Metodos de enseñanza.

Método multisensorial cuadrados

Es un método que involucra en él todos los sentidos para un aprendizaje eficaz. De esta manera su memoria visual y auditiva, se apoyará en las memorias táctiles y cinéticas.

Las características de este método son:

Tiene en cuenta los rasgos psico-evolutivos de los alumnos y  las dificultades en el aula, teniendo en cuenta las características individuales de cada niño. Trabaja todos los ámbitos del desarrollo que contribuyen a un desarrollo integral y progresivo.

El objetivo del método es preparar al niño para un aprendizaje de la lectura y escritura eficiente y ordenada. Contando con los siguientes aspectos: una organización motora del cuerpo del niño, desarrollándose de forma psicomotora y lingüística. Fomentando una maduración completa.

La metodología durante el estudio de cada grafía, vocal y  fonema se debe utilizar en el mayor número de canales sensoriales, pues si se recibe una misma información por los distintos sentidos es más fácil asimilar e integrar los saberes.

Para el aprendizaje de la lecto-escritura se tienen en cuenta elementos determinantes:

• Madurez lectora.
• Percepción visual auditiva
• Desarrollo psicomotor (esquema corporal, ubicación espacio-tiempo)
• El lenguaje
• Maneja la lateralidad
• Desarrollo de los procesos cognitivos (memoria, atención, imaginación, inteligencia y creatividad)
• Ritmo

Método Waldorf

Este método defiende la idea de la importancia del juego y la exploración libre del niño, la experimentación con sus sentidos y el movimiento de su cuerpo.

Hace hincapié en la necesidad de reforzar la psicomotricidad (gruesa y fina) y la lateralidad antes de comenzar con el proceso de aprendizaje de la lecto-escritura, lo que se consigue principalmente con el movimiento de las manos y del cuerpo. Los niños necesitan movimiento, que además desarrolla su inteligencia.

Es importante que los trabajos manuales que realicen, sean con sentido. Es decir, que sirvan para algo, que les permita trabajar la precisión, el trazo etc.

A través de las canciones, cuentos o rimas se adquirirá la consciencia fonológica y el lenguaje para que pueda integrar y automatizar las reglas de comprensión lectora.

Por lo tanto la lectoescritura comienza a los 7 años y de una forma vivencial e integrada en su cuerpo y de forma natural, no invasiva.

Esta metodología se fundamenta en la pedagogía Holística, es decir una educación consciente, humana y ecológica. La dinámica de la clase consiste en trabajar con la recta y la curva como formas geométricas básicas ya que son las figuras de las cuales se componen las letras y, posteriormente, contar a las niñas una historia para, al día siguiente, a través de un dibujo que la profesora realiza en la pizarra, recordar la historia del día anterior. Los dibujos son funcionales, pues ayudan a los niños a ver las letras literalmente (Ver en una Montaña la letra M). Los niños son los que construyen su propio libro con las letras que van aprendiendo cada día mientras que la profesora las acompaña de sonidos y sus estructuras. De esta manera, hace ver al niño que este aprendizaje es útil para la vida. La enseñanza de las consonantes se realiza con objetos exteriores, mientras que las vocales las identifica con sentimientos y con movimientos del cuerpo

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