La tecnología y su gran implicación en la generación de estrés: Tecnoestrés.

La tecnología y su gran implicación en la generación de estrés: Tecnoestrés.

 Sin duda alguna, la tecnología hoy en día ha llegado a ocupar un lugar muy importantes en la vida de las personas ya que gracias a ella se tiene  la posibilidad de realizar actividades que tal vez en el pasado eran inimaginables, por ejemplo, esta ayuda a acortar distancias entre personas que se encuentran alejadas físicamente y por otro lado les ayuda a dichas personas a realizar de una mejor manera sus labores,  pues las TIC (Tecnologías de información y comunicaciones) brindan nuevos mecanismos para la utilización de herramientas y procesos, logrando así el cumplimiento de las actividades rutinarias o poco deseadas en un menor tiempo y generando una mayor rentabilidad para las empresas. [1]

En realidad nadie duda de los beneficios que trae consigo la tecnología y lo importante e indispensable que es para  un país y para las empresas en general, ya que trae consigo la posibilidad de desarrollo y permanencia en un mundo tan competitivo y cambiante.[2]

Pero como todo en la vida, hay que ver el otro lado de la moneda, es decir, las personas no solo se pueden quedar con los conocimientos de las ventajas de la tecnología, sino que por el contrario hay que hacer un balance sobre los aspectos positivos y negativos que esta tiene.

El ser humano se encuentra inmerso en un mundo cambiante y  en  este mundo tan cambiante él tiene que interactuar con diferentes grupos de personas: Familia, amigos, compañeros de estudio o de trabajo, etc; esta continua interacción se lleva a cabo mediante diferentes sistemas y dentro de estos sistemas encontramos la tecnología. Cuando dicha interacción funciona de manera adecuada, es decir la persona logra satisfacer la necesidad de comunicación sin ningún problema,  el ser humano se puede sentir feliz y dichoso por haber cumplido con sus objetivos; pero cuando esto no se lleva a cabo por algún inconveniente que rompe la cadena comunicativa, surge un síntoma de agonía, desespero, ansiedad y en muchos casos de estrés.

¿Pero qué se puede entender por estrés?

La Real Academia define como estrés a “las tensiones provocadas por situaciones agobiantes que originan reacciones psicosomáticas o trastornos psicológicos a veces graves”. [3]

En ocasiones se puede decir que un poco de estrés es inofensivo, pues lo único que hace es presionar un poco a las personas para que estas cumplan con las actividades que deben ser realizadas en la cotidianidad: Realizar una tarea, ir al trabajo, presentar un informe, ir a la clase de piano, entre otras más. Pero, ¿qué pasa cuando este estrés es excesivo y continuo? Y además de eso ¿Qué pasa cuando el estrés es provocado por la tecnología o adicción a esta?

Si bien es sabido que la tecnología se usa constantemente con el fin de ayudar a facilitar la realización de las actividades, el uso inadecuado de esta puede traer consigo problemas psicológicos, y aún más grave, el estar acostumbrados a usarla excesivamente puede llegar a generar una adicción.

La adicción puede ser definida como “una enfermedad primaria crónica con factores genéticos, psicosociales y ambientales que influencian su desarrollo y manifestaciones. La enfermedad es frecuentemente progresiva y fatal. Es caracterizada por episodios continuos o periódicos de: descontrol sobre el uso, uso a pesar de consecuencias adversas, y distorsiones del pensamiento, mas notablemente negación”. [4]

Con base en la definición anterior se puede decir que no solo existen los tipos de adicciones que son comúnmente conocidas por la sociedad como lo son las adicciones al alcohol, a las drogas, a los juegos, al sexo etc., sino que también se puede encontrar adicciones a las tecnologías debido a que estas se están volviendo de uso recurrente, continúo e indispensable.

Actualmente se ha llegado a grande extremos con respecto al uso de la tecnología. Es triste ver como las personas prefieren hablar por chat a una reunión personal, como prefieren pasar horas encerrados en frente a un computador que salir y observar los diferentes paisajes, es increíble ver como las personas pueden confiar más en un completo desconocido que en su propia familia, ver como el celular se convirtió en otra extremidad del cuerpo humano porque ya no se puede salir a la calle sin él, es deprimente ver como una persona no puede vivir sin estar revisando constantemente los correos o las publicaciones en las redes sociales y es más impresionante aún saber que el no poder realizar todas estas actividades causan enfermedades y en este caso el denominado tecnoestrés.

Esta enfermedad fue descubierta por el psiquiatra estadounidense Craig Brod, en 1984[5]. El tecnoestrés “puede definirse como un tipo de estrés provocado por la exposición continua al uso de nuevas tecnologías de información y comunicación, tanto dentro como fuera del ámbito laboral, que puede producir ansiedad y temor ante su uso o provocar dependencia que haga necesitar continuamente los estímulos tecnológicos”[6]. Pero entonces ¿Es bueno o no usar la tecnología?

Hay momentos en la vida en los que se podría llegar a pensar que no, pues como dice Alejandro Pérez en su escrito en el tiempo sobre le virginidad: “Si hay una virginidad que quisiera jamás haber perdido es la virginidad digital, una virginidad que hoy en día pocos conservan y que más de uno extraña (mos). La virginidad digital es aquella que se pierde cuando uno conoce esos aparatos electrónicos como el computador o aún peor los teléfonos inteligentes. Todos estos aparatejos están acabando a diario con las relaciones humanas, basta ver a muchos que juran tener cientos y hasta miles de amigos, pero todos son virtuales. Cada día nos vemos más inmiscuidos en este mundillo de tecnología y específicamente el de las redes sociales. No es justo que hoy en día uno no pueda disfrutar de una cena o una reunión tranquilamente porque no faltan las siguientes escenas:

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