El aborto inducido

Para iniciar este tema, quiero citar una frase que un genio nos regaló.."El que no valora la vida no se la merece", Da Vince en estas pocas palabras nos señala ante todo que la vida es el mayor regalo que recibimos las criaturas, y también define el valor de un ser humano al valorarla. El aborto puede ser espontáneo o provocado. El aborto es negar a un ser humano la oportunidad de recibir este maravilloso obsequio, cuando es provocado, se produce sin la participación o consentimiento materno o bien porque causas diversas motivan la expulsión del nuevo ser al exterior, donde fallece dada su falta de capacidad para vivir fuera del vientre de su madre y esta pérdida en la mayoría de casos causa una herida en el alma dificil de sanar para esos padres que dieron la vida a ese nuevo ser. Si el aborto es provocado, se realiza o bien matando al hijo en el seno materno o bien forzando artificialmente su expulsión para que muera en el exterior

El aborto inducido o provocado es la interrupción deliberada del embarazo mediante la extracción del feto de la cavidad uterina, con consentimiento materno, mediten ahora sobre el valor que le da a la vida estos padres inconcientes, que lejos de enfrentar su responsabilidad ante un embarazo no deseado deciden escapar matando a sus propios hijos, y muchas veces terminan también con la vida de la madre. El amor a los hijos es un fundamento de todo ser vivo y más aun de seres pensantes y razonables como nosotros los humanos, es por esto que quienes entendemos la realidad del aborto debemos luchar por forjar los valores familiares en quienes nos rodean para que repudien este acto que viola el principio fundamental del ser que es el amor a la vida.

Sin importar razones o justificaciones absurdas o no, la vida se inicia cuando se forma un embrion y este pequeño ser humano requiere el amor y protección de sus padres y de manera especial de su madre que lo acoge en su seno, por eso no hay causa válida para un aborto y su causa principal es un ser humano sin sentimientos ni principios que se niega a si mismo la maravilla de ser madre y le niega a ese niño o niña el regalo de la vida.

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