La Globalizacion
Enviado por gabrielavillarru • 20 de Octubre de 2014 • 4.422 Palabras (18 Páginas) • 188 Visitas
LA IDENTIDAD NACIONAL EN TIEMPOS DE GLOBALIZACIÓN
1. Introducción
En la actualidad, el mundo es diferente, está en constante cambio, y los eventos que ocurren cotidianamente, en nuestro país, están relacionados con situaciones que se presentan en otros luga res del planeta. La globalización tiene responsabilidad en este fenómeno, ya que no sólo abarca aspectos económicos, sino, también, políticos, sociales y hasta culturales; los cuales forman parte de lo que ocurre en la realidad; pero cada vez con mayor intensidad y alcance.
La cultura, la identidad y la globalización mantienen una estrecha relación, un vínculo que no es posible romper porque son parte uno del otro e intervienen en la construcción de cada concepto. Por ejemplo no se puede hablar de identidad, y dejar a un lado la cultura y la globalización, porque en la construcción de la identidad de cada individuo se hacen presentes la cultura y la globalización.
La identidad nacional es un proceso histórico y geográfico, dinámico y en constante transformación, en otras palabras: está sujeta al cambio. Es construida por los individuos y diferentes grupos sociales que nacen o viven en un territorio mediante el discurso ideológico homogenizador y reproductor del imaginario nacional y, por otra parte, la influencia cultural expresada por las interrelaciones con otros países, la cual se ha acelerado por medio del fenómeno de la globalización.
Este último aspecto tiene un impacto profundo no sólo en el campo económico, sino, también, en el intercambio de información, ideas, valores y comportamientos que asimilan las personas por medio de conductas, símbolos y significados que tienen que ver con la imitación de modelos culturales foráneos.
Pero existe un punto en común en el contexto de este ensayo, y es entender que estamos ante un proceso evolutivo, dinámico y complejo, que forma parte de los procesos de socialización que vinculan las prácticas cotidianas de los individuos, mediante la diversidad y el intercambio cultural.
Qué es la globalización?
Como señala Joaquín Estefanía “se trata de un proceso de naturaleza política, económica y cultural, por el cual las políticas nacionales tienen cada vez menos importancia y las políticas internacionales, aquellas que se deciden en centros alejados de la vida cotidiana de los ciudadanos, cada vez más”. (Joaquín E.; 2003: 70)
Estamos de acuerdo con este concepto puesto que la globalización a desplazo la identidad nacional y en vez de ello ha sustituido una identidad internacional, ya que, con los avances tecnológicos, el incremento de las relaciones comerciales, los movimientos migratorios y las transformaciones político-económicas, han provocado no sólo una mayor integración global, sino una relativa interdependencia que alcanza, prácticamente, todos los aspectos de la vida social: la economía, la política, la ecología, la comunicación, la cultura e, incluso, el fenómeno de la identidad.
La globalización acentúa los procesos de cambio social, fenómeno mediante el cual los medios de comunicación masiva, tales como la televisión por cable, satélite, Internet y otros, juegan un importante papel en el intercambio de información y flujo de ideas, conocimientos, valores y, por consiguiente, el entorno cultural se transforma aceleradamente. Desde este punto de vista, a éstos “…se les responsabiliza de promover estereotipos errados de las condiciones de joven, inducir valores y prácticas foráneas que dificultan el desarrollo de las identidades, promover prácticas consumistas, egoístas, y superficiales…” (Garro; 2002:27).
Por tanto, la influencia de los medios de comunicación debe verse como un eje problematizador en la construcción de las identidades nacionales y no solamente de aquellas posiciones que tienden a responsabilizarlos de homogenizar las mentalidades de sus audiencias al ofrecer a todos los individuos los mismos contenidos.
Para algunos sectores sociales, el fenómeno de la globalización cultural incide en la denominada crisis de identidad, ya que han sido adoptadas actitudes y conductas ajenas, por la influencia de la industria cultural y de los medios de comunicación. Garro afirma que “… durante las últimas décadas, gran parte de la sociedad, se encuentra sometida a un acelerado proceso de deformación de sus hábitos, costumbres y actitudes” (Garro; 1977:9). Desde este punto de vista, la globalización se presenta como un proceso unificador al interior de las naciones. No obstante, Leandro plantea que la realidad ha reflejado una serie de contradicciones al interior de los Estados Nacionales, lo cual ha propiciado prácticas discriminatorias hacia ciertos grupos marginados de la sociedad, y considera que:
…a pesar de que el discurso de la globalización se presenta como unificador (de economías, mercados, fronteras, entre otros), en la realidad suceden situaciones bastante distintas, los procesos de xenofobia y de discriminación social en general se agudizan y cada vez se con- vierte más en un mundo polarizado donde sólo existen los excluidos y los incluidos, aunque ambos lugares sean, y quizá esto resulte paradójico, globalizados. (Leandro; 2002:52)
El discurso de la homogenización cultural, basado en principios tales como el individualismo y el consumismo, encuentra en la población joven uno de los sectores más receptivos a las nuevas ideas. Pero los intercambios que se dan por medio del proceso de interacción social, no necesariamente deben verse a la luz de una relación pasiva; esto por cuanto se considera que la juventud participa y aporta en esa relación, gracias al proceso de socialización.
Entonces, si bien es cierto que, dentro de la contextualización histórica del surgimiento de la globalización, lo económico es importante, ésta no es la única variable que debe tomarse en cuenta, pues existen otros elementos importantes como lo social, lo político y lo cultural que inciden en la construcción de los procesos de identidad. Ante esta situación histórica, que nos muestra una integra- ción, es necesario analizar la posición de nosotros los jóvenes en toda esta maraña de cambios, ya que si se quiere determinar los retos del educador en el contexto de la globalización, se debe tener claro el mundo y los problemas que enfrenta la juventud de inicios del siglo XXI.
3. Cultura, educación y juventud
A través de la historia, la educación ha jugado un rol conservador en la conformación de una identidad nacional, en el marco de ciertas normas, y ciertos ritos y valores de carácter nacionalista. El aspecto formativo no sólo debe enfocarse en el resguardo de ciertos valores sociales, sino que el mismo proceso educativo debería ser lo suficientemente flexible y dinámico
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