La industria y la criminalidad

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Conclusiones:

Al igual que  toda industria busca obtener los más altos índices de ganancias, el consumismo evoluciona y basa sus estrategias en la rentabilidad de sus productos y en las mínimas necesidades de su público consumidor; Es así como se distorsiona el rol que fungen las empresas fabricantes y vendedoras dentro de la composición social que lejos de coadyuvar en la evolución de la misma, merma sus  capacidades transformando a sus integrantes en compradores inútiles, ambiciosos y dependientes. Estos factores adheridos a una población cuyas instituciones formales e informales se tambalean en circunstancias como la desigualdad, el desempleo, la corrupción, la violación a los derechos humanos y una pobreza en crecimiento dramático, se da la fusión propicia para moldear  individuos  capaces de trasgredir cualquier norma para tratar de sobrevivir lo mejor posible a una transformación económica y tecnológica propia del siglo XXI o de imponerse ante los grandes estereotipos que crean los imperios oligárquicos de las nuevas potencias.

Si bien nos podemos dar cuenta que el consumismo ha ido evolucionado por años, y que con ello han cambiado las conductas de las personas, su forma de percibir “las supuestas” necesidades y la manera inconsciente de cubrir dichas necesidades, y no se hable el cambio total de  la cultura, pues hoy en pleno siglo XXI el consumismo se ha vuelto una enfermedad, que ha infectado no solo a los mexicanos si no a todo el mundo, donde las divisiones de clases se ven muy marcadas, las oportunidades no lo son para todos, desigualdades por donde quiera, donde las personas se han vuelto materialistas y lejos de ver interés por las cualidades de las personas el interés se ve por lo que tiene, lo que posee, y por lo que estar por adquirir o conseguir.

Se ha convertido en una sociedad inconsciente la cual no se preocupa por las necesidades básicas como educación, empleo, salud, etc., si no en cosas innecesarias como adquirir un auto de último modelo, vestir de cierta marca, asistir a ciertos lugares de prestigio. En la actualidad cada vez más personas fijan su felicidad en la adquisición de bienes materiales, es así como crean una serie de conflictos tanto internos como externos acabando poco a poco ellos mismos y con las personas que lo rodean.

Para empezar a disminuir este problema considero que tenemos que generar un control en el consumo, pues como ya se sabe este problema es generado por la falta de conciencia y de control de las personas, entonces hay que pensar si realmente es necesario obtener bienes y cuál es el propósito u objetivo de adquirirlos. Al salir de compras tener un límite de gasto, así solo se compra lo necesario y no se endeuda, aunque posiblemente se compren cosas para llegar a dicho límite, pero por algo se tiene que empezar para llegar a ese autocontrol. Centrarse en las obligaciones propias como las de la gente que lo rodea puede llegar a hacer una reflexión en el valor del dinero, y en la estabilidad familiar.

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