Tetero Con Graduador De Temperatura
Enviado por Saimon • 28 de Febrero de 2014 • 2.175 Palabras (9 Páginas) • 311 Visitas
I. Identificación del problema.
1. Antecedentes
La voz francesa “biberón”, que cruzó los Pirineos y se ganó una tilde, está presente en la lengua gala desde principios del siglo XIV, derivada del latín “bibere” (beber). Primero significó “gollete”, más tarde “borrachón” y a principios del XIX, la botellita con un pezón de goma para la lactancia de los críos. La historia de la alimentación artificial a través de los biberones que la posibilitaron. El biberón puede ser un simple objeto del ajuar doméstico, pero en este caso, es también, el hilo conductor que nos permite unir su pasado con los actuales cuidados profesionales de enfermería.
La Enciclopedia Médica escribe sobre el tema de la alimentación con el biberón y apunta que es una práctica muy antigua. Ciertamente el biberón es una imitación grosera del pecho de la madre o nodriza. Se compone esencialmente de un recipiente donde contener la leche en el que uno de sus extremos se estrecha formando el cuello para terminar en forma de pezón destinado a recibir los labios del lactante.
Sea como fuere su definición, desde nuestro puesto de vista, el objeto biberón, forma parte de ese cúmulo de utensilios que de una u otra manera se han utilizado en el entorno doméstico con objeto de solucionar el problema que suponía la imposibilidad, que por una causa u otra, suponía la imposibilidad de ofrecer lactancia materna al recién nacido. De donde se deduce que su función y administración están orientadas a dar respuesta de forma individual a la necesidad de alimento.
Al final del siglo XVII y durante la primera etapa del XVIII la utilización del biberón se reservó a las clases altas de la sociedad, donde existe una distinguida y adinerada capa social capaz de pensar en la necesidad y beneficio del biberón, y con posibilidad de explicar y describir cómo debe de ser aquello que yo quiero. Es un grupo social que puede sufragar al artesano una importante cantidad por su manufactura. Por el contrario, el pueblo llano, si recurría a algún utensilio para la lactancia artificial, seguía siendo el cornete, fabricado con cuerno natural.
Los biberones de plata se manufacturaron con formas muy parecidas a los de estaño, como buretas, rectas y altas. El tener la base ancha en relación con el cuello, le permitía un buen asiento. Es interesante reseñar que el material utilizado, la plata, es un metal que cuando se oxida se vuelve negra, ese negro nos indica que ha pasado a estado coloidal y tiende a desprender plata coloidal que es germicida. Es decir, la plata de los biberones actuaba como germicida natural.
En cuanto a los biberones tallados en madera a los que apuntamos anteriormente, hemos encontrado en el mismo repertorio de la obra de Breughel la composición titulada “Señores de visita en una granja” trabajo demostrativo que nos permite analizar la presencia del biberón de madera. Sus formas rectas son comparables a los biberones de estaño y al igual que ellos hacen su aparición alrededor del XVI. Como muchas de las pinturas de Breughel la obra tiene un significado plagado de costumbres. Leyendo despacito la imagen encontramos en un primer plano a un niño, que sentado en silla de mayores, con alto respaldo, amplio asiento del que sobresalen sus pies, el reposabrazos al que no alcanza, está bebiendo en su biberón ¿de madera?. Pensamos que para el pintor sería una escena habitual, que él la “vería” así, y que conocería el biberón y que cómo tal lo representó. Es una obra atribuida al maestro, Breughel el viejo (siglo XVI) señalada en la antigua Colección Dellafille de Amberes; pero de la que se ignora su paradero actual.
Trata nuestro objetivo general de describir, en el lapso de tiempo que comprende desde la Edad Media hasta nuestros días, el biberón como objeto y su utilización como instrumento válido para la satisfacción de la necesidad de alimentación del lactante, cuya utilización permitirá cuidar de la vida del lactante de manera armónica y satisfactoria.
Para ello y conociendo la existencia de reseñas escritas sobre vasos de alimentación en Egipto, Grecia y Roma 4000 años a.C., he diseñado una secuencia de pasos que, partiendo de la Edad Media llegue hasta nuestros días:
Necesidad de alimentación artificial.
Biberones en la Edad Media. Alimentación de los pequeños en la Edad Media.
Biberones artesanales. Telas que recubren las duras tetinas de loza y metal. Siglos XVIII y XIX.
Biberones con dos elementos. La artesanía deja paso a la industria. Tetinas de goma. Finales del siglo XIX y primeros años del siglo XX.
El biberón moderno. La higiene será el objetivo principal de sanitarios y fabricantes. Nuevos materiales y nuevas formas. Serigrafía y marcas comerciales.
Puesto que partimos de la etimología y definición del biberón, podemos encuadrarlo en el entorno doméstico y femenino de los cuidados para la vida. Si buscamos en los libros de historia medieval, encontramos una pequeñísima presencia de mujeres. Sin embargo la historiografía no ha desmentido la calidad de sus cuidados, ni ha negado explícitamente la imagen de un sistema de salud medieval mantenido básicamente por las actividades realizadas por ellas. Por el contrario, ha mostrado cómo esas actividades de cuidados y atención a la salud y a la enfermedad son fundamentalmente desarrolladas por mujeres.
Muchos de estos biberones construidos en Europa tienen en común la novedad de no ser anónimos, ha llegado el momento de las marcas y cada fábrica estampa su distintivo en la pieza. Este cambio es el origen del biberón moderno, al pasar de ser un objeto artesanal a un producto industrial, que requiere comercio y publicidad asociados. Como ejemplo recogemos de La Gran Enciclopedia Francesa de finales del siglo XIX una descripción bastante fiel de los primeros biberones franceses fabricados por la industria.
Biberón Breton: Frasco de cristal perforado con un agujero para que el aire pueda entrar en el cuerpo del frasco, el cuello esta obstruido con un tapón de cristal esmerilado en forma de pezón y cubierto por una tetina de ubre de vaca ya preparada. Este biberón ofrece todas las condiciones de limpieza deseables.
El biberón Darbo: Ha tenido una gran reputación. El cuerpo está tallado en madera, marfil o corcho y al que se adapta un tapón en bisagra del mismo material. En el interior existe un pieza tallada de marfil con una ranura en espiral por la que cual llega la leche. Con una llave que regula o gradúa la salida del líquido.
El biberón Thiers: Lleva como característica, un tubo acodado y flexible que por una de sus extremidades desciende hasta
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