Proceso Enseñanza Aprendizaje

“La primera e ineludible tarea de la educación es enseñar un conocimiento capaz de criticar el propio conocimiento.”

Históricamente el proceso de enseñanza se ha caracterizado de manera u ópticas diferentes, que va desde una identificación de los procesos de enseñanza con una marcada relevancia central de los docentes como transmisores de conocimientos, hasta las definiciones más contemporáneas en la que se concibe el proceso de enseñanza-aprendizaje como un todo integrado que pone de relieve el papel protagónico del educando. Es por eso que el Proceso Enseñanza-Aprendizaje es el conjunto de actos que realiza el docente con el propósito de plantear situaciones que proporcionan a los alumnos la posibilidad de aprender.

Las teorías propuestas por las diversas corrientes pedagógicas han desarrollado interesantes e importantes datos sobre cómo generar los espacios, métodos y actividades apropiadas para cada tipo de nivel de aprendizaje. Además, la enseñanza también ha mostrado diversos intereses a lo largo de su existencia. Por lo tanto, el proceso enseñanza-aprendizaje que se establece entre el educador y el alumno es variable y depende de cada sujeto específico.

Según el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), enseñanza es “el conjunto de conocimientos, principios, ideas, etc., que se enseñan a alguien”. En otras palabras es la comunicación de conocimientos, habilidades, ideas y experiencias.

Es por esto que considero que debemos concebir al docente como un ser individual con carencias y necesidades, que posee actitudes y habilidades como cualquier otro ser humano, las cuales lo distinguen y hacen diferente de otros docentes.

Si bien es cierto que el docente es un sujeto de suma importancia en el proceso de enseñanza-aprendizaje, también es cierto que no es el único ni, por asomo siquiera, el más importante, aquí los más importantes son los alumnos. Y es por ello que el docente debe seleccionar y organizar las actividades de aprendizaje con los procedimientos y recursos adecuados que conduzcan a los alumnos, al logro de los objetivos propuesto: el proceso docente supone conciencia de intencionalidad en la enseñanza- aprendizaje.

El quehacer docente es una actividad que requiere preparación constante, carácter, actitud, tenacidad, creatividad, vocación y mucha paciencia para sobrellevar adecuadamente la misión asignada. Todo docente que se precie de serlo sabe perfectamente esto: “educar no es tarea fácil”. El docente puede propiciar que el proceso de enseñanza-aprendizaje se realice más fácilmente. La organización funcional y dinámica de los alumnos, deberá tomar en cuenta: la naturaleza del conocimientos; objetivos que se pretenden lograr; números de integrantes; tiempo con que se cuenta; características generales de los alumnos; tipo de actividades por realizar, etc.

Independientemente de la materia que se imparte,

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