Informe albañileria confinada

Para comenzar analizando sobre la albañilería confinada, primero debemos saber cómo es el proceso de elaboración de un ladrillo, el cual consta de ocho etapas, para crear esta pieza de forma voluminosa, en el cual uno de los principales proceso, es elegir la elección de la materia prima en la cual estará hecho un ladrillo, ya que generalmente es la arcilla,  en la cual, la arcilla  tiene partículas de materiales, en los cuales son capaces de absorber hasta un 70 % de peso de agua, ya que gracias a esta absorción de humedad, cuando la arcilla se ve hidratada , es más fácil moldearla en una forma conveniente. Dejando esto en claro, nombraremos las 8 fases de la elaboración.

• Maduración: este es el proceso de trituración y homogenización de la arcilla, para que se obtenga una consistencia adecuada para su elaboración.
• Tratamiento mecánico previo: Es la purificación y refinación de la materia prima, en este caso la arcilla.
• Depósito de materia prima procesada: se homogeniza la arcilla, ya sea en la apariencia como en las características físico-químicas.
• Humidificación: añadir agua, para que se obtenga una humedad precisa para el moldeado.
• Moldeado: compactación en la mezcla, para que se de forma y una medida deseada.
• Secado: se elimina el agua agregada.
• Cocción: Se colocan los ladrillos ya formados y secados en un horno de túnel, en la cual la temperatura debe ser de 900 y 1000°c.
• Almacenaje: Formación de pallets, en la cual permitan una mejor movilidad.

También, existen diferentes tipos de ladrillos, en los cuales se van adaptando según la necesidad y requerimiento, ya sea de cada obra o proyecto.

• Ladrillo perforado: Todos aquellos que tienen perforaciones en la tabla que ocupen más del 10 % de la superficie de la misma. Este se utiliza en ejecuciones de fachadas de ladrillo.
• Ladrillo macizo: aquellos con menos de un 10 % de perforaciones en la tabla. Algunos modelos presentan rebajes en dichas tablas y en las testas para ejecución de muros sin llagas.
• Ladrillo tejar o manual: simulan los antiguos ladrillos de fabricación artesanal, con apariencia tosca y caras rugosas. Tienen buenas propiedades ornamentales.
• Ladrillo aplantillado: aquel que tiene un perfil curvo, que, al colocar una hilada de ladrillo, generalmente de forma vertical, conforman una moldura corrida. El nombre proviene de las plantillas que utilizaban los canteros para labrar las piedras, y que se utilizan para dar la citada forma al ladrillo.
• Ladrillo hueco: son aquellos que poseen perforaciones en la cara de lo largo o en la cara del ancho que reducen el peso y el volumen del material empleado en ellos, facilitando su corte y manejo.
• Ladrillo refractario: este se utiliza en construcción por su resistencia al calor extremo, lo hacen resistente a altas temperaturas, y este es más utilizado en chimeneas, estufas u hornos., además es duradero y fácil en su manipulación, y puede soportar temperaturas superiores a los 1200°C, resistente al desgaste, corrosión y la abrasión.

Para dar finalizado el tema de los ladrillos, debemos saber los aparejos que son utilizados, los aparejos es la disposición ordenada de diferentes elementos inertes, en este caso los ladrillos, y todo ello para poder construir una pared o muro y una disposición y organización de cierta forma, en este caso, su necesidad. En este caso mostraremos 9 tipos de aparejos, los cuales son los siguientes:

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