Toma De Muestra Mediante Sondeo

Introducción:

Desde siempre el ser humano durante su vida ha estado lidiando con

incomodidades que han dificultado su calidad de vida en diversos ámbitos, como por ejemplo el trabajo minero de extracción de materiales y/o minerales de las cortezas terrestres. La humanidad frente a estas disyuntivas se ha propuesto avanzar en ramas de las ciencias (desarrollando artefactos tecnológicos, teorías, modelos) con el propósito de encontrar un método optimizado para conseguir aminorar de cierta forma las duras tareas del trabajo pesado, que suelen tener demasiada dificultad para el hombre.

En la minería, es como lo anterior se aplica y se propone la interrogante de como facilitar la extracción de los minerales sin ser dañados y también disminuir al mínimo los trabajos humanos, y así también los errores.

Es así como nacen los sondeos geotécnicos los cuales se caracterizan por su pequeño diámetro, ligereza y provocando una facilidad en el desplazamiento de las máquinas. Produciendo así una gran ayuda para el humano y también los trabajos que debe realizar, como por ejemplo atravesar cualquier tipo de material, y efectuar mediciones de datos en su interior.

Los procedimientos de perforación dependen de la naturaleza del terreno y del tipo de muestreo y testificación que se vaya a realizar. Los más usuales son los sondeos a rotación y los sondeos a percusión.

Por lo tanto en este informe, se referirá y analizará los problemas existentes en cuanto a los procedimientos, recursos y soluciones, que el análisis del terreno por sondeo conlleva.

¿En qué consiste la toma de muestra por sondeo?

El sondeo geotécnico es un tipo de prospección manual o mecánica, con fines de muestreo y reconocimiento geotécnico del terreno, llevadas a cabo para conocer las características de una profundidad importante, por lo cual es necesario cuando no se pueda estudiar el perfil estratigráfico mediante calicatas.

Este conocimiento permite fijar el programa de exploración con mayor seguridad y eficacia. En obras pequeñas que se realizan convenientemente para los conocimientos informativos, como la prueba de penetración estándar y así planificar la extracción del mineral.

Las perforaciones tratan de pequeño diámetro (entre 65 y 140 mm), aunque no permiten la visión en el lugar del terreno, de ellos se pueden obtener testigos del terreno perforado, así como muestras, y realizar determinados ensayos en su interior.

Tipos de sondeo:

1) Sondeos a rotación:

Los sondeos a rotación son los cuales pueden perforar cualquier tipo de suelo o roca maciza, hasta bajas profundidades en la corteza terrestre, pero siempre es habitual que sea hasta los 100 metros y su máxima capacidad se puede alcanzar a los 1,000 metros.

Se puede utilizar si el terreno es relativamente blando y cohesivo, y no se encuentran capas cementadas, gravas, o roca en toda la profundidad de realización del sondeo. Si se utiliza barra helicoidal (en forma de hélice, así como el ADN pero de una sola hebra) hueca, es posible la toma de muestras inalteradas y la realización de ensayos en terreno por el interior de la sonda.

La perforación a rotación se puede efectuar con circulación de agua, o lodo bentonítico, o en seco, aunque haya presencia de agua o lodo en el taladro. La circulación normalmente es directa, con flujo descendente a través del varillaje.

En un sondeo a rotación el sistema de perforación consta de los siguientes elementos integrados en las baterías:

• Cabeza

• Tubo portatestigos

• Extractor

• Mango portaextractor

• Corona de corte

Para obtener buenos resultados y rendimientos, la técnica operativa debe de adaptarse al terreno, adquiriendo características específicas dependiendo de su naturaleza, utilizando una selección oportuna del tipo de sonda, de batería y de corona, adecuando la velocidad de rotación, la presión sobre la corona y la frecuencia de las maniobras según el material que se perfore (roca madre).

2) Sondeo a percusión o golpeo

Es un tipo de extracción por sondeo utilizado en suelos cementados o duros, aquel se ejecuta mediante un trépano o martillo, el cual se deja caer desde una altura suficiente para romper y/o perforar el terreno macizo. Este método puede alcanzar profundidades de hasta de 30 ó 40 metros, siendo la más frecuente entre 15 a 20 metros. Este proceso consiste en dejar caer una masa de metal de 120 [kg] a 1 metro de altura para así romper el suelo a trabajar.

Se deben contar sistemáticamente los golpes necesarios para la penetración de cada tramo de 20 cm, lo que permite dar a conocer las características del suelo en ese momento.

• El trépano se ocupa para atravesar piedras, grava gruesa, arcilla compacta o capas delgadas de roca.

• El compresor extrae mediante circulación de un caudal de agua a cierta presión.

• El martillo se utiliza en suelos arcillosos más blandos y en arenas. Es un cilindro hueco que permite la

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