Pensamiento Sistemico
Enviado por lupvargas82 • 1 de Febrero de 2013 • 1.619 Palabras (7 Páginas) • 1.703 Visitas
José Monzó Marco describe de una manera muy simple que es el pensamiento sistémico, tal como lo menciona en el prologo de su libro, este material es un conjunto de ideas y reflexiones sencillas para comprender mejor el concepto de pensamiento sistémico y nos da una idea muy clara cual es su relación con las empresas.
Casualidad o no hace algunos días platicaba con un compañero de trabajo sobre un proyecto nuevo en la organización, los objetivos anuales cambiaron; es decir, ahora están conformados por objetivos organizacionales, departamentales e individuales. Decisión que tomó por sorpresa a la mayoría de personas, la primera reacción fue señalar que departamentos no van a lograr su meta y van a entorpecer el pago del bono, olvidando con ello el objetivo principal de este cambio; trabajar de manera global por un mismo objetivo, menciono este ejemplo que creo se asemeja en gran parte a lo expuesto por José Monzó, menciona que la mayoría de los propietarios, directivos y empleados pensamos a la empresa en términos analíticos, observando las partes sin relación con el todo.
Pensar exclusivamente de manera analítica nos puede conducir a una visión estrecha de la empresa y sus problemas, interpretándolos de manera fragmentaria: el problema no es solo ventas, o producción, o el mercado, no podemos centrar toda nuestra atención en este análisis, pero dentro de las empresas la mayoría de las ocasiones interpretamos erróneamente, no significa abandonar el análisis, sino que pensemos globalmente y actuemos localmente.
José Monzó nos clarifica todo lo expuesto en su libro con ejemplos muy atinados, todos culpamos a nuestras “áreas problema”, ¿Quiénes son nuestras áreas problema? La respuesta es sencilla, siempre son el departamento de Producción, compras o ventas, ya que ellos son los principales responsables de la mejora de la empresa. Cuando la realidad nos dice que los responsables de la mejora continúa en la empresa somos todos independientemente la función que desempeñemos.
Desafortunadamente para todos los que formamos parte de una empresa, podemos confirmar que este pensamiento es parte de una cultura muy arraigada y un cambio es muy difícil pero no imposible, según el autor del libro el pensador sistémico las personas o directivos fuimos entrenados en el reduccionismo.
Entender pequeñas partes es más fácil que entender un todo, al menos esto es lo que creemos en la mayoría de casos y olvidar lo que creemos es verdaderamente imposible, lamentablemente con este pensamiento perdemos de vista que lo único permanente en las empresas es el cambio y la adaptación a entornos más turbulentos y competitivos, el proceso de mejora continua es la clave de la supervivencia.
Un objetivo muy claro del autor es que cada lector de este libro cuestione severamente las viejas formas tradicionales de pensar y gestionar, sin importar su nivel o cargo dentro de la compañía, menciona una receta muy sencilla: formular preguntas y buscar respuestas concretas, sin utilizar la guía o fórmula prestablecida. Si no entendemos cual es la causa-efecto entre los niveles local y global dentro de nuestra empresa, ninguna técnica, ni reingeniería nos ayudará y los resultados sin duda serán devastadores.
Si nos detenemos un momento y nos preguntamos que es lo más importante para las empresas en la actualidad; sin duda la respuesta será la productividad, pero no solo es la respuesta de la anterior cuestión, si no también de la siguiente, ¿Por qué no podemos competir con empresas europeas? Por la productividad. José Monzó hace un comparativo muy valioso de las empresas lideres en productividad, 17 son japonesas, 2 estadounidenses, 1 canadiense, 1 francesa y por ultimo una española, al igual que Monzó hago la misma pregunta: ¿Qué estamos haciendo mal las empresas mexicanas? ¿Qué nos limita a crecer? Si nos comparamos no nos falta nada, contamos con capital, fuerza de trabajo.
El problema es la organización, sobre la base de una adecuada organización de los recursos podemos esperar una elevada productividad, así se piensa en las empresas lideres, Monzó menciona una situación de España, pero me atrevo a decir que es una frase muy mexicana, entre más horas extras se laboren más productivos somos ó para mayor rentabilidad debemos bajar los costos y claro nos vamos por los equivocados. Si nos detenemos por un momento, nos daremos cuenta que la reducción de mermas es mejor solución que el recorte de personal.
Los pensamientos o creencias van popularizando frases o axiomas que a cierto plazo, estos se convierten en cultura y esta cultura es parte de todas las áreas de la organización, anteriormente hablamos de las creencias de la productividad o los costos, pero también dentro de la calidad existen famosas frases que se han ido adoptando como cultura, por cifrar algunas; el cliente siempre tiene la razón, en esta empresa la calidad es lo primero ó las personas son lo más importante, Monzó, nos cuestiona lo siguiente: ¿Es verdad? Si les preguntamos a nuestros clientes la respuesta será sí ó que nos refleja el clima laboral de la empresa,
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