Partido Independentista Puertorriqueño
Enviado por dcollazo7 • 5 de Marzo de 2015 • Ensayo • 9.376 Palabras (38 Páginas) • 171 Visitas
PIP
Las raíces del Partido Independentista Puertorriqueño hay que buscarlas, ante todo, en las ansias de libertad de nuestro pueblo, manifestadas de diferentes modos a través de toda su historia; desde Agüeybaná el Bravo, pasando por las revueltas de esclavos, hasta el Grito de Lares y, más tarde, en las tres tendencias que distinguen el independentismo puertorriqueño durante la primera mitad del siglo 20.
La primera, la unión de la lucha por la libertad política con la lucha por la justicia social, se encarna en el Partido de la Independencia, fundado en el 1912 por Rosendo Matienzo Cintrón y Eugenio Benítez Castaño.
La segunda, la visión de la necesidad de un partido fuerte, grande y orgazado, la tendencia al partido de masas, lo representó José de Diego y Martínez. El patriota aguadillano unió a los independentistas en un partido, el Partido Unión, que también agrupaba otras tendencias.
La tercera, la del partido concientizado y concientizador, solamente independentista, la representó y dirigió, en el Partido Nacionalista, don Pedro Albizu Campos.
Estas tendencias, vitales todas ellas a un movimiento verdaderamente libertador, se manifestaron aisladas durante los primeros años de este siglo. Le tocó a la visión y el valor patriótico de don Gilberto Concepción de Gracia el captar el momento histórico para dar vida al Partido que las uniría para ser el instrumento adecuado para la liberación de nuestra Patria: El Partido Independentista Puertorriqueño.
Cuando el Partido Popular traiciona los ideales que le dieron origen, primero el ideal independentista y luego el de justicia social, surge el Partido Independentista Puertorriqueño, fundado por el Dr. Concepción de Gracia el 20 de octubre del 1946, en Bayamón.
Don Gilberto definió desde el principio el método de lucha del Partido Independentista Puertorriqueño como uno democrático. Decía Concepción de Gracia: "Los pueblos deben elegir los caminos menos dolorosos". Por eso el PIP escogió el método cívico, de orientación ciudadana, el del proceso electoral, para conseguir la independencia de Puerto Rico.
El PIP participó por primera vez en las elecciones del 1948. Desde esa fecha hasta nuestros días ha participado en todas las elecciones. En el 1952 eligió 15 legisladores y llegó a ser el segundo partido en la isla. Debido principalmente a la persecusión de que fue objeto por parte del Partido Popular y las autoridades federales durante la década del 50 -recuérdese que desde el 1947, con la "Ley de la Mordaza", comenzaron a elaborarse las famosas "listas de subversivos"- bajó notablemente la votación del PIP en elecciones sucesivas, y varias veces perdió su franquicia electoral y tuvo que volver a inscribirse.
Durante la enfermedad y luego de la muerte de su fundador, el Dr. Gilberto Concepción de Gracia, el 15 de marzo del 1968, el PIP es dirigido por una "presidencia colegiada" hasta el 1970, año en que se elige presidente del Partido al Lcdo. Rubén Berríos Martínez.
A partir de las elecciones del 1972 el PIP comienza nuevamente a demostrar su pujanza y elige senador a Rubén Berríos Martínez.
En las elecciones del 1984 el Lcdo. Rubén Berríos Martínez vuelve al Senado, esta vez con casi un cuarto de millón de votos y el Lcdo. David Noriega es elegido a la Cámara de Representantes.
En el 1988 el Lcdo. Fernando Martín García es elegido al senado y los licenciados David Noriega e Hiram Meléndez a la Cámara de Representantes. En estas elecciones, el PIP pidió el voto en lo que llamó "nueva estrategia", a todos los puertorriqueños, para gobernar bien, con justicia y equidad, y para iniciar el proceso de la definición del status.
En el 1989 se inició un proceso de discusión entre EU y Puerto Rico que debía desembocar en un plebiscito en el cual el pueblo puertorriqueño votaría por la solución de su status político. Dicho plebiscito se celebró el 8 de diciembre de 1993.
El PIP definió la fórmula de independencia de la siguiente manera.
1- Asistencia económica anual durante nueve años equivalente a la totalidad de los fondos federales que hoy recibe Puerto Rico, para fomentar el desarrollo económico en vez de la dependencia. Pasados los nueve años se negociará nuevamente.
2- Continuación del Seguro Social en la República.
3- Continuación de los beneficios a veteranos y pensionados en la República.
4- Ciudadanía dual (puertorriqueña y americana) para todos los puertorriqueños nacidos y, para los nacidos después de la independencia, entrada libre a los E.U. por 25 años.
5- Comercio libre con Estados Unidos.
6- Disponibilidad del uso del dólar norteamericano como moneda oficial en la República.
7- Tratados contributivos equivalentes a los beneficios de las 936 y continuación de la exención contributiva para la deuda pública de Puerto Rico.
8- Reconocimiento de la relación especial entre Estados Unidos y Puerto Rico para garantizar una transición justa y equilibrada hacia la nueva República, sin desajustes económicos, y para promover el desarrollo de una economía viable en la República de Puerto Rico.
9- El establecimiento de una República democrática garantizada por una Constitución redactada por una Constituyente y aprobada por el pueblo de Puerto Rico antes del advenimiento de la independencia.
10- Defensa. Una República desmilitarizada, cuyos asuntos relacionados con la defensa se discutirían con los E.U.después del triunfo de la independencia y antes del advenimiento de la República. La Asamblea Constituyente elegida por el pueblo negociaría todo lo relacionado con la defensa.
Este proceso de discusión fracasó, como se sabe, al darse cuenta los EU de la imposibilidad de la estadidad. Sin embargo, el proceso mismo fue uno de gran alcance, pues se vio claramente que la independencia es viable económicamente, que puede ser en amistad con los Estados Unidos y que ese país estaría dispuesto a prestar ayuda a la república. Se vio con igual claridad que el ELA, tal como está, es inaceptable y que los Estados Unidos no quieren, por diversas razones, a Puerto Rico como estado de la unión.
Si el propuesto plebiscito no logró sus objetivos, sí se inició un proceso que es imparable pues, sobre todo, se hizo evidente la necesidad de resolver el problema del status político de una manera que sea descolonizadora. En esta nueva etapa el PIP dio un paso al frente al solicitar del Congreso de los E.U. una respuesta al resultado del plebiscito del 1993.
El nuevo proyecto de plebiscito presentado por el Congresista Don Young el 6 de marzo de 1996 demuestra que el PIP tenía razón cuando dijo que el esfuerzo de los años 1989-91 no fue en
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