La Cumunicacion Y Sus Formas
Enviado por xaper • 28 de Octubre de 2013 • 2.547 Palabras (11 Páginas) • 194 Visitas
Escitas (griego: Σκύθης, Σκύθοι) era el nombre dado en la Antigüedad a los miembros de un pueblo, o grupo de pueblos, de origen iranio caracterizados por una cultura basada en el pastoreo nómada y la cría de caballos de monta. Durante la Antigüedad Clásica, los escitas dominaron la Estepa póntica, la cual recibió el nombre de Escitia.1 Su lengua sería la antecesora del moderno osetio.
Mapa geográfico de la influencia irania en el primer siglo a. C. El Imperio Parto se muestra en rojo, y las áreas dominadas por los Pueblos escitas en naranja.
En la Antigüedad tardía fueron sometidos por los sármatas, un pueblo culturalmente afín que terminó sustituyéndolos como amos de las estepas.
La mayor parte de lo que se conoce sobre los escitas procede de fuentes extranjeras, concretamente griegas y latinas. Las principales de ellas son el libro IV de la Historia de Heródoto (440 a. C.), la Geografía de Estrabón y el poema de Ovidio Epístola desde el Ponto, que describe principalmente la Escitia Menor, ambos de la misma época, (circa 13 d. C.)
La arqueología ha descubierto testimonios de la cultura escita en los montículos funerarios de Ucrania y el sur de Rusia.
El etnónimo “escita” también ha sido usado para referirse a otros pueblos de costumbres similares o que ocuparon las regiones de Rusia, Ucrania y Asia Central, conocidas durante largo tiempo como Escitia.
Se sabe que tuvieron sus antecedentes desde el año 2000 a. C., pero su primera aparición en la historia es una alianza con los asirios en el siglo VII a. C. Siglos más adelante colaboraron con los medos —tribu irania emparentada con los persas— para desmembrar al Imperio asirio.
Índice [ocultar]
1 Menciones en fuentes escritas
2 Costumbres
3 Militarismo
4 Territorio
5 Etnografía
6 Historia
7 Descendientes actuales
8 Véase también
9 Referencias
10 Enlaces externos
11 Bibliografía
Menciones en fuentes escritas[editar · editar código]
En las antiguas fuentes chinas se los denomina sai. En los Reinos medios de la India se los conocía con el nombre de shaka (nombre que a veces se restringe a la más septentrional de sus tribus y otras cosas).
En documentos persas transliterados al latín a través del griego se les llama saces [sakes] o sacii [sakii] (en latín la c se pronuncia como k), también en latín se usa el nombre sármatae (sármatas) y en griego scythae, aunque el nombre que se daban así mismo habría sido *alān- o *aryānah, este nombre ha pervivido en el moderno nombre osetio īron (por otra parte se considera que el gentilicio del actual pueblo "osetio" es una variante de escita.2
En idioma acadio, los escitas eran los gugu (jefes) de las tierras de Mat Gugu.
En idioma sumerio, la palabra gug significa ‘oscuridad’ o ‘tinieblas’.
En hebreo esta palabra gug (o gog) significa ‘alto’ o ‘techo’ y figuradamente ‘soberbio’.
En conclusión estos significados unidos se parafrasean como: los escitas (Gog) que vienen de las tierras tenebrosas.
En el Antiguo Testamento (de la Biblia) los describen varios profetas:
Libro de Ezequiel (en la figura literaria de Gog y Magog), capítulo 38,
Libro de Jeremías 4 y 5,
Libro de Sofonías 1 y 2,5 Los cereteos y carios (caria) posibles aliados de Gog.
Segundo libro de Macabeos 4, 47
En el Nuevo Testamento, san Pablo los nombra en la Epístola a los Colosenses (3, 11).
En el Libro de Veles, donde se les identifica como Skiti.
Costumbres[editar · editar código]
Un jinete escita de la región del río Ili en Kazajistán.
Sus contemporáneos los consideraban muy salvajes y sanguinarios porque bebían la sangre de su primera víctima en una batalla y vestían con cueros cabelludos humanos, así como usaban cráneos humanos (en ocasiones de sus propios amigos y familiares que habían matado en alguna querella o duelo) como vasijas.
Algunas tribus escitas no enterraban a sus muertos y esperaban que los buitres se los comieran y si esto ocurría era un augurio de bienestar para la tribu. El águila era una encarnación del dios del viento para algunos de ellos, copiaron esta creencia de los sumerios. También antes de una guerra enviaban pensamientos malos como saetas a los enemigos para matarlos y si estos no morían o se enfermaban procedían a la guerra.
Las tribus llamadas «escitas reales» que se asentaron en Ucrania, sembraban trigo para vendérselo a los griegos.
Además del origen histórico se le atribuyen algunas leyendas al origen de este pueblo desde una que los hace descender del mismísimo Zeus del Olimpo, hasta otra que narra la disputa de tres hermanos por un hacha, un arado, un yugo y un vaso de oro caídos del cielo.
Los escitas tenían la creencia de que el oro les había sido proporcionado por los Arimaspos, seres de un solo ojo, los cuales habían robado tesoros de los nidos de los grifos.
Los hebreos creían que los cimerios (que en la Biblia se los conoce como descendientes de Gómer, el nieto de Noé por Jafet, su hijo) eran la tribu madre de los escitas criadores de caballos, que en el Libro del Génesis 10, 2-3 se los conoce a su vez como descendientes de Askenaz (o Askenazí), el primero de los tres hijos de Gómer mencionados en la Biblia en Génesis 10:3.
También Magog, el segundo de los siete hijos de Jafet mencionados en la Biblia es considerado un escita criador de caballos y camellos bactrianos.3 Siglos después Josefo confirma esta creencia en su historia del pueblo israelita.
Tan envuelto en leyenda está el origen como la desaparición de esta tribu de la escena histórica, etnia que, como apuntan algunos estudiosos, alternó el mayor salvajismo con la confección y el uso de objetos finamente elaborados.
Varios historiadores comentaron la imposibilidad de Darío I (rey persa de la dinastía de los aqueménidas) de conquistar la región ocupada por los escitas a pesar de haber triunfado ya sobre Anatolia y haber conquistado otros territorios importantes. Su antecesor en el trono Ciro el Grande pereció a manos de una tribu escita, los masagetas, durante una de sus campañas militares.
A nivel arqueológico se han descubierto numerosos objetos artesanales de oro de gran elaboración con motivos equinos, pues eran excelentes jinetes, expertos en hacer lazos e inventores-usuarios del arco de doble curva, o retratando su vida cotidiana; también la tumba de los reyes, que eran grandes túmulos (kurganes) donde, tras estrangularlos, eran enterrados junto al monarca sus más cercanos sirvientes, concubinas y hasta caballos.
Militarismo[editar
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