus raíces v representantes en el mundo griego. Desde este punto de
vista, no nos debe estañar las denominaciones. La tradición aristotélica se
remonta a Aristóteles como a uno de sus primeros y más conspicuos
representantes, pero la galileana, aunque recibe su nombre de Galileo Galilei
(1564-1642), hunde sus raíces más allá de Aristótele, Pitágoras y Plantón. No
son, pues, tanto los acentos personales los que aquí nos interesan, en cuanto
las diferentes concepciones de ciencia que ambas vehiculan. Y esto, en tanto
que dos tradiciones vivas que llegan, con su caudal enriquecido por las
vicisitudes histólicas, hasta nuestro hoy, y persisten en una confrontación, o
pugilato, cuyo lugar más visible es la fundamentación de las disciplinas
humanas o sociales como ciencia.
Con objeto de caracterizar mejor el problema y «el estado de la cuestión»,
varios a detenernos un poco
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