MORFOLOGIA DE GRAMINEAS
Enviado por droguzman • 3 de Noviembre de 2014 • 2.411 Palabras (10 Páginas) • 417 Visitas
ENCUADRE SISTEMATICO
El encuadre sistemático de las gramíneas puede resumirse de la siguiente forma:
Cormófítos: Plantas superiores con eje diferenciado (raíz, tallo, hojas).
Antófitos: Plantas con flores, con elementos reproductores de tipo sexuado diferenciados
(gametófitos masculinos y femeninos), fecundación del óvulo protegida por el tubo
polínico, que desarrollan un embrión con las reservas necesarias, encerrado en la semilla
en estado de vida latente.
Angiospermas: Óvulo protegido por una cavidad carpelar cerrada.
Monocotiledóneas: Un cotiledón, que actúa como órgano absorbente, por
no desarrollarse la radícula en forma de raíz principal, se atrofia y surgen
raíces secundarias y adventicias que no poseen crecimiento en espesor.
Tallo raramente ramificado, con hacecillos conductores cerrados y
dispersos en él. Hojas generalmente sin peciolo y nerviación paralela.
Glumifloras: Flores con glumas, generalmente hermafroditas,
con el periantio reducido o ausente, ovario súpero, unilocular y
uniovulado; fruto seco e indehiscente.
MORFOLOGÍA DE LAS GRAMÍNEAS
Las gramíneas constan de raíz, tallo, hojas y la mayoría tienen flores y frutos en ciertas
épocas del año. Según las características del medio en que la planta se desarrolla, los diferentes
órganos de la misma adoptan una forma distinta, adecuada para la supervivencia de la especie,
pero conservando unas características generales comunes a todos los miembros de esta familia.
Antes de ver con detalle los géneros y especies más importantes en pascicultura, y como
paso previo a su diferenciación mediante claves, es necesario hacer un repaso a la morfología de
la familia y reconocer sus principales caracteres diferenciadores.
LA RAIZ
El sistema radical de las gramíneas está compuesto por las raíces seminales y las
adventicias.
Las raíces primarias o seminales son las originadas por el
desarrollo de la radícula del embrión, que da lugar a la raíz primaria, y otras
raíces adicionales que se desarrollan justo por encima de la raíz primaria.
En general, el numero de raíces seminales es pequeños (de 1 a 8) y varía
con la especie, el vigor de la semilla y las condiciones ambientales. Estas
raíces suelen funcionar durante las primeras semanas de vida de la planta,
con un desarrollo muy rápido, pero pronto son reemplazadas por las raíces
secundarias.
Las raíces secundarias, adventicias o nodales (raíces que no
proceden de la radícula del embrión o de la raíz principal), son las que se
forman en los nudos inferiores del tallo que permanecen enterrados y
constituyen el verdadero sistema radical de las gramíneas. Este sistema
radical es típicamente fasciculado o en cabellera. Estas raíces nacen en la
base de cada uno de los hijuelos y se renuevan con ellos, de este modo, el
sistema radical de las gramíneas pratenses se desplaza hacia la superficie
del suelo a medida en que la planta envejece y mueren sus partes básales,
por lo que tiende a ocupara menor volumen de suelo y puede quedar en una
situación muy superficial.
Respecto a la evolución del sistema radical, se ha demostrado que existe una alta
correlación entre el crecimiento del sistema aéreo y el radical, y que lógicamente en las zonas
secas éste se desarrolla más. También se ha demostrado que existe una intensa dinámica de
mortalidad y nuevo desarrollo de raíces adventicias en especies perennes, llegando a alcanzarse
porcentajes de renovación anual de raíces de hasta un 50 % en especies pratenses típicas.
LOS TALLOS Y LAS HOJAS
Los tallos de las gramíneas reciben el nombre de cañas y
están constituidos por una serie alternante de cortos nudos
macizos y más largos entrenudos huecos (aunque hay
excepciones con entrenudos macizos como el maíz). Las
gramíneas pratenses tienen generalmente un tallo herbáceo,
(algunos géneros los tienen leñosos, caña común gen. Arundo,
caña de azúcar gen. Saccharum, diferentes géneros que se
reúnen con el nombre de Bambúes, etc.), cilíndrico, liso o
estriado, lampiño o velloso, erecto o geniculado-ascendente,
etc.
En la inserción de la hoja con el nudo existe una yema
que en condiciones favorables puede desarrollarse y dar lugar
a un nuevo tallo, de estructura idéntica a la del tallo principal
(ahijado). Las ramificaciones del tallo pueden ser basales, con
un desarrollo horizontal, y dar lugar a estolones (tallos
rastreros) o rizomas (tallos subterráneos). Otras veces , los
entrenudos de la base del tallo engrosan por almacenamiento
de las sustancias de reserva y originan bulbos, que suelen
actuar como centros de regeneración vegetativa.
estolones rizomas bulbos
nudo
limbo
limbo
nudo
caña
lígula
vaina
Detalle de lígula y orejuelas
Las hojas se insertan en los nudos del tallo, generalmente en
posición alterna y opuesta. Constan de una parte basal, vaina, que
envuelve al tallo (pueden estar con los bordes abiertos hasta la base o
bien con los bordes unidos hasta su extremo superior o solamente
soldadas en parte) y una parte distal, sésil, denominada lámina o limbo,
que suele ser larga y estrecha, de nerviación paralela, plano, plegado,
enrollado, etc., con el ápice acabado en punta más o menos aguda. En
su estado joven los limbos pueden estar plegados (Dactylis, Poa) o
enrollados (Phalaris, Festuca), siendo la prefoliación uno de los
criterios de clasificación de las plantas.
En la unión de la vaina y el limbo se produce un cambio de
dirección como consecuencia de la cual aparecen dos elementos
morfológicos muy importantes en la determinación de las especies
de esta familia: la lígula, pequeña membrana o apéndice cilial a
modo de prolongación de la vaina, y las aurículas u orejuelas, que
tienen el carácter de prolongación del limbo; en la parte exterior
dorsal, un endurecimiento más o menos perceptible que recibe el
nombre de collar.
LA INFLORESCENCIA
La sistemática de las gramíneas se basa fundamentalmente en la morfología de las
espiguillas, unidad básica, y en su disposición en inflorescencias.
Una espiguilla está formada por una o más
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