Investigaciones de Bordet en la medicina
Enviado por Leonardo D. Sánchez Rojas • 6 de Marzo de 2016 • Ensayo • 552 Palabras (3 Páginas) • 157 Visitas
La inmunología es, indudablemente, uno de los campos de investigación más confusos que tiene la
medicina debido a la gran complejidad de los fenómenos que se llevan a cabo dentro de ésta, y al
alto nivel de abstracción necesario para lograr entender lo que ocurre cuando nuestro organismo
prepara una respuesta al existir un patógeno atentando contra la salud, ya que todos los fenómenos
involucrados son de carácter microscópico.
Uno de los más grandes innovadores en este campo fue Jules Bordet (1870-1961), quien para la
época en la que vivió hizo un sinfín de descubrimientos que no sólo se limitan a la inmunología,
sino que también contribuyó a la bacteriología e infectología. Debido a sus múltiples
descubrimientos e investigaciones, en 1919, Bordet fue galardonado con el Premio Nobel de
Medicina o Fisiología. Fue un personaje a quien en la actualidad le debemos el entendimiento de
hechos que, sin sus estudios, posiblemente continúen fuera de nuestro conocimiento.
El sitio en línea The Nobel Prize (2013) menciona que Bordet, un científico belga, comienza sus
investigaciones al descubrir que en la sangre de un organismo, existe específicamente un suero
destinado a almacenar anticuerpos. Además, también se da cuenta que es necesario un compuesto
termolábil al que llamó “alexina” (también llamado “complemento”) que actúe simultáneamente
con los anticuerpos en el suero inmunológico para generar la reacción inmune; en otras palabras, sin
el complemento, el cuerpo no puede combatir infecciones, aun con la presencia de anticuerpos
específicos.
Este descubrimiento fue de vital importancia debido a que revela un hecho que hasta entonces nadie
se explicaba; Fresquet (2004) explica que científicos previos a Bordet realizaron experimentos fuera
del organismo vivo en donde colocaban únicamente a las bacterias y los anticuerpos destinados a
combatirlas y, sorprendentemente, inclusive con la presencia de los anticuerpos, las bacterias
proliferaban descontroladamente.
Fue gracias al hallazgo de Bordet que finalmente se entendió que es necesario que la sangre del
organismo esté en condiciones de temperatura normales, entre los 36º y 37ºC explica Fresquet
(2004), para que éste pueda combatir una potencial infección al mantener activa la alexina; la
respuesta inmunológica, forzosamente debe ocurrir dentro del organismo infectado vivo. Este
descubrimiento repercute diariamente en los medicamentos modernos, pues gracias
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